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Acabamos de celebrar en Medellín la Fiesta del Libro y la Cultura y la Semana de la Comunicación y en una época en la que los mensajes llegan en segundos y se borran con un clic, hay quienes se atreven a devolvernos la emoción de esperar, de abrir un sobre y descubrir que, detrás de unas líneas, hay un pedacito de alguien que pensó en nosotros. Esa es la esencia de El Cartero de Celestina, un emprendimiento creado por Aura Stella Vélez Morales que nació del deseo de rescatar la costumbre de escribir cartas y devolverles a las palabras su poder de tocar el corazón.
“El Cartero de Celestina surgió como un deseo de que la gente joven volviera o se conectara de una manera diferente”, cuenta Aura Stella Vélez. Su inspiración surgió de una escena cotidiana que la conmovió: ver parejas en silencio, absortas en sus celulares, mientras la verdadera conexión quedaba a un lado. “Yo dije: no, la gente joven tiene que saber qué es recibir una carta y descubrir esa magia, esa conexión de recibirlas”.

La idea se convirtió en propósito cuando llegó la pensión. Aura decidió que dedicaría su tiempo a mostrar que aún existen otras formas de encontrarse, de sentir la palabra como un puente entre almas. No era solo un emprendimiento; era también un homenaje a sus propios recuerdos.
“Tengo un recuerdo de mi niñez, cuando a mi casa llegó el primer cartero en bicicleta con una carta para mi mamá. Era un mensaje que traía noticias de mi hermano, que se había embarcado como polizón en un buque. Ese día entendí la fuerza que puede tener una carta, que fue aliviar la angustia, dar esperanza y llenar de emoción a una casa entera”, relata.
Reinventar la costumbre de escribirnos
El nombre, explica Aura, es un símbolo vivo: “El cartero es el personaje que yo quería traer de ese recuerdo a la modernidad, tal cual lo vi en una bicicleta, y Celestina viene de una marca previa que tuve dedicada a bodas y flores, porque para mí, el cartero debía ir acompañado de flores, vinos, chocolates y de muchas, muchas cartas”.

Volver a escribir cartas
Lo que distingue a este emprendimiento es la misión de reinventar la costumbre de escribirnos cartas, ya sea a mano o en máquina, como un ejercicio de dedicación y sensibilidad. Porque más allá del formato, lo esencial es el gesto de tomarse el tiempo, de plasmar los sentimientos en palabras, de convertir cada carta en un regalo único. “Queremos que la gente vuelva a conectar su corazón con las palabras”, dice Aura.
Pero, ¿cómo funciona esta hermosa iniciativa? Las personas que desean enviar una carta se comunican con El Cartero de Celestina, le entregan el texto o el mensaje que quieren compartir, y Aura se encarga de transcribirlo cuidadosamente, en papel, a mano o en máquina de escribir. Cada pieza se elabora con un toque artesanal y con la delicadeza de quien entiende el valor de una palabra escrita con intención.
Posteriormente, las cartas son enviadas a su destino a través de empresas de logística tradicionales, garantizando que el mensaje llegue a cualquier rincón del país. Además, El Cartero de Celestina ofrece postales personalizadas, telegramas y tarjetas, ideales para celebrar la vida, el amor y las pequeñas grandes historias que merecen ser contadas.
Quienes deseen conocer más de este emprendimiento o vivir la experiencia de enviar una carta con el toque mágico de Aura, pueden encontrarla en Instagram como @elcarterodecelestina.
Más que hábitos
En un contexto como el nuestro, en el que aún está fresco el olor a imprenta que dejó la reciente Fiesta del Libro y la Cultura, que celebra cada año y en donde también acabamos de vivir la Semana de la Comunicación, el proyecto de Aura nos recuerda que la lectura y la escritura son más que hábitos: son actos de resistencia y amor. Leer nos permite viajar en el tiempo y en el alma de otros, y escribir, ya sea con la tinta de un bolígrafo o el golpeteo nostálgico de una máquina de escribir todos aquellos sentimientos que afloran de nuestro interior, que nos renuevan, nos curan y nos unen.
El Cartero de Celestina no es solo un emprendimiento; es una invitación a regresar a lo esencial, a la palabra escrita como memoria, como puente, como vínculo. En tiempos en los que todo parece efímero. Aura Estela nos enseña que las cartas son semillas que siguen floreciendo y perduran en el corazón de quienes las reciben.
Así, este proyecto dialoga con lo que celebramos en la Fiesta del Libro y la Cultura y en la Semana de la Comunicación, que es la necesidad de defender la palabra en todas sus formas, de darle vida al papel, a la tinta, al tecleo y a la emoción que trasciende pantallas y que, como dice Aura, “es una magia que no te da la inmediatez de la web”.
Otras formas de estar presente

Hoy, más que nunca, necesitamos carteros como ella, mensajeros que nos recuerden que, entre las letras y los silencios, habita la verdadera conexión humana. Porque al final, escribir una carta, más que dejar trazos sobre un papel o teclear en una máquina, es regalar tiempo, es abrir un espacio de intimidad y ternura en medio de la prisa. Leer, por su parte, es darle voz al otro, escuchar su silencio y dejar que sus palabras nos habiten.
Cuando lo inmediato gobierna, el mensaje de El Cartero de Celestina nos recuerda que hay otras formas de estar presentes, más profundas y humanas. Quizá sea el momento de dejar a un lado el celular, de regalarle unos minutos a una libreta, a un libro, a una carta. Quizá sea el momento de volver a mirar a los ojos, a sorprender a quienes amamos con palabras que permanezcan.

Y desde la Alcaldía de Medellín la invitación es clara: leamos, escribamos, volvamos a conectar desde la palabra y descubramos que lo esencial no está en las pantallas, sino en el corazón de quienes nos rodean. Porque cuando nos desconectamos un momento para reencontrarnos con los demás y con nosotros mismos, descubrimos que, en las letras, en los silencios y en los gestos sencillos, está la verdadera magia de conectarnos.