En 1.675, Guayabal u OtraBanda era el segundo sitio más poblado del Valle de Aburrá. Este territorio, llamado posteriormente “fracción de Belén”, abarcaba una zona muy extensa del occidente.
Originalmente estaba conformado por grandes fincas que se fueron parcelando para su venta; Cristo Rey y Barrio Antioquia son claros ejemplos de ello. En otros casos predominó la herencia y el desenglobe
de lotes para la construcción de nuevas casas y la cesión de lotes por los dueños de las tierras a sus agregados y trabajadores. No existía entonces una noción ni una práctica de construcción planificada y
la consolidación de los barrios se dio siguiendo la misma línea: primero las viviendas, luego los servicios públicos, la iglesia, la escuela, la placa polideportiva y el centro de salud.
Las primeras viviendas se instalaron en Cristo Rey y Guayabal, posteriormente su entorno creció por iniciativa tanto particular como estatal. Con el consecuente desarrollo vial aparecieron nuevos
núcleos urbanísticos. Una característica a resaltar es la redensificación, que modificó sustancialmente el paisaje de la zona, caracterizada en la actualidad por la presencia de edificaciones unifamiliares y bifamiliares,
con una volumetría de poca altura y un promedio de dos a cinco pisos.
En las décadas de los años 30 y 40 se presentó una dinámica constructiva para atender las necesidades de vivienda de los nuevos pobladores vinculados a
la industria naciente. Proceso que estuvo acompañado por el desarrollo de infraestructuras viales y de servicios. Esta zona de la ciudad fue definida en el plan Wiener y Sert, como el sitio para la localización de la industria de la ciudad y del Valle de Aburrá, en ambas márgenes del río.