El caleño que llegó a Medellín a cuidar La Palencia, en El Centro de la ciudad, con el apoyo de la Alcaldía

A sus 14 años, John Jairo López dejó atrás la Feria de Cali, el chontaduro y la ola de violencia que tenía perturbada a su comunidad y llegó a Medellín, con su morral y muchos sueños para conquistar a  la Ciudad de la Eterna Primavera.

John Jairo López empezó vendiendo bolsos y correas en El Centro de la ciudad. En el suelo y con sus palmas invitaba a propios y visitantes a apoyar lo que para él era su única salida. “Llegué buscando un mejor futuro y una mejor economía y esta tierra me ha bendecido mucho. De pequeño, veía que en las carpas de los camiones decía Hecho en Medellín y me parecía muy lindo”, menciona con su voz tranquila y positiva.

Es uno de los ocho ciudadanos que, desde la Alcaldía de Medellín, se reconocieron por cuidar con amor su sector y hacer que la ciudad esté cada día mejor. Su marca “El Caleño”, como también lo conocen en la calle La Palencia, ubicada a un costado de la plazuela San Ignacio, en la Comuna 10, hoy ocupa siete locales y su actividad económica ahora es la venta y reparación de bolsos y zapatos. “Esta es una ciudad bonita, hermosa, la calidad de la gente es impresionante. Acá se ve mucho la pujanza de la gente”, reconoce que después de 25 años, él y la ciudad se han transformado.

La recuperación de La Palencia

“Cuando llegué a esta cuadra fue algo muy difícil, porque había mucha indigencia, consumo e inseguridad; la gente hacía sus necesidades en cualquier lado y era muy complicado trabajar, pero comenzamos con los habitantes de calle: a levantarlos temprano y de tanto hacerlos madrugar con insistencia, ellos se cansaron y se fueron de este sector”.

Su trabajo entre los vecinos se ha destacado; empezó con sus palabras amables a realizar pedagogía y a unir a la comunidad, para que juntos atendieran las problemáticas de su cuadra: “Enviaba a la gente que iba a hacer sus necesidades en los andenes, a que se acercaran a los baños públicos, desplazaba las personas que estaban haciendo cosas no debidas y limpiaba siempre las fachadas para que todo se viera más bonito”, dice con orgullo.

Ama trabajar en El Centro de Medellín y hace con amor cada una de las labores, entre coordinar al personal, supervisar el trabajo de arreglo de maletas y bolsos y la buena costura para los zapatos, con los que promueve un mensaje muy positivo de cuidar el medio ambiente, dándole una segunda oportunidad a dichas prendas.

El apoyo de la Alcaldía de Medellín

Su trabajo social es también un motivo de inspiración; hoy, lo hace de la mano de la Alcaldía de Medellín, a la que siente que tiene mucho por agradecer: “Yo creo que la administración del doctor Federico ha sido muy buena, el apoyo de la Alcaldía y la Policía han sido muy importantes, porque uno solo no lo puede lograr. Tengo claro que en la vida venimos es a servir”.

Entre los vecinos limpian, barren y pintan la cuadra. Durante las fechas especiales como Amor y Amistad y Navidad, hacen eventos y se organizan para embellecer este sector, que al caminarlo se puede ver limpio, sin olores desagradables y con sus fachadas pintadas, a estas acciones se vincula la administración promoviendo la corresponsabilidad y reconociendo la importancia de apropiarnos y cuidar el barrio de todos: El Centro.

“El reconocimiento que me hizo la Alcaldía, ha sido gracias al trabajo que he realizado durante tantos años por mantener la calle en buenas condiciones, limpiar los grafitis; porque cuando ellos rayan, yo limpio, y vemos quien se cansa más, si ellos de rayar o nosotros de pintar. Es una labor para que todo se vea más bonito”.

John Jairo es amable, siempre tiene una sonrisa, es carismático y su pensamiento ha hecho la diferencia durante toda su vida; se casó aquí y dice que, aunque nació en Cali, su vida le pertenece a Medellín. Cree en el poder de pensar siempre en positivo, porque el negativismo cierra muchas puertas.

“La Palencia, en la Comuna 10, está mejorando mucho y eso nos llena de satisfacción. Yo soy un ciudadano que cuida con mucho amor”, asegura con una sonrisa en su boca.