El Teatro Carlos Vieco rompe su silencio y vuelve a ser escenario de la música y la cultura

Reabre sus puertas al público el emblemático teatro Carlos Vieco, ubicado en el cerro Nutibara. De nuevo la cultura y la música tendrán allí un espacio óptimo para el disfrute de la ciudadanía.

Luego de algunos retrasos en su proceso constructivo, el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco Ortiz vio la luz por primera vez en agosto de 1984 y se convirtió en un lugar icónico para los amantes del rock, de la poesía y de otros géneros culturales y musicales.  Por allí desfilaron, de manera particular, bandas roqueras procedentes de diversas latitudes, llegaron los poetas y escritores de Colombia y del extranjero a deleitarnos con su creación artística y sonaron también otros aires musicales, para deleitar con su inspiración a los asistentes que en masa colmaban sus instalaciones.  Y después de la gloria vino un proceso de deterioro y sus sonidos y sus luces se apagaron en diciembre de 2014.

Desde entonces -en el Cerro Nutibara- hogar de este icónico escenario de la ciudad, epicentro de numerosos conciertos y eventos, en particular del Festival Internacional de la Poesía y de la música rock -de la cual se dice es su máximo templo en Medellín- solo el silencio y el abandono fueron la constante de este espacio.

Pero en el año 2019 la Administración Municipal decidió recuperarlo para el disfrute del público de Medellín, se dio a la tarea de renovarlo y de nuevo ahora  sus luces brillarán y su sonido con sus eventos retumbará de nuevo en el ámbito cultural de la ciudad, anunciando que el teatro vive y con él, también lo hacen la música y la cultura.

“Cuando la EDU llega al Carlos Vieco se encuentra con un equipamiento en absoluto desuso que había generado un deterioro tal de todos los componentes que lo constituían, al punto que el inmueble presentaba patologías estructurales, lo cual obligó a hacer una demolición completa de todos estos elementos; estamos hablando de todo el edificio de palcos, incluido el escenario y la estructura que componía la cubierta”, afirma Nicolás Rivillas Hincapié, subgerente de Diseño e Innovación de la Empresa de Desarrollo Urbano –EDU- entidad encargada de la reconstrucción del lugar.

Se procedió entonces a demoler y a construir desde cero, o sea, desde las fundaciones, creando un nuevo teatro, conservando las dimensiones y la huella existente, de cara a respetar los lineamientos que dio el plan de manejo ambiental, explica el subgerente.

Las características del nuevo escenario

Con una inversión de $9.765 millones y una intervención de dos mil metros cuadrados, la Administración Municipal rescata este espacio para la música y la cultura de la ciudad, en un sitio que tendrá entre otras características una mejor calidad de sonido, ya que con la geometría y el diseño del escenario se logrará un mejor rendimiento, triplicando la eficiencia acústica del teatro.

Además, tendrá autosuficiencia eléctrica, ya que tendrá una subestación propia para atender conciertos y eventos de mediano formato y un mejor acondicionamiento técnico, porque el diseño incluye una cabina de control en las graderías para monitorear la puesta en escena de los eventos en materia de iluminación y sonido.

Los tiempos de antes en que se cargaban al hombro los equipos hasta el escenario serán solo anécdotas para contar, ya que el nuevo teatro incluye un dispositivo mecánico para el ingreso de equipos y rampas integradas con jardines para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.

El edificio cuenta con tres niveles, con una zona de palcos para unas 20 personas -especialmente para quienes tengan discapacidad- una zona administrativa, otra para una taquilla y una más para venta de suvenires. Los camerinos son nuevos y las graderías son en concreto macizo con capacidad para unas 1.500 personas.

“Tenemos un teatro cien por ciento nuevo, todos los elementos han sido construidos bajo los estándares de la norma sismorresistente de 2010 y entregamos a la ciudad un equipamiento que constituye la historia del arte y la cultura del rock and roll, pero también de la poesía y de la cuentería y de una cantidad de manifestaciones artísticas y culturales”, manifiesta Nicolás.

Un referente cultural

La obra se entrega de nuevo al servicio de la ciudad, de la música y de la cultura y para el subsecretario es uno de nuestros referentes. “El Carlos Vieco es la memoria viviente y contante de una cantidad de historias y experiencias que todos los medellinenses y muchos de los visitantes de la ciudad pudieron disfrutar. Hoy podemos nuevamente contar con este escenario y podemos ir a disfrutar allí del arte y la cultura local” concluye Nicolás.