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Tejiendo Hogares

2018-07-30

¿Firme o amable?

Por Carolina Zapata Monsalve

Firmeza y amabilidad son dos palabras que históricamente se han encontrado, o en algunos casos alejado, para tratar de determinar maneras de formar a nuestros niños. Por tradición, el estilo de crianza estaba básicamente centrado en la firmeza, pero con el paso del tiempo las familias empezaron a implementar métodos de crianza relacionados con los valores y el respeto, ejercicio que por lástima se llevó a un extremo, basando la educación de los niños en la amabilidad.

Día a día los padres de familia se enfrenten a esta dualidad que de entrada plantea no solo formas de entender la formación de los hijos sino distintas maneras de establecer las relaciones dentro del núcleo familiar.

Para intentar dar respuesta a este enigma es necesario comprender ambos términos.  Firmeza hace referencia al establecimiento de normas y límites partiendo de un criterio que en pocas ocasiones tiene discusión.  Por su parte, amabilidad es sinónimo de dignidad, respeto, comprensión y cortesía.  Si se tiene en cuenta ambas definiciones vale la pena plantearse el siguiente cuestionamiento: ¿será que la verdadera respuesta recae en el hecho de elegir entre ser firme o amable?

Parece ser que la cuestión no estaría en estar de un lado o del otro, adoptar una forma determinada de crianza o elegir algunas de las dos opciones lo cual  significaría estar en un extremo.  La solución recaería en la perfecta mezcla o combinación de las dos tendencias: ser firme y amable al mismo tiempo.  Son ambas formas las que le dan respuesta al proceso de crianza en donde las normas y los límites no pueden ir desligadas del amor y el respeto que cada ser humano se merece.

Es como si fuera posible elegir entre inhalar o exhalar pues ambas acciones se necesitan para respirar. Lo mismo pasa en la crianza, la cuestión no está en decidir cuál de las dos es mejor que la otra, la respuesta está en aplicar los dos términos de manera simultánea.  Lynn Lott y Jane Nelsen plantean que ser solo amable o solo firme es tan peligroso psicológicamente como elegir entre inhalar o exhalar desde el punto de vista fisiológico.

De esta manera queda claro que en el proceso crianza los padres de familia pueden adoptar una postura que parta tanto del amor y el respeto como la implementación de normas, límites y disciplina.

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