Alcaldía Sala de Prensa Noticias Maribel Camargo, de la escritura en Enciso a hablar inglés sin pena con Sapiencia

Imagen Maribel Arango estudiando inglés foto ppal 2

Maribel Camargo, de la escritura en Enciso a hablar inglés sin pena con Sapiencia

Contenido asociado a:

Pertenece a las secretarías:

Medellín en Historias | Secretaría Privada
Por: Sergio Ocampo Rivera | Sapiencia Fotos: Laura Tamayo Castaño Editor: Alonso Velásquez Jaramillo. |

En la comuna 8, donde Medellín se empina por las lomas del barrio 13 de Noviembre, una ventana al final de un pasillo dejaba pasar un rayo de luz que rebotaba sobre las ...

Compartir en:
  • En la comuna 8, donde Medellín se empina por las lomas del barrio 13 de Noviembre, una ventana al final de un pasillo dejaba pasar un rayo de luz que rebotaba sobre las tejas. Desde allí, Maribel Camargo Villalobos veía pasar los días entre libros, clases de inglés y un murmullo constante: el sonido de la quebrada La Aguadita, que corría justo detrás de su casa.

    A sus 19 años, Maribel Camargo se convirtió en una de las 2133 beneficiarias del programa de bilingüismo que la Alcaldía de Medellín ofreció en 2024, a través de Sapiencia, la Agencia de Educación Postsecundaria, para que más personas fortalecieran sus habilidades en inglés como segunda lengua.

    En ese momento, avanzaba en el cuarto semestre de Literatura y Licenciatura en Lengua Castellana en la Universidad de Antioquia. “Siempre quise ser profesora”, dijo. Desde pequeña improvisaba clases con tizas y tableros, jugando a enseñar vocales a los niños de su barrio.

    Aprender inglés sin pena

    Estudió inglés y gratis con la Alcaldía. Una profesora de su colegio, la Institución Educativa. Sol de Oriente, le contó que por redes sociales Sapiencia había abierto cupos gratuitos para aprender este idioma. Se inscribió. A los pocos días, recibió la notificación, que le cambió el semblante y la llenó de alegría. “Lo elegí por perderle el miedo a hablar, a conversar, y por la posibilidad de viajar. El inglés te abre muchas puertas”, afirmó con convicción.

    Pero el camino no fue sencillo para Maribel. “Tengo una relación de amor y odio con el inglés”, admitió. Le encantaba leer y escuchar, pero hablar inglés le daba pena. “En los espacios donde podía practicar, se burlaban de mi pronunciación. Desde ahí empecé a estudiar otras cosas”. Pero con el programa de bilingüismo de Sapiencia, esa experiencia cambió.

    Sí es posible estudiar gratis

    “A la Alcaldía de Medellín, a Sapiencia, muchas gracias por esta oportunidad de mostrarle a las demás personas que sí es posible estudiar de forma gratuita, ya que en años anteriores no se veía. Es una oportunidad que me hizo perder el miedo de hablar en inglés, porque nunca fui como juzgada. Espero que sigan continuando con el proceso”, reconoció.

    El Distrito busca soluciones al déficit de $360.000 millones en Sapiencia

    En la comuna 8, donde Medellín se empina por las lomas del barrio Trece de Noviembre, una ventana al final de un pasillo dejaba pasar un rayo de luz que rebotaba sobre las tejas. Desde allí, Maribel Camargo Villalobos veía pasar los días entre libros, clases de inglés y un murmullo constante: el sonido de la quebrada La Aguadita, que corría justo detrás de su casa.

    El curso fue híbrido: combinó actividades presenciales con clases virtuales. Ella lo hacía por las noches, después de las clases en la universidad y de las tareas que ayuda a hacer a una niña de su barrio los fines de semana. “Fue un proceso bastante chévere porque era autogestionable, tú decidías a qué horas ingresar a la plataforma y cumplir con las actividades. Fue muy ameno. Estaba ‘Luci’, un avatar de inteligencia artificial que al inicio detestaba porque no me aceptaba la palabra que pronunciaba, y ya después fue como las mejores amigas”, contó entre risas.

    Para que más ciudadanos como Maribel puedan aprender de forma didáctica este idioma, Sapiencia abrió para este semestre una nueva convocatoria con 4000 cupos para que las personas hablen inglés sin pena. En ella se invirtieron cerca de $3000 millones para llevar una formación híbrida, con experiencias presenciales, clubes de conversación y clases virtuales autogestionables, de la mano de la Universidad EAFIT como institución aliada, que se sumó con su infraestructura educativa para que más personas en la ciudad aprovecharan estas oportunidades.

    Imagen Ecard Sapiencia Inglés

    Letras que nacen desde Enciso

    En un humilde cuarto, rodeada de una cama doble con un par de peluches, una fotografía de su grado como bachiller colgando en la cabecera, un escritorio tubular desgastado y un escaparate negro con un par de calcomanías, Maribel escribía cuentos cuando las ideas llegaban. Lo hacía a mano, en hojas sueltas.

    Uno de sus cuentos fue publicado en el libro La sombra de la realidad, en su antiguo colegio Sol de Oriente en 2024. Lo tituló Cuando valía la pena vivir, una reflexión sobre la niñez, los juegos en la calle como ‘cucha cogida’, ‘la voy’, donde los raspones en las rodillas que hoy, decía, “se han vuelto heridas más profundas, en el corazón y en la mente”.

    Pero no todo era estudio. Su rutina estaba marcada por el esfuerzo. Vive con sus padres, Yesenia y Adenol, el uno de Mompox y el otro de Guamal, costeños trabajadores que madrugaban para sostener el hogar: la mamá, como empleada en un restaurante escolar del Programa de Alimentación Escolar -PAE-; el papá, en una fábrica de suelas de zapato en La Estrella, mientras que su hermano mayor, Luis Felipe, trabaja en un contact center.

    Su impulso por salir adelante tampoco se detuvo. Desde hace más de dos años cuida a una niña de nueve años del barrio. La acompaña al entrenamiento de rugby subacuático, monta bicicleta con ella, la lleva a fiestas y cuida de ella. “Al principio lo hice por dinero, para mis estudios, pero con el tiempo le cogí cariño”, contó. “El dinero es para el estudio. Para las copias, comprar materiales para llevar actividades al aula, que no son nada baratos, como vinilos, fomis, marcadoras y también para los pasajes”, asegura.

    Desde su casa humilde de ladrillo, un piso de cemento en Enciso, rodeada de pendientes, tejados y del correr de la quebrada, Maribel sueña con enseñar, viajar y seguir escribiendo en español y en inglés.

    Su historia, como tantas otras, demostró que, en Medellín, sí es posible aprender inglés y sin pena.


    Acércate a la Alcaldía de Medellín

    Ir al contenido