Yo también creo que estamos hechas de polvo de estrellas

Sentada en la sala de su casa, al lado de su papá y con la mirada fija en el televisor, Xibelly Mosquera descubrió la grandeza del universo, su papá un hombre que no tuvo la oportunidad de acceder a la educación superior era un apasionado por los programas de televisión sobre ciencia y astronomía; disfrutaba verlos con su hija de siete años y explicarle cosas que tal vez en ese momento no podía entender, sin saber que estaba sembrando una curiosidad en ella que la llevaría a convertirse en la primera mujer en graduarse del pregrado de astronomía de la Universidad de Antioquia.

Esa curiosidad de la infancia se ha mantenido latente en los 27 años de vida de Xibelly, pero su relación con la ciencia no ha sido siempre la más fácil. En el colegio, por ejemplo, las clases de física eran complejas y difíciles para ella: “esto a mí me gusta, yo no sé, pero me gusta y me parece raro y no entiendo y me va mal, pero no me importa”. Al igual que a sus compañeras de curso, en un colegio femenino, matemáticas y física le parecían asignaturas realmente arduas, pero a diferencia de las otras estudiantes a Xibelly le interesaban.

Cuando llegó el momento de escoger una carrera profesional, el programa de astronomía en la Universidad de Antioquia estaba recién inaugurado, y Xibelly decidió ser una de las primeras aventureras que le dijo sí al estudio del universo desde Medellín. No fue sencillo, lo confiesa, perdió dos materias, se sentía más atrás que el resto de sus compañeros y de vez en cuando recibía las tradicionales opiniones: eso no le va a dar plata. “¿y si no es astronomía entonces qué voy a hacer? y me dije, no me veo haciendo otra cosa. Entonces me esforcé el doble, el triple o diez veces más por lograrlo, dije, tengo que ser capaz, tengo que ser capaz”. Entonces Xibelly, persistente, se dedicó a estudiar con disciplina y tenacidad hasta graduarse.

Ser la primer mujer en graduarse de este pregrado “se volvió algo muy mediático pero yo siempre pensé en que ojalá muchas mujeres se sintieran inspiradas por mi historia para estudiar esta profesión”. Luego realizó una maestría en física con énfasis en geofísica y actualmente trabaja como analista de datos, es docente de cátedra en los pregrados de economía, y por supuesto de astronomía de la Universidad de Antioquia.

“La ciencia está hecha para hombres, la ciencia no está hecha para mujeres y eso es algo muy desalentador”, esta reflexión de Xibelly es producto de su propia experiencia y la de sus compañeras, porque además de poder acceder a la academia considera que es necesario generar las condiciones para su permanencia: “deberían mejorar la situación para la mujer, no solamente alentar a las niñas a que quieran hacer ciencia, sino también las condiciones para que las mujeres continuemos en la ciencia y eso no lo hay, lastimosamente”.

Xibelly aporta a este propósito desde su rol como decente, en cada una de sus clases intenta motivar a las jóvenes a permanecer en la ciencia y comparte su propia historia como ejemplo.

Ahora está concentrada en convertirse en científica de datos, un rol poco habitual en el país pero con mucha proyección en diferentes industrias y en Medellín como Valle de Software, y mientras esto ocurre, continúa sentándose con su padre frente al televisor a ver los mismos programas de televisión, ya remasterizados y en HD, pero ahora es ella la que le explica a él asuntos de las galaxias, los planetas y el universo.