El amor y la empatía todo lo pueden

La siguiente es una historia cotidiana, de una mujer que ha sabido adaptarse a las circunstancias que han llegado a su vida.

Sandra Arboleda es una mujer de estatura mediana, trigueña, de cabello ondulado, casi siempre recogido hacia atrás con una banda. Cuando la conocí, la percibí cautelosa, firme y directa. Pero en la medida en que avanzaba mi entrevista fui complementando, eso que se llama la primera impresión y fui descubriendo esa mujer de carne y hueso, que vive intensamente y que llena de amor cada cosa que hace. Sandra resultó ser toda una “caja de sorpresas“ como ella misma dice.

Vive en las laderas del occidente de Medellín, desde donde se ve una ciudad distinta: el sur a la derecha, el norte a la izquierda y el oriente al frente. A Robledo llegó en 1997 para cumplir el sueño de mucha gente: tener casa propia. Y aunque para Sandra en ese momento su sueño se convirtió en una pesadilla por el tema del UPAC, logro ser propietaria y convertir su sueño en realidad. “Salimos adelante gracias a uno de nuestros emprendimientos: Avisos “HandS”- Centro de Decoración de Vehículos”. Una de nuestras empresas, a la que le dedicamos 25 años de nuestras vidas y que logramos convertir en líder para transformar la imagen corporativa del transporte en la Ciudad de Medellín”.

Pero como la vida no fluye por el mismo cauce, ni con la misma velocidad, ni con la misma fuerza, a veces da unos giros imprevistos que nos llevan por caminos inesperados y borrascosos. Un día, la vida de su familia tuvo un giro de 180 grados: su pareja Hilda María, sufrió un accidente que cambió sus vidas para siempre. Las 38 hospitalizaciones que han sobrevivido dan cuenta de la gravedad de la situación. De ahí que Sandra, se vea obligada a tomar la decisión mas difícil: dejar sus estudios de Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia y cerrar sus empresas. “Nos tocó cerrar porque primero había que lograr la recuperación de Hilda, que la generación de ingresos”.

La condición de discapacidad de su pareja, enfrentar una nueva situación económica, renunciar a la vida que tenía para convertirse en la cuidadora del amor de su vida, fueron los caminos inesperados que pusieron a prueba el amor de Sandra y que ella ha recorrido cada vez con más fluidez y menos resistencia. “Eso sumado a los deseos de seguir adelante, nos ha permitido consolidar nuestra relación de 33 años y de superar las dificultades del día a día. Todo lo que habíamos construido como pareja se convirtió en el motor que hoy nos permite salir adelante”.

Además de su amor, Sandra a puesto a prueba su creatividad y resiliencia para sobrevivir. “He podido generar recursos gracias a mis habilidades y conocimientos, he buscado oportunidades en pequeños negocios, gestionando emprendimientos para ir mitigando nuestras necesidades. En la pandemia, en medio del encierro surgieron ideas innovadoras con los elementos que tenían a la mano, es así como nace “Compro y vendo en la Comuna 7”, un grupo comercial en WhatsApp con capacidad para 256 compradores y vendedores y que ahora quieren convertir en una aplicación web que permita interacción sin limite de participantes. 

A través del trabajo social y colaborativo, con el apoyo de Carlos Humberto García de Fedemedellín, La Fundación Saciar, la Policía Nacional, Asocomunal Comuna 7 y un grupo de vecinos y colaboradores, crearon también una gran alianza llamada “El fogón de mi barrio”, con 19 fogones en toda la ciudad y que funcionó desde mayo hasta diciembre de 2020. Con esta estrategia fue posible la alimentación de 140 personas día de por medio. Estas acciones la hacieron merecedora del “Galardón Medalla al Mérito Femenino categoría Oro en 2020”, que premiaba las acciones de las lideresas comunales encaminadas a la empatía durante la crisis de la COVID-19.

“Ella es como un libro abierto en el que uno encuentra de todo, de todo lo que usted le pregunte, ella tiene una respuesta”, dice doña Luz Marina Torres, integrante del Colectivo de Mujeres Transformadoras de vida, a quien encontramos trabajando con ella en el momento de la entrevista; y quien certifica que Sandra Arboleda ha ayudado a cambiar la vida de muchas personas de la Comuna 7 – Robledo en el occidente de Medellín.

En la actualidad, Sandra Arboleda es la vicepresidenta de Asocomunal Comuna 7, cargo al que llega con Mario Arturo Vélez como presidente y a quien reconoce como su compañero de fórmula para construir procesos de liderazgo desde la equidad. Hace parte del colectivo de Mujeres Transformadoras de Vida; es asesora externa de la mesa de Convivencia, Derechos Humanos y Paz; presidenta de la JAC Tulipanes, delegada a Fedemedellin, es activista LGBTIQ+ desde la Mesa “Proyección Diversa” de la Comuna 7, directora de la Corporación Tulipanes y representante de las Organizaciones Sociales de su territorio en el Consejo Comunal de Planeación. “Para mi, Sandra es una persona muy profesional, muy equitativa, es una persona que ha llegado al colectivo a aportar con sus ideas”, asegura Berenice Rúa, coordinadora del colectivo de Mujeres Transformadoras de Vida.

En el ámbito personal Sandra es una mujer dedicada a su familia y en los pocos ratos libres que le quedan se dedica al arte y la cultura; lee, escribe, pinta mandalas y elabora figuras con adhesivos de colores. Para ella su familia es lo más importante y su compañera, con quien lleva 33 años de vida compartidos, es el eje central de su vida.

“Mi gran aprendizaje es la empatía. Si no hubiera sido ella sino yo quien sufriera ese accidente me gustaría que me tratara como yo intento hacerlo con ella: con amor, por eso mi dedicación para cuidarla y mi compromiso para ayudar en su recuperación. Cada día es para mí una oportunidad de ayudar a otros, sin quejas y de esa manera ayudarme a mí misma”.

Hoy, Día Internacional de la Visibilidad Lésbica desde la Gerencia de Diversidades Sexuales e Identidades de Género de la Alcaldía de Medellín, queremos reconocer a través de la historia de Sandra Arboleda, a tantas mujeres diversas de nuestra ciudad que trabajan por el desarrollo de sus comunidades.