¿Qué pasa aquí? Mujeres regulando el tráfico. La historia de María Eugenia Sierra

El 7 de agosto de 1972, en la posición presidencial de Misael Pastrana, ocurrió un hecho sin precedentes en el país: en un desfile desde Suramericana hasta el orquideorama del Jardín Botánico de Medellín, un total de 15 mujeres vestidas de azul, con un uniforme estilo francés, salieron con sus quepis y silbatos a regular las vías en la ciudad.

Entre ellas estaba María Eugenia Sierra, en ese entonces con 18 años y temerosa pero decidida a trabajar. Cuenta que su madre la apoyó desde el principio, dándole ánimos, ya que estaba sorprendida de haber podido conseguir el cargo, pues en ese entonces exigían estatura y ella se consideraba demasiado baja para cumplir con el requerimiento.

La historia de María Eugenia Sierra

Con su rostro iluminado, narra que trabajó durante más de 20 años como guarda municipal, nombre que se le daba a los Agentes de Tránsito en esa época. Hoy se pensiona como Supervisora de Tránsito: “yo era feliz cuidando a la gente y parando los carros para que los peatones pasaran seguros”, cuenta María Eugenia.

En ese entonces, “las cosas eran muy diferentes, habían menos carros y la gente respetaba muchísimo cuando uno llegaba y sentían mayor tolerancia al ver que uno era mujer”, pero entre sus emocionantes anécdotas dice que “varios vehículos se chocaron al vernos pasar con los uniformes, los peatones paraban a tomarse fotos con nosotras y los extranjeros nos miraban sorprendidos”; entre risas expresa que fue una novedad demasiado curiosa en la ciudad y muchos periódicos escribieron sobre ellas.

En este momento, María Eugenia vive en una rústica casa con un antejardín lleno de flores. Pasa su tiempo caminando y cuidando de sus árboles; nos regaló en la visita guayabas, naranjas, aguacates y contemplamos sus plantas mientras nos decía cómo las nombraba. Vive tranquila y orgullosa por su paso en la Secretaría de Movilidad, sabiendo que marcó la historia del país e hizo parte de un gran hito en la ciudad.