Colegio femenino de Medellín recibe la primera pista de tránsito escolar para la enseñanza de la seguridad vial

En una esquina de la calle 45, en la comuna 9 de Medellín, está una imponente casa. A simple vista no pareciera ser la sede de la escuela femenina Juan Cancio, anexa a la Institución Educativa Gonzalo Restrepo Jaramillo, pero la percepción cambia cuando al entrar, por su puerta principal, la alegría, los juegos y las risas típicas del descanso son las que reciben a quienes llegan a visitar este espacio escolar. Allí en esta escuela pública fue instalada la primera pista de tránsito de la ciudad para aprender sobre seguridad vial.

Al ingresar a la casa -bajo un imponente sol- un grupo de niñas que no sobrepasan el metro de estatura se encuentra en la cancha principal; allí reciben de parte de su profesora las últimas instrucciones para lo que más adelante presentarían en un emotivo acto cívico. Lo llamativo, es que todas son pequeñas que cursan el grado primero y tienen consigo unos cascos elaborados en material reciclable, que fueron hechos durante la clase de aprovechamiento de este tipo de material.

En otro espacio juntico a ellas hay otras estudiantes con petos naranjas que dicen: “patrulla escolar”; ellas son las encargadas de velar porque no haya ningún hecho que lamentar durante el descanso de la jornada escolar y, contiguo a ellas, hay otra cancha en la que los semáforos, bicicletas, las señales de tránsito y una pista, llaman la atención.

Una pista para la seguridad vial

Todo el mobiliario hace parte de la primera pista de tránsito fija escolar que la Secretaría de Movilidad entrega a una Institución Educativa pública del Distrito, un proyecto que se logró gracias a un trabajo articulado entre la escuela y la Administración Distrital para seguir fortaleciendo la educación vial desde los primeros años de vida cuando en la escuela, estos, se convierten en replicadores del mensaje en sus diferentes entornos.

Las más felices son las estudiantes y la profesora Arleyma Quintero quien coordina el proyecto de seguridad vial en el colegio; para ella la pista de tránsito “es un espacio para el aprendizaje” el cual hoy ya es permanente, pues antes, debían trasladarse a otros lugares para recibir la clase de seguridad vial.

“Después de la pandemia las pistas se terminaron en el parque Norte, entonces en ese tiempo, recibíamos la clase en el colegio con una pista que traía la Secretaría de Movilidad itinerante, comenzamos la gestión y hoy ya tenemos la pista, ahora nos ahorramos la parte de desplazarnos hasta ese lugar, ahora este espacio no es solo para divertirse, sino para aprender, es algo novedoso para las niñas. Les trae mucha felicidad”, cuenta la profesora, entre risas y agradecimientos.

La pista

La pista está ubicada en el segundo patio del colegio Juan Cancio, allí sobre el asfalto está pintada una vía principal con intersecciones semafóricas, pasos peatonales y señalética. Esta es la primera de manera fija que el Distrito de Medellín entrega a una institución educativa pública y que se convierte en el referente para que otras también se articulen con la Secretaría de Movilidad para fortalecer los procesos educativos en torno a la seguridad vial.

Durante la entrega oficial, las niñas del colegio y de la patrulla escolar aprendieron de las normas de tránsito de la mano de los agentes infantiles, se sensibilizaron sobre cómo darle prelación al peatón y de usar todos los elementos de protección.

En la inauguración oficial de la pista, también se hizo entrega, en comodato, de 21 bicicletas y mobiliario como sillas y mesas para continuar con estos espacios de aprendizaje. Para el subsecretario de Seguridad Vial y Control de la Secretaría de Movilidad de Medellín, Arles Giovanny Arias Jiménez es de vital importancia educar desde la infancia a través de la lúdica y el juego. “Nuestros niños y niñas son los principales replicadores del mensaje de seguridad vial; es en estos espacios, en la escuela, en la casa y en las vías en donde nuestros niños son actores fundamentales en el marco de la movilidad segura”, afirma.

La patrulla escolar y su labor en la seguridad vial

Si antes se presentaban muchos incidentes al interior de la institución educativa, ahora con los conocimientos adquiridos en educación vial han ido disminuyendo ostensiblemente. La educadora Arleyma asegura que esto ha sido gracias a la patrulla escolar, una iniciativa del colegio en el que desde primero hasta el quinto grado son conscientes de cuidar la vida de todos los actores viales. Pero ¿cómo es posible este hecho? Ella explica que todo es a través de la regulación del tránsito durante los descansos.

Las integrantes de la patrulla escolar se ubican en sitios estratégicos del colegio donde hay más riesgo de caídas o incidentes como las escalas, el patio, los baños en la tienda, como asegura la docente: “si por ejemplo las patrulleras ven a unas niñas corriendo muy fuerte por las escalas, ellas les pitan y les dicen que no corran tan rápido y que tengan precaución. En los baños, como están divididos desde transición hasta quinto, ellas se encargan de que cada una vaya al baño que es o en el patio a veces juegan brusco, entonces las alertan para evitar incidentes”.

De la patrulla hacen parte principalmente niñas de los grados cuarto y quinto. Ellas además de tener las misiones antes mencionadas, también cumplen un papel fundamental, el de educar, pero educar desde el ejemplo.

Susana Mayorcado es una de las integrantes de la patrulla escolar. Junto a sus compañeras vigilan que no haya incidentes al interior del colegio; ahora con la pista su responsabilidad es mayor, pues según ella, ahora sí van a poder tener más conocimiento sobre las normas de tránsito. “Esta pista es importante porque ahora las niñas ya pueden ser lo que ellas quieren ser, muchas quieren conducir una moto o un carro, ahora van a aprender a respetar las normas de tránsito, los semáforos, ver cuándo deben parar, cuando darle paso al peatón”.

Geraldine García Vergara también es otra de las integrantes de esta patrulla. Ella con la actitud de toda una cuidadora comenta que la pista también se convierte en un espacio para pasar tiempo libre de manera responsable. “La pista me parece muy buena porque las niñas pueden disfrutar y pasar tiempo libre, además de recrearse porque antes no teníamos estas bicicletas que recibimos hoy, esto por si ellas quieren manejar moto o estar en una escuela de ciclismo, ya sabrán sobre las normas de tránsito”.

El reciclaje

En la escuela Juan Cancio también realizan un proyecto escolar denominado La escuela reciclando emprende una iniciativa para aprovechar el material de clase que logra ser clasificado como reciclaje y así de paso cuidan el planeta. Este proyecto también tuvo injerencia durante la inauguración de la primera pista de tránsito fija escolar ya que muchas estudiantes usaron cascos reciclados realizados durante las clases.

La iniciativa surgió a raíz de la necesidad de muchos padres de familia al no contar con los recursos suficientes para poder comprar un casco que pudieran tener al momento de usar las bicicletas donadas, pero esa adversidad se convirtió en una oportunidad para diseñar, a gusto propio, los mejores cascos que cuidan el planeta. Durante la entrega, las niñas lucieron cascos con formas de gato, con colitas e incluso de hasta astronautas entregando un mensaje de que, pese a no contar con muchos recursos, el cuidado de la vida y de todos los actores viales es primero.

Durante la inauguración de la primera pista de tránsito fija escolar se entregaron menciones de honor a las patrulleras escolares por el servicio prestado, se realizó el baile de la moto para concienciar sobre las normas de tránsito y se hizo un reconocimiento especial a la Secretaría de Movilidad por el trabajo en el cuidado de la vida en las vías, secretaría que en estos últimos cuatro años ha sensibilizado a más de 21 000 docentes, estudiantes y padres de familia en el respeto por las normas de tránsito a través del equipo social del proyecto de Transformación Cultural.

El trabajo de sensibilizar continúa en el Distrito de Medellín porque la meta a la que se quiere llegar es tener cero muertes en la vía por incidentes viales.