Festival Buen Comienzo de Medellín: historias más extraordinarias que las mismas Criaturas Fantásticas

En el Festival Buen Comienzo florecen las historias que se dan contra todo pronóstico. Ese es el caso de 28 niñas y niños del corregimiento Santa Elena de Medellín, quienes a pesar de no tener los recursos para transportarse hasta Plaza Mayor, se las ingeniaron y lograron llegar a este lugar que soñaban conocer, en donde querían participar y gozar de este evento.

Johana Zapata, es la lideresa que hizo posible, con ayuda de gestores del programa  Buen Comienzo Medellín y del Inder, que niñas y niños del corregimiento Santa Elena vivieran un día inolvidable, pero no podemos pasar por alto a quienes pusieron alas a esta valiosa labor: la empresa de transporte de Santa Elena, Trasancoop, encargados de recoger a estos pequeños y de llevarlos al lugar donde la magia cobra vida. Allí los esperaron y luego los llevaron de nuevo a sus casas con el corazón lleno de recuerdos y de aventuras maravillosas.

El Disney paisa

Cuando el bus de la empresa Trasancoop los recogió, los niños estaban más que listos -algunos se despertaron desde las tres de la mañana a esperar a que saliera el sol–. Se montaron y se dio inicio a la aventura en la que viajarían a Medellín a participar del Festival Buen Comienzo; algo así como el Disney paisa.

Niños en el bus

Al atravesar la puerta principal no podían creer el espacio al que estaban entrando. En sus rostros se veía que se había superado toda la expectativa. No sabían a cuál atracción ingresar primero. Estaban ansiosos de vida, de ser niños, de disfrutarse este día como ningún otro, pues nunca habían tenido la oportunidad de visitar un lugar que estuviera a la altura de la magia que habita en sus almas.

Dentro de estos 28  niños viajeros, también venían nueve del Hogar Nazareth, que por situaciones de la vida terminaron allí y aunque sus juegos habían sido diferentes, nunca habían visitado un festival y no sabían que esas Criaturas Fantásticas que veían en cada pasillo habían sido creadas por otros iguales a ellos, que también tenían un universo de magia y fantasía; el refugio seguro que les da su mente, alejados del ruido del mundo real.

Johana asistió con sus dos hijos: Maria Paz Zapata de dos años y Alaia Zapata de 11 y, aunque ella es una adulta, dice que: “Siento mucha felicidad,  tanto para uno como adulto, así como para ellos como niños”. Es que en este Festival todos vuelven a ser niños, se transforman y viven las experiencias a través de sus hijos, juegan como si las responsabilidades no existiesen y los años no pesaran.

Los pequeños recorrieron cada pabellón y se dejaron cautivar por la esencia de las Criaturas Fantásticas. En cada sala que visitaban se encontraban con un universo que solo habían dimensionado en su imaginación y estos personajes salidos como del otro mundo alegraban su caminar, mientras disfrutaban del arte que se respiraba en todo el lugar.

El  tiempo parecía detenerse para estos 28 niños que se sumergieron en el universo  de ensueño que les brindó este Festival y para muchos de ellos, seguramente desde hoy se permitirá soñar, imaginar y crear mundos maravillosos donde sus pensamientos son posibles, a pesar de su a veces difícil realidad.

Desde el programa Buen Comienzo, en la Alcaldía de Medellín estamos convencidos de que al hacer posibles estos espacios de ciudad, se  evoca en nuestra infancia una curiosidad que les permite proyectarse, construir una vida donde puedan proponerse metas grandes, una vida dotada de valor social y con altas aspiraciones. Este programa les da perspectiva, les muestra la ciudad, les enseña las profesiones que pueden ejercer, les da alegría y esperanza; en resumidas cuentas, les muestra lo inmenso que es el mundo.

Lo cierto es que desde este programa Buen Comienzo se tejen redes de apoyo que posibilitan el desarrollo de nuestros niños y niñas, porque así como es la historia de estos 28 pequeños, hay cientos de relatos que son dignos de contarse, porque todos ellos se escriben diariamente con amor.