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A los 18 años, Azly Jiriany Pareja Jaramillo ha vivido muchas vidas en una. Es escultora, profesora, brigadista de la Cruz Roja, cantante de una banda de rock folclóric...
A los 18 años, Azly Jiriany Pareja Jaramillo ha vivido muchas vidas en una. Es escultora, profesora, brigadista de la Cruz Roja, cantante de una banda de rock folclórico, estudiante de Derecho y voluntaria en procesos sociales con personas mayores. Cuando ganó el Estímulo a los Talentos y Liderazgos de las Mujeres 2024 en la categoría Junior, tenía 17 años y una agenda diaria llena de pasiones y propósitos. “Yo me postulé sin creer mucho que podía ganar, pero hubo personas que vieron en mí lo que yo no había sido capaz de ver. Me animaron, me ayudaron a diligenciar los documentos, a creer que era posible”, cuenta.
Vive en el barrio Pedregal, en la Comuna 6 de Medellín, junto a su mamá, su papá y su hermana. Estudia Derecho en el Tecnológico de Antioquia y cada día arranca muy temprano: clases en la mañana, talleres en la tarde, ensayos en la noche. Su semana también incluye visitas a personas mayores, sesiones de formación en la Cruz Roja y horas dedicadas a esculpir cuerpos femeninos, una manera de reivindicar la mirada propia sobre el cuerpo. “Estamos acostumbradas a que nuestros cuerpos los esculpan los hombres. Con la escultura he podido entenderme, sanar, acompañar a otros. Es también una forma de resistencia”.
En el taller de escultura al que llegó por curiosidad, hoy también enseña. “Al principio, los que llegan creen que soy otra alumna. Pero pronto se dan cuenta de que también soy profe. Me tienen respeto, cariño, admiración. Es muy bonito lo que se construye en ese espacio”. Mientras moldeaba una de sus esculturas fue grabado el video con el que se postuló a los Estímulos. Su colección, dice, está inspirada en cuerpos reales, en diversidad, en mujeres que sanan desde el arte.
Pero no todo ha sido sencillo. Durante mucho tiempo creyó que no tenía talento para cantar. Hoy es vocalista de Centuria, una agrupación que mezcla rock, bambuco y jazz. Con ellos está grabando su primer álbum. “Toda la vida me habían dicho que cantaba feo. Pero me dieron la oportunidad y encontré otra parte de mí”. En cada una de estas facetas ha descubierto caminos para acompañar a otros, especialmente a mujeres y jóvenes que están buscando sus propios lugares en el mundo.
Cuando la invitaron a postularse a los Estímulos, dudó. “Uno a veces cree que lo que hace es pequeño. Pero no es así. Lo que para uno puede parecer mínimo, para otros es transformador. Postularme fue una forma de reconocerme”. En los encuentros previos a la ceremonia, conoció a otras mujeres jóvenes talentosas, con quienes compartió historias y sueños. “Yo pensaba: todas se lo merecen, yo ya gané con estar aquí”. Pero su nombre fue anunciado en medio de la ceremonia, y no lo podía creer. “Temblaba, me olvidé de cómo subir al escenario. Recuerdo que la secretaria me abrazó y me dijo: ‘tranquila, te lo mereces’. Ese abrazo me devolvió a la tierra”.
En la categoría Junior, que está enfocada a mujeres menores de edad entre los 14 a 17 años, las mujeres reconocidas tienen la posibilidad de realizar un viaje junto a un acompañante. Azly con el bono del reconocimiento decidió recorrer Colombia. Ya visitó el desierto de la Tatacoa y Cartagena; en los próximos meses planea ir al Amazonas y a Santa Marta. “Muchas personas me preguntan por qué no al exterior, pero yo quise empezar por mi país. No conozco Colombia, y quiero recorrer primero esta tierra que me ha visto crecer. Cada viaje ha sido una forma de conectarme conmigo misma, con mi historia, con mis sueños”. En esos trayectos, ha compartido también con su mamá y su hermana, porque siente que el reconocimiento es también de ellas.
Azly considera que estos reconocimientos transforman vidas, no solo por lo que representan públicamente, sino por el efecto íntimo que tienen en la autoestima y el reconocimiento propio. “Muchas veces los demás ven más fácil nuestras cualidades que nosotras mismas. Esto te hace creer en ti, te hace entender que lo que haces, aunque parezca pequeño, es valioso y transforma”.
Azly tiene claro que su proyecto de vida no está separado de su compromiso con las comunidades. Le apasiona el trabajo con personas mayores, la educación, el acceso al arte, la defensa de los derechos. “Estos estímulos son una forma de decirnos a nosotras mismas: valemos, lo que hacemos importa, tenemos derecho a ser vistas. A veces los demás ven nuestro valor antes que nosotras mismas. Pero al reconocernos, crecemos”, dice. “Yo le diría a otras chicas que se postulen, que se den esa oportunidad. Nada de lo que hacemos es pequeño. Y si alguien más puede ver tu valor, tú también puedes empezar a verlo”.
Hoy Azly cursa segundo semestre de Derecho en el Tecnológico de Antioquia. Dudó entre esa carrera y artes, pero eligió el Derecho por su vocación de justicia. “Quiero trabajar con comunidades, con los que menos tienen. Quiero ser la primera alcaldesa electa de Medellín”, dice entre risas. Pero su risa tiene la firmeza de quien, a su corta edad, ya sabe lo que quiere.
La convocatoria Estímulos a los Talentos y Liderazgos de las Mujeres 2025 ya está abierta. Como Azly, hay muchas jóvenes que están transformando sus entornos desde el arte, la música, la educación o el trabajo social.