104 niños, niñas y adolescentes se certifican en procesos de participación para reparar a víctimas del conflicto

.: Durante varios meses hicieron propuestas sobre familia, trabajo, educación, participación, reparación integral, recreación y seguridad, entre otras.
.: Este proceso comenzó con otros 120 niños, niñas y adolescentes, quienes aportarán también sus ideas sobre la ciudad que sueñan.
.: Las iniciativas de los niños son tenidas en cuenta en la construcción de planes, proyectos y programas de la Alcaldía de Medellín.

|| Audio || Palabras de Mónica Alejandra Gómez Laverde, secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos. 

“Los parques deben ser sitios donde los niños se sientan seguros y confiados. Por eso, se necesita más seguridad en ellos”. Esta fue una de las propuestas que hizo Mateo*, uno de los 104 niños, niñas y adolescentes certificados este lunes 28 de septiembre, tras formar parte con sus ideas e iniciativas de un proceso participativo para dignificar a las víctimas del conflicto armado en la ciudad y prevenir riesgos para la infancia y la adolescencia. 

ser para el juego. Por eso, dijo, es necesario declarar los parques como territorios educadores. Igualmente, abogó por que se les reconozca la condición de víctimas a quienes se tienen que desplazar de los barrios por la violencia, sin importar qué tipo de grupo desencadene el hecho. 

Como Mateo, los otros participantes, de las comunas 1- Popular, 2 – Santa Cruz, 7 – Robledo, 8 – Villa Hermosa y 12 – La América, alzaron su voz en este proceso, liderado por la Administración Municipal, la Personería de Medellín y el Comité Técnico de NNA de la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas de la ciudad, en cumplimiento del Protocolo de Participación de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas del Conflicto Armado (Resolución 00623 de 2014). 

En actividades realizadas durante varios meses se escucharon los sueños de los participantes para luego aterrizarlos en iniciativas que fueron incluidas en el Plan de Desarrollo Medellín Futuro 2020-2023 y en el Plan de Acción Territorial (PAT), que contiene la hoja de ruta para la atención a las víctimas del conflicto armado en la capital antioqueña. Igualmente, se presentarán ante el Comité de Justicia Transicional de Medellín, máxima instancia de decisión sobre estos temas. 

Las ideas planteadas están relacionadas con campos como educación, familia, trabajo, participación, reparación integral, recuperación emocional, recreación, deporte, seguridad, protección, integridad y libre desarrollo de la personalidad. 

Juan Felipe*, otro de los participantes, propuso caracterizar a las familias de los niños reclutados por bandas criminales para transportar drogas y armas, con el fin de implementar acciones para prevenir este delito. Además, pidió que se les brinde educación a niños, niñas y adolescentes que trabajan, para que puedan tener oportunidades en sus proyectos de vida. 

“Ahora, es importante generar una ruta de incidencia que permita vincular a las diferentes secretarías y dependencias de la Administración Municipal, para que los planteamientos de los NNA manifestados durante las implementaciones del protocolo se hagan realidad”, expresó la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Mónica Alejandra Gómez Laverde. 

Otros 120 niños comenzaron este proceso de participación, aunque con algunas variaciones metodológicas debido a las condiciones que impone la pandemia. Esta segunda fase está dirigida a las comunas 3 – Manrique, 7 – Robledo, 9 – Buenos Aires, 10 – La Candelaria, 13- San Javier y los corregimientos San Cristóbal y Altavista. Dos de los grupos tienen un enfoque diferencial para incluir a los hijos de personas afrodescendientes e indígenas. 

Esta actividad es liderada por el componente de Reconocimiento y Participación del Equipo de Atención y Reparación Integral a Víctimas y la Unidad de Niñez, ambas dependencias adscritas a la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos. En Medellín hay 129.971 menores de 18 años inscritos dentro del Registro Único de Víctimas (RUV), con corte al 31 de julio, por lo cual estas instancias son fundamentales para escuchar sus voces y las de aquellos que habitan en territorios con riesgo de hechos victimizantes. 

*Nombres cambiados en observancia del Código de Infancia y Adolescencia.