Redacción: EL TIEMPO – SIMÓN GRANJA

Uno de los desafíos que enfrenta la sociedad es transitar hacia la equidad de género. Y las becas son una herramienta ideal para gestionar ese tránsito. Muchas universidades y otras instituciones lo saben. Por eso propenden a que las mujeres accedan cada vez más a pregrados y posgrados por medio de estas oportunidades.

La colombiana Diana Martínez es un ejemplo del poder de las becas. Además de haberse ganado varias, desarrolló una aplicación para mujeres que deciden emprender un viaje y mejorar su nivel educativo.

A raíz de su experiencia, ella asegura que es frecuente que las mujeres vean truncados sus sueños por comportamientos machistas de sus familias y sus parejas.

Esta bogotana, de 32 años, ha ganado cuatro becas, en Israel, España, Finlandia y el Reino Unido. Una vez terminó estudios en la prestigiosa London School of Economics and Political Science, decidió apostarle a su propio emprendimiento.

Entonces, se cuestionó: “¿En qué soy buena?”. Y concluyó: “Consiguiendo becas”. De ahí surgió Mi Beca, una aplicación mediante la cual ayudó a decenas de latinos a conseguir becas en universidades de todo el mundo. Luego se concentró en las mujeres.

“Las entidades que otorgan becas saben que fomentar el acceso de las mujeres a la educación superior es una inversión para la sociedad. Una mujer que estudia cambia su destino, transforma la vida de su familia, contribuye a un mejor futuro para el país. Por eso se han creado becas solo para mujeres”, explica Martínez.

A un año de su creación, el emprendimiento de esta colombiana ha tenido 400.000 visitas, con un promedio de 2.500 consultas diarias. Han sido más de 30.000 becas consultadas y 60.000 usuarios recurrentes en países como México, España, Ecuador, EE. UU., Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Perú y Colombia.

La aplicación (gratuita) contiene una base de datos de más de 3.000 becas en los cinco continentes ofrecidas solo para personas de habla hispana. Hay becas completas y parciales para maestrías, doctorados, cursos libres y pregrados.

¿Qué tanto solicitan becas las mujeres?

El 55 por ciento de personas que descargan la aplicación son mujeres. No obstante, la solicitud efectiva de las becas por parte de ellas aún es baja. Es decir, siguen siendo los hombres los que más becas consiguen.

¿Qué obstáculos enfrentan las mujeres a la hora de postularse?

Lo que he visto en las consultorías es que las mujeres se postulan menos por escasa autoestima o limitaciones machistas. Cuentan cosas como ‘si me voy del país, mi novio me termina’ o ‘mis padres esperan que me case y tenga familia’. Las mujeres necesitan trabajar para recuperar la confianza en sí mismas. Tradicionalmente, a los hombres se los ha impulsado a hacer cosas. En cambio, a las mujeres se las ha llenado de dudas que muchas veces les impiden actuar con suficiente determinación y seguridad.

¿Cómo romper con esas murallas culturales?

Una de las cosas que hago es enviar consejos para decirles: “Existen todas estas becas a las que ustedes pueden aspirar. Si no reciben el apoyo de sus parejas, aprovechen para replantear esa relación”. Empoderar a las mujeres y dotarlas de herramientas para que conquisten un lugar equitativo en la sociedad es un proceso continuo y de largo aliento.

Usted es un ejemplo de que las mujeres pueden ganar becas…

Sí, yo les cuento mis experiencias como mujer. Si yo no me hubiera postulado a las becas, no habría podido estudiar donde estudié porque mi familia no habría podido financiarlo. También les digo: “Tú también puedes buscar esas oportunidades y hacerlas realidad”. Da miedo, claro. Es difícil dejar la zona de confort. Da miedo regresar y no encontrar trabajo o que nadie se acuerde de ti. Pero este tipo de oportunidades se dan una sola vez en la vida.

¿Sintió rechazo de su pareja cuando buscó su primera beca?

No. El mensaje negativo vino de mi padre, que siempre fue algo machista. Tiene tres hijas mujeres y una esposa que se desvive por él. Me decía: “Eso no es para ti, te vas a quedar solterona. ¿Quién va a querer casarse contigo?”. Yo no desistí. Si me iba a quedar sola, pues lo haría al otro lado del planeta y en las mejores universidades del mundo. Son cosas culturales que, creo, están cambiando.

¿Las becas se pueden convertir en una herramienta de empoderamiento?

Sin duda. La educación nos permite independizarnos económica y psicológicamente. Nos da un poder de decisión mucho mayor. Elegimos, en plena autonomía, estudiar, emprender, viajar, trabajar, tener hijos o no. En otras palabras: nos ayudan a tomar las riendas de nuestras propias vidas.

¿Es duro irse a estudiar?

Dejar la zona de confort es difícil. Te vas con una maleta de 20 kilos, a donde nadie te conoce, y llegas a aprender un idioma y a moverte por un lugar desconocido. Pero eso hace parte del empoderamiento.

¿Qué carreras y qué países eligen las mujeres?

Hay una tendencia a las ciencias sociales, pocas se postulan a carreras como economía, ingenierías e informática. Y es en esos programas donde justamente hay becas concretas para las mujeres. El país que más interesa en Europa es España, por el idioma. Pero en ese país hay cada vez menos becas. Todas deben saber que aprender inglés es una condición.

También existen becas para las mujeres cabezas de familia que incluyen programas escolares y de acompañamiento a sus hijos. Hay algunas que, incluso, le dan una mensualidad al esposo de la becaria. Todo eso ayuda a la mujer a dar el paso en el proceso de solicitud.

Cuantos más estudios tengan, ¿mayores son las posibilidades de trabajo?

Claro. Y si esa mujer domina otro idioma, aún más. Y mejor si es inglés. La educación continua genera más oportunidades. Ahora es necesario seguir estudiando y estar siempre actualizado. Y las becas sirven para eso.

¿En qué cambia alguien que estudia afuera?

Cualquier persona debería tener, al menos una vez en su vida, la oportunidad de estudiar en el exterior. Desde el bachillerato se debe incentivar la movilidad hacia otros países. Eso nos permite ser más respetuosos con la diferencia, algo necesario en un momento en el que las discriminaciones de todo tipo se están reactivando.