El 52 % de las víctimas del conflicto armado por todo tipo de violaciones han sido mujeres. El impacto de estos crímenes deberá ser analizado en detalle por el nuevo modelo de justicia transicional que se implementará en el país.
Mientras los opositores del Acuerdo de Paz con las Farc decían que el enfoque de género era una ideología que buscaba acabar con los conceptos de familia tradicional, la realidad que habían vivido las mujeres era otra: “En el Magdalena, a las madres las obligaban a buscar los cuerpos de sus hijos por días, los cadáveres que los paramilitares mataban y botaban lejos. A otras les ordenaban no darles sepultura. A las celosas les exigían barrer las calles a pleno sol. A las que eran habladoras las amarraban a un palo todo el día. A las que usaban faldas cortas les rapaban el pelo o les marcaban la piel. A las que acusaban de infidelidad las mataban. A las que señalaban de ser colaboradoras de la guerrilla las torturaban y las violaban, como trofeos de guerra. ¿Quién les decía que no?”.
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Cr: El Espectador.
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