¿Cómo es ser un bombero en Medellín?

Los héroes anónimos aparecen cuando más los necesitan. Los bomberos son los ángeles de la guarda de una comunidad. Están ahí las 24 horas del día y los siete días de la semana para salvar vidas y patrimonios. Para ellos no hay tregua. Gabriel Moncada es bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín y recuerda que siendo niño creció viendo a su padre batirse como un héroe entre el sonido de sirenas y de camiones contra incendios. Y eso lo marcó para seguir su ejemplo.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

¿Qué niño nunca ha soñado con lo que quiere “ser cuando sea grande”? Los trabajos con los que soñábamos de pequeños, que a veces evolucionan a medida que crecemos, nos marcan y dejan una huella de por vida. A veces, esos sueños cambian y se diluyen, otras veces son ideas tan férreas que terminan convirtiéndose en misión o propósito de vida.

En ocasiones, los trabajos idealizados por los niños revelan también una voluntad de adaptarse a las expectativas de su entorno social y familiar. Normalmente, los padres son nuestra primera fuente de inspiración, así como de identificación, y es con base en el comportamiento y actitud de nuestros progenitores que nos formamos como personas. Querer ser “como papá” o “como mamá” es común en la infancia.

Este es el caso de Gabriel Moncada Jaramillo, bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín. Recuerda que siendo niño creció entre el sonido de sirenas y de camiones contra incendios viendo a su padre batirse como un héroe para salvar la vida de quien necesitara la ayuda de un valiente bombero.

Gabriel Moncada Jaramillo, bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

¿Y cómo no dedicarse a esta labor si esa pasión heredada por su padre la alimentó cada día en las estaciones de bomberos en las que vio transcurrir su infancia? Las visitas, recorridos y fechas especiales en las instalaciones de bomberos de la ciudad, al lado de su padre, el subcomandante Fabio León Moncada, le heredaron toda la mística y el amor por la profesión. Hoy, Gabriel es un orgulloso integrante del Cuerpo de Bomberos de Medellín y con mucha convicción dice que esta, más que una profesión, es para él una vocación.

Estación Bomberos de Guayabal

El comienzo de la historia

Hay oficios que se van labrando un prestigio a lo largo de los años, a los que la historia les debe más publicaciones y más memoria. Son de esos oficios donde lo importante es salvar vidas, incluso poniendo la suya en peligro; hay que nacer para ello… hay que tener coraje, y no sentir miedo a nada; pero eso tampoco significa poner en riesgo la seguridad.

Gabriel Moncada Jaramillo, bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

El reto es conocer muy bien el medio en el que trabajas, ya que el fuego puede ser muy traicionero, y si le das la espalda, te puede sumergir entre las llamas y en instantes podrías pasar a ser un número de los fallecidos en acto de servicio. Esto es algo que un bombero no ignora, es algo en lo que piensan cada día, pero que aun así no les impide que enfrenten cada actividad, cada misión, cada rescate, como si fuera el primero, o tal vez último de la vida. Eso hace parte del camino que eligieron.

En la estación Guayabal

Estación Bomberos de Guayabal

Recién comienza el día. Como cada mañana, a las 8 en punto suena la campana en la estación Bomberos de Guayabal. Esa es la señal inequívoca que indica que una nueva jornada de labores ha comenzado. Filados y listos con sus uniformes completos: chaquetón, overol, botas, cascos y guantes, -que juntos suman más de 20 kilos de peso- los bomberos se alistan para una nueva jornada laboral.

Personas participantes del programa Bombero por un Día

Es este el momento en el que la compañía que termina su turno se prepara para entregarle a la entrante, luego de 24 horas intensas de servicio. Es el momento para revisar y alistar sus equipos y dejarlos a punto para ser nuevamente usados. Y es que esa jornada de trabajo tienen que alcanzar para todo: alistar y limpiar equipos, revisar y acomodar indumentarias, hacer preparación física, dedicar alguna parte del día para la capacitación, unos minutos para el descanso, la alimentación… claro, siempre y cuando las emergencias de la ciudad les permitan completar su plan de día.

Son 24 horas de trabajo, no ocho como lo establece la ley. El cuerpo oficial de bomberos de la estación Guayabal se divide en tres compañías, cada una conformada por alrededor de 70 personas. Trabajan un día completo para descansar dos (48 horas). Así, cada día un grupo distinto resuelve las emergencias que se presentan en la ciudad.

Formación al Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Aquí el incendio es lo de menos, pues el fuego constituye apenas un fragmento de la misión bomberil, que en un día cotidiano puede incluir también tareas como atrapar una serpiente en una casa de familia, rescatar a las víctimas de un accidente automovilístico, sacar ahogados del río, neutralizar a un suicida, escoltar deportistas victoriosos por las vías principales, mitigar desastres,  apagar basureros, casas, fuegos forestales, solares, oficinas y todo lo que se queme en la ciudad y en  poblaciones cercanas, donde muchas veces el Cuerpo de Bomberos de Medellín llega a prestar su apoyo.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Así funcionan los bomberos en nuestra ciudad

El Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín es la institución con mayor recurso humano en el manejo de desastres en la ciudad. Es un equipo conformado por más de 210 hombres y mujeres expertos en la respuesta de emergencias, que están disponibles las 24 horas del día y los siete días de la semana en las 8 estaciones con las que cuenta nuestra capital.  Siempre están listos para atender el llamado ciudadano.

La institución, que cuenta ya con 107 años de servicio, está adscrita a la Subdirección de Manejo de Desastres del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres -Dagrd- y se considera el segundo cuerpo de bomberos más grande de Colombia y el primero en el Valle de Aburrá.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

En la piel de un bombero

Es una calurosa mañana de un jueves de junio, luego de escuchar la sirena que les avisa que son requeridos en alguna parte de la ciudad. Los bomberos se alistan y se trepan al camión, diligentes y veloces, sin atreverse a suponer qué pudo haber roto aquella plácida y soleada mañana. Entre el tráfico diurno el andar resulta más complicado, pero allá van ellos, abriéndose paso ante esos rostros estáticos de curiosos que los contemplan a su paso. Acuden al llamado de un accidente de automóvil en la avenida Regional a la altura del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Al parecer una persona presuntamente pretendió robarle a alguien más y en su huida trató de cruzar presurosamente la avenida Regional, con tan mala suerte que fue arrollado por una motocicleta. Al llegar a la escena hay caos, heridos, sangre y un revoltijo de personas. Aquí lo que no todos sabemos, es que los bomberos, como primeros respondientes son quienes por mandato deben llegar antes que nadie a la escena de una emergencia para proporcionar ayuda y asistencia a las personas afectadas. Así lo hicieron esta mañana. Llegaron presurosamente y prestaron la atención necesaria a las personas heridas, encargándose de la remisión de los afectados, del cerramiento de la escena para evitar un incidente posterior e incluso, de la limpieza del lugar. Solo marcan las 10:04 a.m. Aún falta mucho para completar esta jornada de 24 horas.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Luego de haber sido testigos oculares de la atención a este incidente, le preguntamos al bombero Gabriel Moncada ¿Qué pasa por sus cabezas cuando acuden a atender una misión?

R/: Gabriel Moncada: “Uno siempre espera que al llegar pueda ayudar, que el evento no sea grave y que las personas salgan con bien. Que todo lo que está en manos de uno, pueda hacerse de la mejor manera”.

¿Ha sentido miedo cuando se dirigen a un lugar a atender una emergencia?

G.M.: “Claro, el miedo siempre está. Uno no sabe a qué se va a enfrentar. Cualquier evento puede salirse de control en algún momento: la incertidumbre de entrar a un incendio y no saber qué cosas vamos a encontrar, una explosión, un colapso de un muro o de un techo, cualquier cantidad de cosas podrían ocurrir. Ahí es donde la mente y la cabeza fría juegan un papel muy importante. Creo que la experiencia me ha enseñado a mantener el control”.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

¿En qué piensa en el momento en el que se dirige a atender una emergencia? ¿y una vez allí, qué se le cruza por la cabeza?

G.M.: “Bueno, son tiempos muy cortos, vamos muy de prisa y la prioridad es salvar la vida de las personas. Eso es lo que está todo el tiempo en nuestra cabeza, aunque claro, se nos cruza la familia; uno piensa que quiere volver a casa y reunirse de nuevo con ellos, en mi caso, mi hija Isabela es mi motor”.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

¿Cómo logra un bombero compaginar una labor tan estresante con su vida familiar?

G.M.: “No es fácil, los turnos son extensos, y a veces nos queda poco tiempo para ver a la familia; pero tratamos de que esos momentos en los que podemos compartir con ellos, sean momentos de mucha calidad. En mi caso, disfruto mi vida en casa, estar al cuidado de mi hija Isabela me devuelve la calma. Su sonrisa es todo lo que quiero ver al llegar a casa. Su cuidado ocupa la mayor parte de mi tiempo en casa. Isabela es una niña inquieta, ahora mismo está en preescolar, está aprendiendo muchas cosas y yo me divierto siendo testigo de sus aprendizajes y jugando con ella; aunque hay que tener cuidado, a Isa no le gusta perder”, afirma entre risas.

Gabriel Moncada Jaramillo y su hija Isabela

Gabriel Moncada Jaramillo y su hija Isabela

¿Qué ha sido lo más retador que te ha tocado enfrentar en tu carrera? ¿Alguna vez has pensado dejar tu trabajo?

G.M.: “En tantos años de trabajo he vivido muchas cosas que te confrontan y te revuelcan por dentro. Perder a alguien en un incidente, es un asunto que no se supera fácil, por más que pasen con más frecuencia de la que a uno le gustaría. Ha habido momentos y situaciones en las que sientes que es muy peligroso, los rescates en altura son sin duda retadores. Pero una situación que me sacudió de verdad fue una ocasión en la que acudimos a ayudar a unas personas que, por realizar una maniobra de excavación sin mucha precaución, se les vino encima un alud de tierra. Cuando nosotros llegamos tuvimos que cavar muy profundo para sacarlas. Mientras más cavábamos, más nos hundíamos, cuando me di cuenta, estábamos muy adentro de la tierra y era difícil regresarnos. Ese día sentí mucho miedo, pero mantener la calma me ayudó, literalmente, a salir del hueco. Debo confesar que ni ese tipo de vivencias me ha hecho pensar en dejar mi profesión. Mi sueño, y creo que el de la mayoría de mis compañeros, es continuar con la carrera bomberil hasta donde la vida nos permita hacerlo”.

De la ficción a la realidad

Ellos no son los súper héroes de la fantasía de los cómics, pero casi; son una versión mejorada. Son los héroes de la vida real. Miembros de una familia que eligieron por vocación. Eso cuenta casi como consanguineidad.

En ocasiones especiales como el día de la madre, del padre o la Navidad, están acostumbrados a compartir en su mesa el factor común de su propia ausencia en casa.  Ellos ahora conforman una familia de sangre que todos los días está dispuesta a jugársela para ayudar a quien precise de ellos; es ahí cuando se vuelven una verdadera familia.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Gabriel Moncada se refiere a sus compañeros, como su otra familia. Con ellos también convive todo el año, comparten riesgos y reciben como regalo esa satisfacción interior de la labor cumplida; la de ayudar a la gente justo cuando más lo necesitan. Su misión es ayudar a menguar la angustia de las víctimas ante lo inesperado, de quienes enfrentan solos una emergencia que por instantes parece no tener solución, pero que gracias a ellos siempre encuentra el camino.

Gabriel Moncada Jaramillo, bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

La separación de su familia de sangre la conoce bien y la describe sin titubeos: “ellos entienden, porque saben a lo que me dedico. Nos privamos de lo que el resto de la gente goza; una cena en familia, sin embargo, lo entienden y sé que todos los días hacen una oración para que regrese con bien, cargado de esa riqueza que da el ayudar a la gente”.

¿Cómo es un día en la vida de un bombero y qué habilidades se necesitan?

Primero es importante entender que dada la multiplicad de las emergencias que atienden, para ser bombero se deben tener conocimientos en diferentes áreas, como electricidad, hidráulica, mecánica, elementos químicos, conceptos médicos y prehospitalarios, entre otros, además del entrenamiento físico, que es una parte importante en su labor, ya que un buen acondicionamiento físico les permite responder con eficiencia a las exigentes tareas que a diario deben acudir; de tal manera que los bomberos deben responder con capacidades físicas superiores a las de las personas normales, precisamente para sacarlas de situaciones de las que ellos mismos no podrían salir. Así es que estar bien entrenado garantiza mayores probabilidades de salir bien librado de las situaciones difíciles.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

La preparación para ser bombero

Además del acondicionamiento físico, prepararse mental e intelectualmente también es fundamental y para lograr el grado de profesionalismo que se requiere, hacen falta muchas horas de estudio, dedicar mucho tiempo y esfuerzo para capacitarse y titularse en las especialidades, que requieren muchas horas de estudio.

Existen especialidades como rescate en alturas, acuático, vehicular, incendio forestal…En este aspecto, nuestro cuerpo de bomberos destaca por el rigor en su capacitación.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Al filo del mediodía, y después de haber atendido algunas emergencias, es el turno de la preparación física. En la estación bomberos de Guayabal cuentan con un gimnasio dotado con máquinas para este fin.

El bombero Gabriel Moncada es el encargado de la preparación física en la estación. Gracias a su formación como profesional en Educación Física y Deportes, es quien tiene allí a su cargo el programa de acondicionamiento físico.

Diariamente se establecen unas rutinas de ejercicios en las que trabajan de manera secuencial por grupos de músculos buscando fortalecer la capacidad física de los bomberos. A la preparación física se le dedica alrededor de una hora al día, siempre y cuando, las emergencias que se presentan en la ciudad lo permitan.

El día transcurre en la estación bomberos Guayabal entre sirenas, timbres, carreras presurosas, comidas a medias y relatos. Resulta admirable reconocer que más allá del heroísmo que siempre hemos reconocido en estos personajes, hay además una profunda mística y un rigor en la formación que tranquiliza.

El futuro los desvela

Desafortunadamente no todo es tranquilizante en esta inmersión con nuestro cuerpo de bomberos, pues hay una situación que les desvela y les quita la tranquilidad y está relacionada con la reciente convocatoria de la Comisión Nacional del Servicio Civil que oferta un total de 871 vacantes en todo el país para el cargo de bomberos, de ellas serán 153 para la ciudad de Medellín.

Lo anterior indica que 153  de los 210 bomberos que hoy ocupan su cargo de manera provisional y que llevan años de servicio y cantidad de experiencia acumulada, podrían salir de la institución y ceder sus cargos a quienes ganen la convocatoria y aunque en aras de la equidad, ellos también podrían concursar ya que la oferta de la CNSC es abierta, la preocupación persiste pues muchos de ellos por condiciones físicas adquiridas en el servicio, por la edad o algunas razones más, están imposibilitados para concursar y otros simplemente tendrán que hacerlo y confiar en los bemoles del destino.

Gabriel Moncada Jaramillo, bombero profesional del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Sin duda, esta situación les ha resentido el ánimo y al margen de la preocupación genuina por su futuro, les embarga una más grande que tiene que ver con el destino de la ciudad tras el futuro ingreso de personas sin cualificación en la atención de emergencias y desastres.  Así las cosas, para el próximo año, la ciudad podría perder la experiencia de una cantidad de hombres que han arriesgado por años sus vidas para salvar las de miles de medellinenses. Cosas que pasan con los concursos de méritos.

El final del día

Cuando cae la noche y el ritmo de la ciudad comienza a bajar, es la hora en la que las personas se aprestan a descansar y a compartir en familia y los más afortunados, se disponen a dormir; pero en la estación Guayabal el estado de alerta se mantiene, pues las emergencias no reconocen horarios y si la noche es lluviosa como esta, ¡Ni hablar!

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Suena otra vez la campana, hora de acudir a un nuevo llamado, una nueva emergencia en la ciudad que no da espera. Ahí van de nuevo nuestros héroes, calzándose presurosamente sus botas y enfundándose sus guantes, listos para la acción.

En el camino a atender la emergencia se cruzan todos esos pensamientos con los que están acostumbrados a convivir. El ritual de salida incluye encomendar su misión “al de arriba” poner en sus manos a la familia, confiar en que llegarán a tiempo y que todo saldrá bien, y además que puedan cumplir con el sueño de terminar sus días honrando la profesión que aman y juraron defender.

Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín

Así que esta noche, cuando usted se acueste y mientras duerme tranquilo, siempre habrá un grupo de hombres, bomberos ellos, muy profesionales, cuidando la ciudad y resguardando sus sueños, porque como dijo alguien alguna vez: “Los bomberos nunca mueren, arden en el corazón de las personas que salvaron”.