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En los pasillos de la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional, sede Medellín, habita desde hace más de 25 años Martha Inés Valderrama Barrera. Trabajadora social de formación, investigadora por vocación y docente de alma, Martha ha dedicado su vida a formar generaciones enteras de estudiantes, muchas mujeres que hoy día trabajan con y para las comunidades más vulnerables del Distrito y de Antioquia. En 2024, fue reconocida en los Estímulos a los Talentos y Liderazgos de las Mujeres de Medellín, en la categoría Liderazgo en Investigación. Su historia es un llamado a creer en el conocimiento como herramienta transformadora y en el poder de la voz propia.
Aunque ya está jubilada, no abandona las aulas y es porque para ellas estas son su hábitat natural, ella ha centrado buena parte de su labor investigativa en la comprensión y acompañamiento a poblaciones afectadas por el conflicto armado en Colombia, especialmente en Antioquia y Medellín. “Mi trayectoria ha estado profundamente ligada a la formación en investigación para mujeres trabajadoras sociales. Creo que ahí hay un elemento de justicia y de reconocimiento a una labor silenciosa, que ha sido esencial para comprender lo que ocurre en nuestros territorios”, cuenta.
Desde las aulas universitarias y los territorios, Martha ha investigado durante décadas temas asociados a la habitabilidad, el derecho a la ciudad, el conflicto armado y la construcción de paz, siempre con un enfoque en las mujeres populares. “Muchos de los procesos investigativos que he liderado parten de la vida misma de las comunidades, de la necesidad de narrar lo que ha pasado y lo que está pasando”, explica. “He trabajado con mujeres afro, indígenas, desplazadas, lideresas de barrios periféricos. Todas ellas me han enseñado a investigar con sensibilidad y con respeto”.
Desde sus investigaciones ha puesto en evidencia que, aunque muchas de las afectaciones se originan en zonas rurales, Medellín ha sido epicentro y receptor de muchas de las consecuencias del conflicto: no solo por su historia de violencia urbana, sino por ser la segunda ciudad del país en recepción de población desplazada. Esta apuesta por formar profesionales capaces de acompañar procesos de restitución de derechos, memoria histórica y transformación social, con tres cohortes ya formadas. “No se trata solo de estudiar la paz, sino de construirla con las personas, con sus saberes, desde su territorio”, señala.
Su trabajo no se ha limitado a los territorios urbanos, también ha tejido lazos de investigación con mujeres afro, indígenas y afroindígenas del Bajo Cauca, Urabá y Chocó. Desde estos escenarios, Martha ha comprendido y documentado las múltiples formas en que las mujeres, desde sus propias dinámicas comunitarias, construyen paz. “He aprendido que la memoria no es solo una reconstrucción del pasado, sino una herramienta de resistencia y dignidad”, afirma. En esa línea, ha propuesto una mirada crítica sobre la relación entre conflictividad urbana y procesos de paz, destacando cómo, incluso en los barrios y veredas más golpeados por la violencia, las mujeres lideran iniciativas de transformación con un profundo arraigo en el territorio.
Pero la historia de Martha no es solo académica. También es una historia de reconocimiento, de esas que no siempre se cuentan. “Cuando me propusieron postularme a los Estímulos, dudé. Pensé que había muchas mujeres más visibles, más conocidas. Nos pasa mucho a las mujeres: subvaloramos lo que hacemos. Pensamos que no es suficiente. Pero me presenté, con mi historia, con mis procesos, y fue muy especial”, recuerda con emoción.
La ceremonia del reconocimiento fue un momento inesperado. “Yo no lo creía. Decían el perfil de la ganadora y yo pensaba: qué bonita esa historia… hasta que dijeron mi nombre. Fue una sorpresa inmensa. Y una alegría profunda. No solo por mí, sino por todas las que hemos investigado desde la base, desde la comunidad”, relata.
En 2025, la Secretaría de las Mujeres del Distrito de Medellín abrió nuevamente la convocatoria Estímulos a los Talentos y Liderazgos de las Mujeres. Esta estrategia reconoce, visibiliza y apoya a mujeres que, desde distintas áreas y territorios, están generando transformaciones. La convocatoria está abierta hasta el 21 de junio a las 5:00 p. m. a través del portal www.medellin.gov.co/estimuloscultura/mujeres, y este año cada mujer seleccionada recibirá un estímulo económico o un bono de viaje.
Las categorías abarcan el liderazgo político, social, investigativo, en el servicio público, y en áreas como artes, deportes, medio ambiente, ciencias, emprendimiento y participación comunitaria. Hay líneas para mujeres desde los 14 años y para servidoras públicas.
“El liderazgo de las mujeres no siempre es visible, pero su impacto es profundo. Esta convocatoria es una herramienta para reconocerlas, para decirles que las vemos y que su trabajo construye ciudad”, afirmó la secretaria de las Mujeres, Valeria Molina.
Martha lo resume mejor: “Esta convocatoria no es solo un premio. Es una plataforma para visibilizar lo que hacemos, para tejer redes entre mujeres, para inspirarnos. Yo me lo creí gracias a otras, ahora quiero que muchas más se lo crean también”.
Para ella, lo más valioso del proceso fue encontrarse con otras mujeres: “Participar te permite descubrir la calidad del trabajo que hacen otras mujeres en Medellín. Ver tanta fuerza, tanta creatividad, tanta potencia… te reconcilia con todo”.
Por eso, hoy invita a otras a postularse: “Este estímulo es un acto de autorreconocimiento. Es una manera de decirte a ti misma: sí, lo que hago importa. Vale la pena. Tiene impacto. Nosotras también construimos ciudad”.