Un lugar para la dignidad

Blanca Cecilia Carmona de 66 años, sentada en su cama y después de haber cenado en el dormitorio social de la Alcaldía de Medellín, recuerda aquella noche de septiembre del 2016 cuando ella y su hermano, Luis Fernando Carmona de 70 años, pasaron la primera noche en las calles de la ciudad.  Las bancas de cemento del Parque de Boston sirvieron para descansar un poco, pero el frío de la madrugada no les permitió dormir.

En los últimos meses habían intentado pagar un hogar gerontológico particular pero las ventas de los dulces y las manualidades que Luis Fernando hace, no alcanzaban para costearlo, lo que finalmente los empujó a las calles.

“Nosotros nunca economizamos, nunca guardamos. Nos dijeron mucho: deben ahorrar, pero no hicimos caso a pesar de que trabajamos tanto y hasta nos fue bien con un negocio de impresiones que teníamos. Cuando murió la mamá de nosotros y se nos quebró la empresa quedamos sin nada, ninguno tenía familia y ya estábamos muy viejos para emplearnos”, explica Luis Fernando.

De acuerdo con las proyecciones hechas a partir del último censo poblacional en 2005, se estima que en Colombia el 6.3% de la población es adulta mayor. Particularmente en Medellín se calcula que de los 2.486.723 habitantes, 395.788 son personas mayores de 60 años, es decir un 16% de la población, y en cuanto a  los mayores de 50 años la cifra está en el 30%, unas 763.936 personas.

El Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia afirma que el 75% de los adultos mayores del país no recibe ninguna pensión, como les sucedió a los hermanos Carmona.

La última semana de septiembre del año anterior un ciudadano hizo un aviso al 123 Social, en el que solicitaba que se atendiera a Blanca Cecilia y a Luis Fernando quienes deambularon dos días en por el barrio. Gracias a esta llamada ambos pudieron ser atendidos por el Equipo de Personas Mayores de la Alcaldía de Medellín para poder superar su condición de vulnerabilidad.

La administración municipal, reconociendo los derechos fundamentales de las personas mayores, y dando cumplimiento al  Artículo 46 de la Constitución Política, que compromete al Estado a garantizar “los servicios de la seguridad social integral y subsidio alimentario en caso de vulnerabilidad”, adoptó en 2012 la política pública de envejecimiento y vejez, que busca, entre otras cosas, desarrollar acciones que permitan la generación de condiciones dignas de envejecimiento en Medellín.

Y con estas garantías los hermanos Carmona ingresaron a los dormitorios sociales dispuestos por la Secretaría Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, un proyecto que tiene como propósito hacer que los beneficiarios tengan un sitio donde pasar la noche, alimentarse, bañarse en estadías diarias desde las 4:00 p.m. hasta las 8:00 a.m., el próximo 17 de marzo este programa ampliará su cobertura de 220 a 360 personas mayores.

“Este lugar es un paraíso para nosotros, me recibieron como una reina. Yo no me imaginaba tener un cuarto, unos compañeros, gente que se preocupara por uno”, cuenta Blanca Cecilia.  Afirma, además, que su personalidad ha cambiado, recuerda haber sido una mujer tímida y miedosa, pero con ayuda de algunos talleres sobre los derechos de las mujeres de los que participó a su llegada, se animó a escribir y ahora hace poesía y trova, que comparte con sus “vecinos de cuarto” y hasta ha recitado en eventos de la Alcaldía.

Ahora ambos aprovechan los espacios en las noches. Luis Fernando, con ayuda de un compañero, construyó un carrito para vender medias y cajas de dulces en forma de corazón que él mismo diseña y hace. Con estas ganancias ahorran un poco y consiguen el dinero para almorzar.

El Equipo de Personas Mayores de la Alcaldía de Medellín atendió en 2016 a 3.881 personas, que como los hermanos Carmona, estaban en situación de calle o abandono, a través de sus servicios de asistencia Centro vida gerontológico, Colonia Belencito, Red de hogares y Dormitorio social.

Agradecida por estos proyectos Blanca Cecilia preparó una poesía que dice:

“Al dormitorio llegué confundida y asustada
y aún no me daba cuenta que al mejor sitio llegaba.

A la doctora doña Gloria del dormitorio social
que nos trata como madre, que no nos deje nunca de amar.

A la Alcaldía de Medallo queremos agradecer
que ayuda a toda la gente y al que se deja querer.

A la Secretaría yo le pido continuar con los talleres
porque mucho nos han servido.

Y ya para terminar yo les pido con orgullo
un aplauso a la Alcaldía que nos colabora mucho”.