Presentar una propuesta escrita que contenga:
1. Título
Nombre creativo de la propuesta. Procure incluir alguna referencia al territorio y al tipo de Patrimonio que proyecta trabajar.
2. Área temática del Patrimonio Cultural Inmaterial
Defina el o los campos del Patrimonio donde ubica el tema de su proyecto. (Ver listado de pistas política de Salvaguardia del PCI, citado anteriormente). A partir de esos referentes podrá construir su propuesta.
NOTA: Tenga en cuenta que una o varias prácticas pueden abarcar una multiplicidad de dimensiones, según el contexto y el enfoque del análisis; pero aun así, identifique y defina el eje principal en su propuesta.
3. Resumen (máximo una página)
Síntesis descriptiva de los aspectos más relevantes del proyecto y su relación con el Patrimonio vivo.
4. Grupo de trabajo
Presentación de las personas que participarían activamente en el proyecto, es decir, de los integrantes del equipo de trabajo con sus respectivos perfiles y roles (nombre completo, profesión u ocupación y el rol que cumpliría).
NOTA: Para validar el equipo de trabajo se deberá incluir el portafolio del grupo u organización (si hay lugar a ello) y/o las hojas de vida de los integrantes que participaran en el proyecto. Estas deben contener un párrafo a manera de presentación, una reseña cronológica de los principales proyectos realizados y la relación de la página web y redes sociales del grupo u organización, si existen. Es indispensable anexar los soportes de verificación en formato digital.
5. Justificación (mínimo dos páginas, máximo tres)
¿Por qué es importante el proyecto? Indique su contexto, pertinencia y aportes a la puesta en valor del patrimonio. Es importante identificar antecedentes, problemáticas, riesgos, oportunidades o situaciones que se conecten con las acciones de mejora que el proyecto pretende lograr en clave de divulgación y apropiación social de la manifestación cultural a reivindicar.
6. El estilo argumentativo es libre, pero debe dar respuesta a los siguientes interrogantes:
a. ¿Cuál es el ámbito patrimonial que se quiere visibilizar?, ¿cómo se expresa el carácter colectivo de la propuesta y en qué medida le da sentido a la comunidad en donde se ha identificado?
b. ¿Cuáles son las particularidades del contexto? (comprensión de los rasgos históricos, geográficos, políticos, económicos, etc.).
c. ¿Qué función social cumple la manifestación cultural a trabajar? Por ejemplo, ¿por qué se considera que aporta elementos para la cohesión social, el conocimiento o el aprovechamiento del entorno?, ¿cómo se evidencia la transmisión de valores y conocimientos en la cotidianidad?, ¿por qué debería ser apoyado?
7. Objetivos
General: que incluya el tipo de manifestaciones o expresiones culturales que se pretende promover, las necesidades de contexto y la alternativa de solución. Éste debe ser medible y alcanzable.
Específicos: máximo tres (3), coherentes con el alcance del proyecto, es decir, encaminados al cumplimiento del objetivo general. Estos deberán guardar relación con las actividades a desarrollar.
8. Metodología (mínimo dos páginas, máximo cuatro)
¿Cómo se realizará el proyecto? Explicar de manera detallada y concreta las acciones y actividades que le permitirán alcanzar los objetivos descritos en la propuesta. Se deben especificar todas las actividades, para ello es importante describir aspectos como las herramientas de trabajo, el tipo de formatos, las técnicas o los instrumentos a emplear en la ordenación y presentación de la información.
NOTA: En este punto también se deben considerar los perfiles del talento humano que participaría de manera aleatoria en el desarrollo del proyecto, de acuerdo con los alcances fijados y el tipo de patrimonio abordado: expertos, asesores, talleristas, conferencistas, actores, etc.
9. Planeación de la divulgación
Definir un plan de comunicaciones que permita, de acuerdo con el objetivo del proyecto, beneficiar a un público clave (niños, jóvenes, adultos, población estudiantil, una comunidad…) o la articulación de públicos diversos, describiendo en ambos casos los canales disponibles para que las personas se apropien de manera efectiva de la información. Se recomienda considerar estrategias comunicativas claras y concretas que motiven a las comunidades a participar de manera activa durante la ejecución del proyecto. Este plan puede abarcar entre dos y cuatro páginas y debe considerar tres tipos de registros entregables y verificables:
a. Piezas publicitarias: físicas y/o digitales, para promocionar el proyecto y convocar público para las actividades programadas. Estimar recursos y tiempos necesarios para su diseño, producción y circulación.
b. Herramientas creativas de apoyo pedagógico: insumos digitales, físicos o acciones lúdicas o experimentales que refuercen la mediación con la comunidad, es decir, que operen como instrumentos para
incentivar la apropiación del PCI y generen una mayor conciencia sobre la importancia de su fomento y salvaguardia. Se deberá describir claramente cómo se usarán estas herramientas en función del contexto y el objetivo del proyecto.
c. Informe final, tipo bitácora: un documento (en formato digital o impreso) que dé cuenta, en tono honesto y reflexivo, del desarrollo de las diferentes fases, actividades y contenidos del proyecto, para
evidenciar las falencias y logros de las metodologías empleadas. Este informe debe ser sucinto y claro, y debe responder a una serie de pautas que se definirán con la supervisión técnica para sondear la
experiencia de trabajo, el impacto y los resultados.
10. Espacio de interacción con la comunidad
Programar un encuentro con la comunidad o la ciudadanía, acatando las determinaciones nacionales o locales establecidas para el momento en materia de aislamientos preventivos, selectivos u obligatorios, de cara a la contención de la Covid-19. Se recomienda realizar este encuentro de manera virtual. De hacerse presencial, el aforo en ningún caso podrá superar las 20 personas y
deberá hacerse al aire libre o en un espacio con buena ventilación, para garantizar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad vigentes.
La finalidad de dicho encuentro es socializar los resultados y beneficios del proyecto, así como recoger las ideas y sugerencias que surjan entre los asistentes, y para ello será preciso detallar los mecanismos que propiciarán el diálogo y las reflexiones en torno al patrimonio cultural que los identifica, los motivos por los cuales se decidió visibilizar o reconocer dichas manifestaciones, sus aportes al bienestar común y lo que las hace colectivas. Se deberá generar una memoria del ejercicio que incluya las recomendaciones de salvaguardia que se deriven de esta conversación.
NOTA: No se trata de una rendición de cuentas, por el contrario, se recomienda imaginar metodologías diferentes a las convencionales para no limitarse a generar un espacio de carácter informativo. Se trata, pues, de generar una experiencia que permita entender la dinámica que caracterizó el trabajo y facilite la identificación de los aportes hechos a la apropiación del patrimonio cultural (mínimo una página, máximo dos).
11. Productos
Se debe proponer uno o varios productos comunicativos construidos a partir de la interacción con los participantes del proyecto que resulten inspiradores y adaptables en otros contextos. En este sentido, es importante especificar a través de cuáles medios podrán consultarse dichos materiales una vez finalice el proyecto. Estos productos pueden ser textos, piezas radiofónicas, obras audiovisuales, galerías fotográficas, intervenciones artísticas, entre muchos otros formatos.
12. Cronograma
Debe establecerse de acuerdo con los alcances del proyecto, las actividades planeadas en sus diferentes etapas y las tareas requeridas para cada actividad. Tener presente que el desarrollo del proyecto no debe superar los seis (6) meses de ejecución.