¿Alguna vez hemos pensado en el poder de los abrazos?, ¿nos hemos detenido a pensar qué implicaciones tiene la acción de abrazar?, ¿será que el hecho de abrazar se nos ha convertido en algo cotidiano y sin sentido?
Hoy en día abrazar puede llegar a ser una acción cotidiana que quizá se realiza mecánicamente y sin imaginar su alto valor para el ser humano. Podría decirse que los abrazos tienen poderes mágicos…sí, la magia de sentir que somos amados, que existe alguien para quien somos importante y que se preocupa por nuestro bienestar. En definitiva, un abrazo es un lazo de amor incondicional.
Un abrazo tiene un alto nivel curativo. Cuando se está entre los brazos de alguien se cura el alma y se genera un alivio emocional. Puede parecer que abrazar sea un simple gesto, pero en realidad tiene un significado emocional muy grande, porque quiere decir: “estoy acá para ti sin importar nada”, “te amo”, “eres importante para mí”, “cuenta conmigo”.
Un abrazo siempre será más que suficiente para recargarse. “Un abrazo vale más que mil palabras”, un abrazo lo dice todo, su silencio tiene más poder que la palabra misma y su lenguaje se traduce en el del amor y del afecto.
Dentro de los múltiples beneficios que tienen los abrazos se pueden mencionar algunos como: disminución del estrés y la ansiedad, aumento de la autoestima, sensación de confort, tranquilidad, alegría, protección y seguridad; transmite energía y fortaleza y genera vínculo y conexión.
La invitación entonces es a disfrutar de dar y recibir abrazos, dejémonos llevar por el acto más sencillo, simple y humano, que nos brinda una gran dosis de amor.