Las proyecciones demográficas son un recurso obligado en la planeación de los territorios, porque ésta nos permite dimensionar adecuadamente las necesidades de los habitantes, en relación con la evolución de dicha variable.
Ésta se entiende como una función del tiempo, es decir que se concreta a partir de la observación histórica del comportamiento (aumento o disminución) de la población en un pasado reciente.
Con el censo DANE de 2005 se calculó la población hasta 2020.
El nuevo censo DANE de 2018 proyectó la población de cada comuna y corregimiento hasta 2030.