La Administración Municipal sigue implementando acciones tendientes a la conservación y recuperación del barrio Prado Centro, el único de tipo patrimonial que tiene Medellín.  Recientemente, a través de la APP -Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas- fueron intervenidas las fachadas de 69 viviendas que hoy lucen como nuevas gracias a las obras de restauración que allí se hicieron y que le dan colorido y belleza a este vecindario emblemático de nuestra ciudad.

“Estoy feliz con el arreglo que le hicieron a mi casa y muy agradecida con el municipio”.  Palabras emotivas y sencillas llenas de gratitud que expresa Rosalba Vélez Agudelo, al ver el resultado final de la intervención que hizo la Alcaldía de Medellín en la fachada de su casa, ubicada en el barrio Prado Centro.

Ella hace parte de una de las 69 familias beneficiarias con esa acción de renovación y embellecimiento, que aporta al mejoramiento integral, a devolverle el valor arquitectónico a las propiedades y a recuperar la importancia como el único barrio patrimonial de Medellín.

Rosalba quedó muy contenta con el cambio que tuvo su fachada y afirma que “tenía un baldosín muy feíto y no le gustaba la pintura”, pero tampoco le daba el presupuesto para arreglarla cada año. 

Cuando la Alcaldía de Medellín llegó con la propuesta de pintar su fachada dijo: “Si me la van a cambiar, tienen que poner otra más bonita, o si no, no le hagan nada”. Y lo hizo pensando en que se la forraran con un material similar al de la casa de abajo, que a ella le gustaba, pero le dijeron que eso no era posible. 

Pasó un mes y tocaron a su puerta con la buena noticia de que le iban a engalanar su casa con el material de piedra que ella había pedido y aunque se demoraron unos días, porque no había la piedra en el mercado, el resultado final fue de todo su gusto. “¡Quedó espectacular! -dice- y más linda que la casa de abajo. Estoy feliz”.     

Ella y los vecinos quedaron muy satisfechos y agradecidos con estas obras que le dan realce y belleza al sector, y aunque son conscientes de los problemas que tiene el barrio, en particular la inseguridad, considera que “si siguen así, esto va a quedar espectacular, y esto puede traer turismo y comercio para beneficio de todos”.

La intervención

Con el apoyo de la Agencia APP, que lideró esta iniciativa, se renovaron 6500 metros cuadrados de muros, ventanas y rejas, y se contó con la participación de unos 200 propietarios y residentes con quienes se definieron los tonos ideales para cada frente.

Todo esto se hizo a través de una técnica denominada Cala Estratigráfica con la cual se identifican todos los colores que fueron utilizados a lo largo de los años sobre los muros y se definen los tipos de tonalidades que debería llevar cada fachada. Así, se plasmó una paleta de colores que se traduce en una transformación estética del aspecto del barrio.

También, se incluyó la restauración de un mural emblemático de la zona que por años ha rendido tributo a Ricardo Olano, fundador del barrio. Esta obra, ubicada al lado del pequeño parque Olano, luce ahora más ostentosa, gracias a una técnica artística conocida como “vitral gigante con tonalidades”.

Sueño cumplido

Rosalba vive allí hace 17 años con sus hijos y un nieto, y recuerda que cuando estaba joven pasaba por ahí y pensaba que algún día iba a vivir en ese barrio, por ser un lugar cerca del Centro, en donde no fuera necesario coger bus para desplazarse porque adora caminar, tener cerca a sus amistades, compartir en grupos tipo clubes de vida y hacer parte de un costurero para juntarse con sus compañeras y vecinas.

En la época en la que vivía en Campo Valdés se puso esa meta y antes de pensionarse, le resultó esta casa a muy buen precio y no lo pensó; juntó sus ahorros, reclamó su dinero y se hizo a ella cumpliendo su sueño. 

 “Yo no cojo bus, yo me voy para el Centro casi todos los días; a mí me gusta caminar, voy a La Alpujarra y hasta al Éxito de Colombia voy a pie”, revela.

Logrado su sueño, vive feliz, allí, con su familia, y solo espera que se recupere un poco la tranquilidad del sector y que haya un sitio en donde pueda sentarse a tertuliar con sus compañeras.

 “Aquí tengo mi casa gracias a Dios. Estoy feliz, muy feliz con el arreglo y agradecida con el Municipio.  Yo vivo muy contenta acá…mejor dicho, de aquí para el cementerio”, sentencia entre risas.