El Valle del Software en Medellín es de talla mundial

Se espera que estudiantes de media técnica, además de 140 maestros, participen en la clase presencial de software más grande del mundo, poniendo de nuevo los ojos de la comunidad internacional en los avances tecnológicos y de innovación que ha tenido nuestra ciudad en los últimos años, que la siguen perfilando como la Capital del Valle del Software.

“Estoy eufórica, la magnitud de esta actividad es increíble y me honra ser parte de ella como un evento totalmente disruptivo en todos los sentidos”. Este es el pensamiento y la expectativa que tiene Melany Daza Valencia, una joven y pilosa estudiante, con 17 años de edad, de la Institución Educativa Madre Laura, ubicada en el barrio Buenos Aires, quien es una de las escogidas para participar en la clase de software más grande del mundo que se realizará este 19 de octubre en Medellín.Igual sensación tiene Sindy Carolina Valencia, la madre de Melany, al saber que su hija es partícipe de esta gesta que se cuaja en nuestra ciudad.  “Me siento muy feliz de que mi hija sea testigo y esté viviendo esta experiencia tan maravillosa que estoy segura será inolvidable y le ayudará bastante a evolucionar”.

¿En qué consiste esta clase de software?

Sucede que durante la realización del Festival Medellín Valle del Software -MVS-la Administración Distrital, en alianza con Microsoft, programó para este miércoles 19 de octubre realizar la clase presencial de software más grande del mundo.

Para alcanzar este objetivo se convocó –especialmente- a los estudiantes de ocho programas de media técnica de Tecnologías de la Información y la Comunicación -TIC- de instituciones educativas oficiales de la ciudad.

Los jóvenes que se inscriben para afrontar este reto pertenecen a los programas TIC de Programación y Desarrollo de Software; Técnico en Sistemas; Procesamiento, Mantenimiento y Visualización de Bases de Datos; Auxiliar en Sistemas Informáticos; Soporte y Mantenimiento de Internet de las Cosas -IOT-; Analítica de Datos y Bachiller Técnico en Sistemas.

Festival Medellín Valle del Software -MVS-. Foto Alcaldía de Medellín

La expectativa

La expectativa para Melany es grande: “¡No espero menos de la actividad de lo que nos da esta premisa!”, afirma y por eso ha puesto toda su energía en su preparación: “todos hemos llevado un proceso en el que nos hemos permeado de la tecnología gracias a nuestra media técnica; ahora solo resta alistar nuestro Computador Futuro y nuestra mejor actitud para el evento”.

Ella destaca la forma en la que Medellín le ha invertido a la tecnología, a la innovación y a sus jóvenes: “cada vez es una realidad más cercana ver a Medellín como la capital del Valle del Software. Me parece fantástico”, así como resalta la propuesta de los Computadores Futuro: “Es muy valioso, los jóvenes tenemos un nuevo mundo de oportunidades a nuestra disposición; es increíble”.

Por su parte, Sindy, como buena mamá manifiesta que siempre ha estado pendiente de todos los proyectos en los que su hija participa: “me gusta que me cuente sus experiencias; siempre trato de aconsejarla para que le vaya muy bien en todo”.

Melany Daza Valencia. Foto Alcaldía de Medellín

El futuro

“A mi hija la visualizo siendo una empresaria en servicio de trabajo social, dando charlas, teniendo ponencias para líderes, graduándose de dos carreras profesionales a la vez, porque desde pequeña ha sido una niña muy inteligente, siempre con ansias de aprender algo nuevo. Le gusta interactuar con las personas, el trabajo en equipo, le gustan los retos y siempre se reta a sí misma”, manifiesta esta joven madre de 34 años que se desempeña como ejecutiva comercial en una empresa de tecnología.

“Crean en ustedes, en sus capacidades, en lo que pueden lograr. Recuerden que ustedes son no solo el futuro, sino también el presente. ¡Empecemos a impactar ahora mismo!”, es el mensaje que Melany tiene para jóvenes como ella, para que se empoderen de su futuro.

Por el momento, Sindy seguirá atenta a los pasos de su hija, disfrutando de lo que le gusta hacer: deporte, compartir en familia y con amigos, cocinar, ver películas de drama y acción, gozándose la salsa romántica, bailar y estar a la moda, como reflejo de una madre joven que tiene un pensamiento asertivo hacia la vida.

Mientras tanto Melany todavía tiene un camino más amplio por recorrer y espera seguir, con su disciplina, su esfuerzo, el apoyo de su madre y de sus seres queridos. “Yo sueño con impactar positivamente desde interdisciplinas, uniendo conocimientos y mentes que tengan objetivos afines”, así brevemente y sin rodeos proyecta su vida futura.

“Fue y es fascinante ver el proceso que ha tenido la ciudad. ¡Es emocionante y expectante ver qué le depara el futuro a Medellín!”, concluye Melany.