Una historia de amor y superación en Medellín: a María y Arnoldo les entregamos su apartamento y están felices

Mediante el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed), les entregamos seis viviendas a familias priorizadas porque fueron víctimas de desastres naturales. Una de ellas es la de María Osorio y Arnoldo González, una pareja que ha sufrido y ahora quiere vivir tranquila en su nuevo hogar.

María Lilia Osorio Molina y Arnoldo Antonio González Hoyos, la de ustedes es una historia de amor que ha superado grandes dificultades. Se conocieron en un retiro espiritual y conformaron un hogar en el que tuvieron dos hijos que se sumaron a los tres que María tenía de su anterior relación: uno de estos tres, Stiven, murió en 2022, a sus 34 años.

Ustedes vivieron con varios de sus hijos – que en esa época eran menores de edad – en la casa de María en el barrio El Picacho de la comuna seis (Doce de Octubre), noroccidente de Medellín. Esta casa la construyeron los cinco hermanos de María con una herencia que le dejó su madre. Pero se fue agrietando y en enero de 2009 el Municipio la demolió, porque representaba alto riesgo.

María Osorio y Arnoldo González saliendo de la unidad residencial La Montaña, donde queda su nuevo apartamento.

Desde entonces recibieron apoyo de la Alcaldía con pago de arriendo temporal. Vivieron dos meses donde la madre de Arnoldo, en el barrio Doce de Octubre de la misma comuna; luego se pasaron para otra casa cerca de allí y, posteriormente, para una en Aures, comuna siete (Robledo), donde se quedaron diez años. Ya tenían arraigo en Aures, María. Tanto, que recordaste de manera jocosa la salida de allá: “Los dueños de esta última casa me despidieron con pico y todo”.

En La Aurora

Ahora están felices porque desde el Distrito, mediante el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed), les entregamos su nueva vivienda, un apartamento en la unidad residencial La Montaña, ubicada en el corregimiento San Cristóbal, cerca de la estación La Aurora del metrocable línea J.

parte de la unidad residencial La Montaña, en San Cristóbal, donde está el apartamento de María y Arnoldo.

El apartamento es vivienda de interés prioritario (VIP) y tiene un área de 45 metros cuadrados. Ahí quieren vivir tranquilos y recibir las visitas de sus hijos (Arley Alejandro, Wendy Yuliana, Kevin y Luisa Fernanda) y sus cinco nietos.

Desde el 27 de marzo de 2025 tienen la llave del apartamento. No lo han ocupado porque primero, con la ayuda de los hijos, quieren embaldosarlo y hacerle otras cuantas adecuaciones, pero el trasteo será pronto; lo proyectan para mayo.

Familias priorizadas

Son una de las seis familias priorizadas a las que el Isvimed les otorgó viviendas en San Cristóbal. Para ello, la entidad del Distrito resolvió líos jurídicos y trámites en los que estaban inmersos estos apartamentos desde hace años y se los asignó a los beneficiarios, ciudadanos que en el pasado resultaron afectados por desastres naturales.

Parte de la unidad residencial La Montaña, en San Cristóbal, donde está el apartamento de María y Arnoldo.

El proceso se ejecutó en articulación con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio e incluyó el saneamiento, subsanación de líos jurídicos y la escrituración a familias que hacen parte de programas institucionales.

“Hay proyectos del Distrito con apartamentos pendientes por escriturar. Estamos trabajando en su entrega efectiva, asegurando la reducción de costos administrativos y financieros asociados, como fideicomisos, servicios públicos, vigilancia, expensas y garantías, entre otros. Adicionalmente, hemos liquidado y recuperado más de 1900 millones de pesos en la liquidación de negocios fiduciarios y saneamiento de cuentas, y reintegrado al Distrito alrededor de 8000 millones de pesos en rendimientos financieros que podrán financiar otros programas sociales”, dijo la directora del Isvimed, Valentina Aguilar Ramírez.

Mediante el Isvimed les entregamos seis viviendas a familias priorizadas porque fueron víctimas de desastres naturales.

En la Alcaldía estamos revisando otros 83 inmuebles represados por inconvenientes jurídicos y esperamos poder entregárselos pronto a beneficiarios.

La llamada

María, el miércoles 26 de marzo de 2025 te llamó el Isvimed. Emocionada, contaste cómo fue ese momento: “Me dijeron que nos tenían una sorpresa, que al día siguiente nos entregarían el apartamento. Fue una alegría muy grande, la felicidad de saber que ya no tendríamos más la preocupación de que nos iban a pedir la casa (una casa en arriendo). No tener vivienda lo lleva a uno a veces a humillarse ante los arrendadores. Muchas gracias a la Alcaldía y al Isvimed”.

María Osorio entrando a su nuevo apartamento, situado en el corregimiento San Cristóbal de Medellín.

A tu lado estaba Arnoldo, escuchando lo que te informaban en esa llamada. Arnoldo, días después, expresaste: “Es la bendición más grande; lo queremos poner bien bonito. Los viejos decían: ‘Tener casa no es riqueza, pero no tenerla es mucha pobreza’. Ya no tendremos el karma de pagar arriendo”.

Después de la llamada se fueron a vivir a la casa de una hija en San Javier, occidente de la ciudad, donde están mientras hacen los ajustes para pasarse a su vivienda propia.

Arnoldo Antonio González, beneficiario de entrega de vivienda del Distrito de Medellín.

26 años juntos

María y Arnoldo, los dos tienen 64 años y sus canas son símbolo de una historia de resistencia. María, trabajaste en confecciones y administrando hoteles del centro, mientras que tu esposo, Arnoldo, fue litógrafo y en ese oficio se jubiló.

Fue muy dura tu infancia, Arnoldo. En tus ojos resalta el verde profundo. En tu nuevo apartamento tu mirada se puso triste y lloraste al contar que tu padre murió cuando apenas tenías dos años. Tu madre, entretanto, falleció en 2023. Trabajaste desde niño vendiendo lapiceros, esmaltes y otros elementos; lustraste botas. Todo, para ayudarle a ella. Años más tarde, le regalaste la casa del Doce de Octubre.

Arnoldo Antonio González en su nueva vivienda, en San Cristóbal.

Llevas 26 años con María. Juntos hablaron de las expectativas que tienen con las adecuaciones que van a implementar los hijos en la nueva vivienda. Desde ahí ustedes contemplan una bella panorámica de su ciudad, de la que tienen recuerdos y sentimientos por tantas vivencias: unas tristes y otras bonitas, como la actual.