Alcaldía
Contenido asociado a:
Detente por un momento. Respira y piensa ¿De dónde provienen los alimentos que nutren tu cuerpo día a día? ¿Qué tan sano puede ser eso que comes? ¿Conoces a las pe...
Detente por un momento. Respira y piensa ¿De dónde provienen los alimentos que nutren tu cuerpo día a día? ¿Qué tan sano puede ser eso que comes? ¿Conoces a las personas responsables de cosechar los alimentos que cocinas y pones en tu mesa y la manera en que se producen estos alimentos?
Si la palabra campesino llegó a tu mente, ¡has acertado! ¿O mejor deberíamos llamarle productor, considerando que suena más sofisticado, y más actual? Así lo definen niños y niñas que construyeron el glosario que el autor Javier Naranjo compiló en su libro Casa de las estrellas (2013). “Es una persona inútil”, “los que se visten feo”, “pobre”.
Podríamos pensar en otras palabras para definir a un campesino. ¿Qué tal héroe? Si lo piensas bien, tiene botas, sombrero, una espada -o machete-, y una ruana que sirve de capa para protegerse del frío o calor y espantar los mosquitos que se bambolean con su caminar. Un héroe salva vidas, cuida a la comunidad y piensa en los demás. Como don Héctor Ortiz. Se podría decir que él era un héroe convencional que sembraba usando agroquímicos, pero estos empezaron a desmejorar su salud a tal punto de enfermarlo gravemente. Ese fue un punto de quiebre que lo llevó a hacer un cambio para convertirse en un campesino conectado con su tierra y decidió dar un salto a la agroecología.

Han pasado más de 20 años desde aquel momento y don Héctor sigue en la misma finca, pero muchas cosas han cambiado. Sus cultivos son diversos, la tierra que anida las semillas es libre de químicos, el bosque que rodea su cultivo es cada vez más frondoso, goza de buena salud: él, su familia, y por supuesto el ecosistema que lo rodea. Vende toda la producción y ahorra dinero porque tan solo debe comprar unos cuantos productos para complementar su despensa.
Su historia se ha convertido en referente. Con cuaderno en mano y los sentidos atentos, campesinos de otras veredas de San Cristóbal, de otros corregimientos de Medellín como San Sebastián de Palmitas, de otros municipios de Antioquia, académicos y expertos de otros países, que hoy quisieran nombrarse campesinos al igual que él, toman nota mientras recorren su finca, ubicada en la vereda La Palma del corregimiento San Cristóbal de Medellín, con el propósito de aprender de su experiencia.
Encuentros como el llevado a cabo en ese territorio y en la Universidad de Antioquia entre campesinos, productores y expertos sobre agroecología, cobran vida gracias a los recursos del Programa Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo, los cuales se realizan para propiciar espacios de reflexión, aprendizaje y transición hacia la agroecología desde la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín para impulsar la cultura ambiental en nuestra ciudad.
Los pasos que guían la visita a su finca están dados por uno de los pioneros en la investigación y desarrollo de sistemas agrícolas sostenibles, Miguel Ángel Altieri, nacido en Santiago de Chile y conocido como el precursor de la agroecología.
Él camina acompañado por Clara Nicholls, una académica de la Universidad de California, nacida en Medellín. Lejos de las aulas de clase, rodean los cultivos de don Héctor para explicar los principios que sustentan la agroecología.

Ambos explican que la agroecología trabaja alrededor del paisaje, por lo que es importante observar sí los sistemas agroecológicos están funcionando o no: la diversidad que hace más efectivo el sistema frente a las plagas, la acumulación de materia orgánica, la polinización, la calidad del suelo y la variedad genética que son claves para la adaptación al cambio climático, entre otros. Además, permite hablar de salud: cuerpo, mente, alimentación y ambiente sano; y transformar las prácticas para que la comida sana sea para todos, no para unos cuantos; puntualiza el profesor Altieri.
Con asuntos tan cotidianos y desde las voces que se escucharon durante el encuentro como: “Estoy enamorado del campo”, “Soy orgulloso de mis raíces campesinas”, “Soy mujer y soy campesina”, “He hecho la transición a una agricultura sin venenos”, la agroecología invita a pensar global y actuar local.
La agroecología propone dignificar al campesinado, visibilizando su labor, dándole el valor que se merece, fortaleciendo su quehacer con apoyo institucional, vinculando a la comunidad a sus procesos, creando redes de consumidores responsables; de tal manera que se conviertan en un faro que resignifique el concepto de lo rural-campesino para volver a la tierra y echar raíces llenas de vida y transformación.
Así como lo hace don Héctor, que con su trabajo es espejo para otros que quieren seguir su misma senda, procurando un mejor ambiente para todos.
Hasta este domingo 7 de septiembre, Medellín vivirá la jornada de votaciones del Presupuesto Participativo (PP), el mecanismo que permite a los ciudadanos mayores de 14 años decidir en qué se invertirá el 5 % del presupuesto de libre destinación del Distrito.
La votación será virtual hasta mañana sábado 6 de septiembre en el portal web de la Alcaldía de Medellín, www.medellin.gov.co y el domingo 7, será de forma presencial en 195 puntos distribuidos en las 16 comunas y cinco corregimientos, con un punto de ciudad en la Unidad Deportiva Atanasio Girardot.
Este año, la meta es superar los 96 mil votos de 2024 y alcanzar 130 mil participaciones válidas, priorizando más de 450 mil millones de pesos en proyectos para toda la ciudad.