Alcaldía
Contenido asociado a:
Foto: Elizabeth David. Fotógrafo: Ilustración: Kelly Velásquez 2021-07-08 Familias de paso que brindan amor a niñas y niños de Medellín Por Alonso Velásquez Jarami...
Foto: Elizabeth David.
Fotógrafo: Ilustración: Kelly Velásquez
2021-07-08
Familias de paso que brindan amor a niñas y niños de Medellín
Niñas y niños de la ciudad, que viven en situación vulnerable y/o de amenaza, reciben cariño y respeto en hogares de paso, donde familias de buen corazón, los cuidan y protegen como si fueran sus propios hijos, generando confianza, gratitud y esperanza en los pequeños.
Es un voluntariado de amor y de corazón. Desde el año pasado en nuestra ciudad, 804 niños y niñas, entre cero y nueve años, que viven en situación de amenaza y/o vulneración de derechos son cuidados por familias de paso que por deseo propio deciden velar temporalmente por la satisfacción de las necesidades de estos, en materia de alimentación, vivienda digna y salud.
Elizabeth David, tiene 29 años, es habitante del barrio Robledo y participa de este programa impulsado por la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos de la Alcaldía de Medellín. “A mí me gusta ser madre de paso porque es muy gratificante saber que puedo ser de ayuda para alguien que lo necesita. Me gustan mucho los niños y durante este tiempo he tenido experiencias muy lindas. Son cosas que le llenan a uno el corazón y me animan a seguir en el programa brindando lo mejor de mí”.
Estas familias aportan con el acompañamiento integral a niños y niñas de la ciudad, con la resolución de conflictos y la creación de espacios armoniosos que permiten que los derechos de esta población sean cumplidos y garantizados.
El programa y sus beneficios
Para ser parte de las Familias de Paso, el postulante debe tener entre 25 y 57 años, una escolaridad mínima de noveno grado, estar en buenas condiciones de salud, no tener antecedentes judiciales y que su vivienda quede en Medellín. Además, debe contar con el apoyo del núcleo familiar con el que convive y tener experiencias relacionadas con el cuidado de menores.
La acogida es voluntaria y es una medida legal y transitoria mientras se logra el restablecimiento de derechos para la niña o el niño y por ello la Administración Municipal ofrece un incentivo económico a las familias participantes, que sirven para cubrir los gastos de los menores.
Aparte de la cuota de manutención que se les brinda por parte de la Administración Municipal -la cual se usa para implementos de aseo, alimentación, transporte y elementos que los niños van necesitando- estas familias también recibieron este año una beca. “Estamos muy agradecidas porque podemos disponer de ella en lo que necesitemos y ayudarnos en nuestros hogares. Además, cada año nos dan la dotación, que son implementos para el hogar y una tula mágica que trae varios juguetes para todas las edades”, expresa Elizabeth.
¿Qué es ser Madre de paso?
Elizabeth tiene muy claras sus emociones por la labor que realiza. “Para mí ser Madre de Paso es ser parte fundamental del proceso de los niños y niñas que llegan a mi hogar. Aquí los acogemos con mucho cariño y dedicación y les hacemos su vida un poco más amena, porque son seres que a veces vienen con muchas carencias; entonces aquí con mucho amor, tratamos de que estén bien y nos esforzamos mucho por ellos”.
Y agrega: “los niños que llegan aquí inspiran fragilidad, ternura y alegría. Me han enseñado a ser mejor persona y a valorar cada instante en familia”.
Una experiencia que cambia la vida
Elizabeth vive agradecida por ser parte de este programa que le ha cambiado la vida. “Es muy satisfactorio saber que le abrimos las puertas a alguien que nos necesita; eso nos llena el corazón y además todo se hace más fácil porque tenemos un apoyo, no solo por mi hogar, sino por el grupo de profesionales que siempre están ahí brindando el acompañamiento necesario”, manifiesta.
“Mi vida, desde hace 5 años que llevo en el programa, cambió mucho y para bien; ahora tenemos siempre la mejor compañía, hay risas, juegos y alegría por toda la casa. Es muy duro verlos irse, pero a la vez, no hay mayor satisfacción que ver que quién llegó con determinada situación, se va recuperado tanto física, como emocionalmente”.
Los que llegan y los suyos son una sola familia
Ella es madre de dos hijos: uno de 6 y otro de 9 años, y les ha enseñado a compartir, sin diferencias, con estos otros niños y niñas que llegan de paso a su hogar. “La relación de ellos con los que llegan es muy buena, mis hijos comprenden el por qué están los otros niños acá y saben que estos pequeños son otros miembros más de la familia y que se debe contar con ellos para todo. Hasta ahora la relación entre ellos va muy bien”.
Como dice Elizabeth: “Estar aquí, más que un acto de solidaridad, es un acto de amor por ellos y por nosotros”.
Las familias de paso hacen parte del proyecto Hogares de Paso, donde se trabaja con niños de 0 a 17 años, los cuales han vivido en situación de amenaza y/o vulneración de derechos. En la submodalidad de Familias de Paso, se prioriza la atención de niños y niñas entre los cero y los nueve años.
Desde la Unidad de Niñez, de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos se generan cada mes procesos formativos enmarcados en estrategias de fortalecimiento, para que las familias de paso puedan estar actualizadas con las necesidades de sus beneficiarios y así proporcionarles un trato digno.