Entre calles y cuerpos: la cocreación como punto de encuentro

Nía y Yenifer no se conocían, pero sus pasos coincidieron en las calles del barrio Enciso, en la ciudad de Medellín. Cada una, por su cuenta, fue nómada de la ciudad creativa y vibrante que, como ellas, y los otros  integrantes del laboratorio creativo de la Red de Audiovisuales tuvieron la oportunidad de encontrarse en la Fundación Universitaria  Bellas Artes. Unos y otros, con sus visiones del mundo y sus habilidades, se encargaron de no dejar un resquicio de imaginación para materializarlo en su propia creación  a la que le identifican muy bien el hilo conductor: la cocreación.

Lo que comenzó como un ejercicio audiovisual, pronto se transformó en un crisol de expresiones. “Eso era lo que lograba reunir el laboratorio: muchas disciplinas desde el arte. Eso permitió cocrear desde diferentes miradas y le daba un resultado que, personalmente, conectaba y me parecía muy lindo, contundente, con concepto por todas las miradas que tenía”, cuenta Yenifer Restrepo, que participaba como monitora, con el propósito de cumplir con sus horas sociales, pero terminó completamente vinculada con el proceso, sumando al proyecto.

Ejercicio en el laboratorio de la Red de Audiovisuales

Nía Montoya tiene formación en fotografía y ha participado en residencias artísticas, llegó a la Red el día que junto a sus compañeros fue invitada a integrar el laboratorio creativo, espacio en el que encontró algo nuevo: el cuerpo como herramienta creativa. “Aprendí a moverme más corporalmente, a explorar con el cuerpo, a romper esas barreras que tenía, porque me invitaba y era un espacio seguro el poder experimentar desde esas corporalidades”, expresa con satisfacción. La experiencia, que también abordó lo sonoro, trascendió la lógica de lo audiovisual. Fue un espacio de formación ciudadana y artística que encarnó la misión de la Red de Prácticas Artísticas y Culturales de Medellín desde los lenguajes experimentales.

Exploración con el cuerpo en el proyecto «Cuerpos fragmentados»

Donde se unieron 15 personas a crear, el mundo se llenó de posibilidades. “Hablábamos mucho de la fragmentación, de la identidad, de la tecnología, de las redes sociales, de la colectividad, del yo.  En “Cuerpos fragmentados”, que es como se llama el proyecto, volvieron todas esas experiencias previas, explorativas, que ahora tenían un concepto, un fundamento, de poder estar todas unidas en un corto”, recuerda Nía. El resultado fue un corto experimental que traspasó los muros del aula y participó en escenarios como la Muestra de Videoarte Intermediaciones y el evento Miradas.

Durante las presentaciones, mientras los visuales se proyectaban, los cuerpos performáticos habitaban la escena y el corto se exhibía, surgían voces que celebraban esta apuesta artística. Su aceptación inspiró nuevas exhibiciones en eventos como Entre Redes y Entre Red, que marcaron el cierre y el inicio de las actividades de la Red en 2024 y 2025.

Visuales evento Entre Red

Para Nía, Yenifer y sus compañeros: Julia, Moisés, Enmanuel, Justin, Daniel, Melissa, Valeria, Arley, Amalia, Camila, Nina, Santiago y Mateo, el laboratorio creativo de la Red de Audiovisuales fue mucho más que un espacio artístico: fue una experiencia de libertad, reflexión, exploración y comunidad. Juntos fundieron sus diferencias en un lenguaje compartido. Juntos convirtieron sus cuerpos fragmentados en una sola obra viva.