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El Papa Francisco visitó el Hogar San José.

Camilo Duque

2017-09-11

Cómo un titular condena una ciudad / Cómo un titular afecta a una ciudad. Un innecesario y constante viaje al pasado

Federico Gutiérrez Zuluaga

El sábado pasado, 9 de septiembre, más de un millón de personas asistieron a la misa ofrecida por el Papa Francisco en la ciudad de Medellín. Asimismo, las ciudades de Bogotá, Villavicencio y Cartagena tuvieron el privilegio de recibir al primer Sumo Pontífice latinoamericano de la historia y aprender de sus palabras.

Niños y abuelos, jóvenes y adultos se emocionaron con la llegada del Papa Francisco, un hombre que con su carisma y sencillez, nos dio a todos los colombianos un mensaje de esperanza.

Es paradójico que luego de que se entregara tal mensaje de reconciliación a un país como el nuestro, un diario de la magnitud de El Mundo de España, titulara su reporte sobre este acontecimiento “Francisco, en la patria de los narcos”. Me costó mucho leer ese titular, porque es un “bajonazo” en medio de tanta alegría.

Además porque es una relación demasiado arbitraria, comenzar hablando de Francisco y luego decir que en Colombia es de narcos. Es como si esas dos palabras, no pudieran existir de manera independiente.

Colombia vivió muchos años sumida en el miedo y la violencia. Ese pasado nos afectó de manera profunda y no es un secreto para nadie. Como sociedad, todos los días hacemos un esfuerzo enorme por seguir adelante con nuestras cicatrices. El fenómeno del narcoterrorismo dejó, además, innumerables víctimas a las que les debemos un mínimo respeto. Las heridas se abren cada vez que algunos insisten en generalizar, describiéndonos como país.

Para cualquier ciudadano colombiano es triste y es frustrante ver que al cruzar el Atlántico (sino más cerca), ese sigue siendo el distintivo de un país que durante muchos años ha procurado mostrarle al mundo las cosas maravillosas que tiene para ofrecer. La biodiversidad, los contrastes de nuestra gastronomía, la calidez de nuestra gente.

¿Es justo llamar “la patria de los narcos” a un país de casi 50 millones de habitantes? Colombia no es la patria de los narcos. Reitero: reconocemos nuestro pasado. Pero somos un país que mira con orgullo hacia el futuro. Somos una patria de gente trabajadora, de gente amable y buena.

Lo más triste de todo es que el artículo reconoce el cambio que ha tenido Medellín y que ha tenido Colombia. El artículo adopta la narrativa de la transformación, que hace tan valiosa nuestra sociedad. La alusión es innecesaria y tan forzada que parece más bien que se hiciera para vender más ejemplares del diario.

Particularmente dirijo estas palabras a José Manuel Vidal y a la línea editorial de El Mundo: les sugiero reflexionar sobre el deber ser de su oficio. Más que informar, más que opinar o más que vender, sus artículos tienen la posibilidad de transformar realidades. Miles de personas leyeron ese artículo y seguramente muchas más leyeron sólo el titular: gracias a esas palabras seguirán pensando en Colombia como un país que ya no es. Escribo estas palabras como Alcalde y en nombre de una ciudad, que recibe esa descripción de su país con sorpresa pero sobre todo con dolor. Siento que tengo el deber moral de hacer oír una voz que no es sólo la mía, sino la de una nación entera que merece un nuevo principio.

Y seguiremos aplicando el gran mensaje que nos dejó el Papa Francisco: “No se dejen robar la alegría y la esperanza”.

Federico Gutiérrez Zuluaga

Alcalde de Medellín

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