Ché Tango se lució en el Campeonato de baile

Uno de sus eventos más vistosos del XV Festival Internacional de Tango de Medellín fue el campeonato de baile, que se realizó en varias categorías y que consagró a la Corporación Ché Tango como la campeona en la modalidad de Grupos Coreográficos.  Conversamos con su director acerca de esta música, que es un sello de identidad de nuestra ciudad. 

El bandoneón ya no suena, silenció sus notas y sonidos nostálgicos y porteños. Los escenarios apagaron sus luces. Los bailarines ya no revolotean en un solo abrazo en la tarima. Y las voces, esas que le cantan al alma, guardan sus mejores acordes para el próximo espectáculo. Ha caído el telón del XV Festival Internacional de Tango de Medellín y con él, afloran los recuerdos de los grandes momentos vividos.

Entre estos instantes que se quedan en la retina de participantes y asistentes, está el del campeonato de baile, el cual se realiza en varias categorías, donde incluso hubo competidores de diferentes partes del mundo y que este año, en la modalidad de Grupos Coreográficos -que es de gran importancia en el Festitango de Medellín y en algunos campeonatos de Colombia- le entregó la máxima distinción a la Corporación Ché Tango Internacional.

Esta compañía fue fundada en 2008 bajo la dirección ejecutiva y artística del bailarín y coreógrafo Jorge Padilla, muy reconocido en el mundo tanguero. También es una escuela de danza conformada por parejas de bailarines profesionales de la ciudad de Medellín, que ha obtenido diferentes reconocimientos. Es una de las academias de Tango más grandes de la ciudad y de las más importantes del país, cuya su sede está en el barrio El Poblado y allí ofrece cursos básicos y avanzados para todas las personas amantes de este género musical.

Se destaca que sus bailarines profesionales han sido campeones mundiales en la categoría de Grupos Coreográficos en diferentes eventos, título que repitieron este año en el Festitango de Medellín.

La preparación para el Festival y la importancia del mismo

El proceso de preparación para un evento como estos -cuenta Jorge- “es riguroso, exigente y requiere de muchas horas de práctica y dedicación por parte de los coreógrafos y bailarines para lograr un trabajo armonioso y coordinado, ya que esta categoría es de gran tradición en Medellín, es muy competitiva y el Festival se ha encargado de potencializarla por la gran cantidad de grupos que hay en la ciudad y su título es muy apetecido por las compañías de danza del país, puesto que les otorga uno de los galardones más importantes del certamen: el de Campeones Internacionales en Grupos Coreográficos”.

A la exigencia propia del trabajo que se debe hacer para enfrentar un certamen de esta categoría, se suma la dificultad de los ensayos por la pandemia que vivimos, porque el tango es fundirse en un solo cuerpo con su pareja de baile y esta situación obligó a cambiar la rutina. “Sí, la pandemia nos ha retado a bailar de una forma distinta: con distanciamiento. Y el tango es una danza que surgió desde sus inicios con un abrazo cerrado y con una cercanía en los cuerpos muy marcada por toda esa influencia de otras danzas africanas y europeas, sin embargo, como danza y como arte permite que surjan formas diferentes para interpretarse, sin dañar su significado y su tradición”, resalta. Además, indica Jorge, “el detalle está en que como bailarines de este ritmo se den a la tarea de estudiar no solo la música, sino sus propios cuerpos, para poder encontrar la forma de bailarlo sin desfigurarlo.

Para Jorge y su Ché Tango, participar y ganar en Medellín es de vital importancia porque al ser este uno de los festivales más importantes de tango del mundo y en especial la categoría de grupos coreográficos -que solo existe aquí- son factores que le dan la calidad e importancia que merece este certamen y que les permite que su trabajo sea visibilizado y se les abra puertas,

no solo nacionales sino internacionales y de esta forma el arte y la danza del tango colombiano sean reconocidos en otras latitudes.

Por eso es un defensor de este tipo de manifestaciones culturales, “porque la pandemia demostró la importancia de estas, ya que mientras estamos encerrados y todos los demás programas sociales están parados, el arte y estas expresiones nos ayudan de alguna forma a sobrellevar todas estas situaciones”, resalta.

El tango debe seguir siendo tango

Y sobre el futuro del tango, Jorge opina que siempre lo va a tener. “Estas son expresiones artísticas elevadas que están por encima de nosotros, precisamente porque surgieron de momentos donde la humanidad necesitó un cambio, así que creo que siempre sobreviven. Lo que sí considero es que se deben respetar y estudiar; con esto no quiero decir que no puede cambiar, obviamente necesita hacerlo, tal como cambia una sociedad. El tango se puede bailar en pareja, solo o en grupo, pero para cualquiera de esas formas debe seguir siendo eso: tango”.

Este bailarín, que además es ingeniero de sistemas y desarrollador de sotfware, continuará adelante esperando que otro escenario prenda sus luces y otro bandoneón agite sus pies y sus sentidos, para mostrar su destreza.

Por lo pronto, sigue con el proyecto de su corporación, en donde con la enseñanza del tango y diferentes programas y actividades, logra que amigos, familias y parejas gocen de un buen momento, porque esta música une emociones, porque “es una danza muy especial que además de aportar beneficios físicos, también permite que las relaciones se vean afianzadas en todos sus contextos; incluso, porque hasta es considerado un baile terapéutico que ayuda en la recuperación de enfermedades como el Alzheimer,  entre otros”, sentencia.