Disfrutar de una nueva panorámica y observar la transformación del sector se convierte en un mundo mágico en el cual se puede ver desde la alta tecnología, con los nuevos paneles solares de las escaleras eléctricas, hasta deleitarse con un tradicional desayuno con arepa paisa y chocolate.

Allí, sentadas en una acera, en la esquina de la calle 111 con la carrera 34 de Medellín, más concretamente en la comuna 13, en donde se inicia el recorrido del Grafiti Tour, siete mujeres reían a carcajadas, mientras esperaban que algún pasajero, ojalá extranjero, descendiera de un bus o taxi para ofrecer sus servicios de guía y poderlos llevar a los murales y a las escaleras eléctricas, ahora con un incentivo adicional, porque la Alcaldía de Medellín instaló allí paneles solares, lo que constituye un nuevo elemento para mostrar con orgullo.

Todas ellas vestían bluyín y chaqueta negra que las identificaba como “guía turístico” del sector. La mayoría revisaba su celular y, otras tantas, estaban pendientes de Luz Marina, una mujer de 50 años, aproximadamente, quien vestía a diferencia de ellas una chaqueta roja, pantalón azul y que en su rostro se denotaba la experiencia de vivir allí por más de 40 años y tener en su vocabulario, ya aprendido, la frase trillada de “A la orden, aquí lo atendemos con gusto y lo llevamos donde quiera para que conozca lo que era y lo que es la comuna 13”.

“Yo llevo 40 años en este sector y, por eso, me doy el lujo de saber todas las historias. Esto por acá era una invasión y cada uno hacía sus casas como podía, por eso, los corredores son tan estrechos; sin embargo, hemos progresado y lo que antes era madera y cartón, ahora es adobe y cemento. El progreso se ha notado”, dice Luz Marina.

Las escaleras eléctricas le dieron una nueva dimensión a la zona, y los grafitis una nueva oportunidad a todos los habitantes del barrio, quienes entendieron que se debe trabajar en equipo para sacar adelante este proyecto. Ahora, la comunidad está feliz porque con la instalación de los paneles solares no solo hablan del pasado y del presente sino también del futuro.

“Ahora todos defendemos este lugar. Entre todos nos ayudamos y entre todos velamos por la seguridad de los visitantes, quienes en su mayoría vienen con temor, pero después de hacer el recorrido se dan cuenta que esto por acá es muy bonito e invitan a sus amigos y parientes a que lo conozcan”, afirma.

Luz Marina se siente orgullosa de su trabajo, porque además de hacer lo que le gusta le genera ingresos que oscilan en$30 mil, en un día malo, o entre  $120 o $130 mil en un día, sin contar la propina que algunos turistas le dan a uno, sobre todo los extranjeros que la dan en dólares”, señala.

Hoy, ella, al igual que las siete chicas que la acompañan diariamente tiene algo que agregarle a su rutina conversación. Su diálogo está basado en el talento de los artistas y en el progreso.

Sobre los nuevos paneles solares instalados en las escaleras eléctricas dice: “La mayoría estamos muy contentos. De mi parte estoy feliz porque eso es innovación y avance, y todo lo que signifique eso, es bueno para nosotros. Además, le va ahorrar el pago de energía a la comunidad. Es algo más que tenemos para mostrar”.

Sus niñas, como ellas les dice, seguían sentadas en la acera, y ella, con una sonrisa, atendía a los primeros turistas que se bajaron de un taxi, con la frase repetitiva: “Bienvenidos a la comuna 13 ¿En qué les puedo servir?”, mientras uno de los que bajaban de los buses le respondió: “thank you, very kind”.