Juan Carlos Calle, una lucha por la población con VIH

Juan Carlos Calle es un activista que lleva casi 35 años trabajando en Medellín y Antioquia por los derechos, la igualdad de género y las personas que viven y conviven con VIH. Su lucha ha sido difícil, pero él la clasifica en tres grandes momentos, los cuales llama “tres salidas del clóset”. La primera fue a sus 15 años, cuando se declaró abiertamente gay; la segunda, cuando fue diagnosticado con VIH; y la tercera, cuando fue diagnosticado con cáncer linfático.

Este proceso lo ha llevado a vivir en medio de medicamentos y lo ha convertido en un paciente indetectable, es decir, que tiene niveles muy bajos de infección y ya no transmite el virus.

Por ello, para él, vivir con la enfermedad no significa muerte, sino un estilo de vida diferente que implica darse la oportunidad de salir adelante y cambiar los estigmas y las expresiones negativas que hay sobre una persona que vive con VIH. En vez de pensar que esta enfermedad acaba la vida, él considera que aun así se puede amar, vivir, tener familia, amigos y llevar una existencia normal.

Hace casi dos años, Juan Carlos fue diagnosticado con cáncer en el sistema linfático, una enfermedad a la cual son propensos los pacientes con VIH, lo cual lo ha llevado a vivir procesos de quimioterapia y tomar medicamentos que le permitan mantenerse con vida.

El activismo en favor de las personas con VIH comenzó cuando recibió su diagnóstico y empezó a trabajar con fundaciones y proyectos de la ciudad, como un líder par, es decir, una persona que apoya a otras que comparten el mismo diagnóstico. Este proceso es certificado por el Fondo mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria  y busca acompañar y asesorar a personas que viven con el diagnóstico, para lo cual se brinda apoyo a mesas y colectivos que trabajan con personas que tienen VIH, así como generar conciencia sobre la importancia de practicarse la prueba rápida.

Juan Carlos inició su trabajo por los derechos y la igualdad de género desde muy joven, cuando decidió salir del clóset, un paso difícil, pues en ese entonces declararse gay era mal visto. Tocó puertas, buscó amigos interesados en estos temas y hoy, gracias a su lucha y a la de otras que se han dado a lo largo de la historia, los derechos de esta población son reconocidos.

Asimismo, ha trabajado por el derecho al matrimonio igualitario, la adopción por parte de personas LGBTIQ+ y la igualdad, entre otros. Además, desde hace varios años, ha participado en la construcción de la marcha del orgullo LGBTIQ+ y ha participado en diferentes escenarios y espacios de ciudad.

“Trabajar e incidir en distintos procesos de ciudad es algo que ha sido muy gratificante. He ayudado a construir varios proyectos y he acompañado diferentes colectivos de la ciudad, como contribuir a la juntanza de la Alianza Social, que es un proceso que reúne a varios sectores LGBTI de la ciudad”, comenta Juan Carlos, quien también forma parte del voluntariado diverso y, hace tres años, del colectivo Como tú diversa, que le ha permitido crecer más en su proceso de activismo.

Asimismo, ha trabajado con la fundación Transeres en el acompañamiento a personas trans y, actualmente, da charlas, en grupos de apoyo, para sensibilizar a personas que conviven con el VIH, lo que les da la posibilidad de compartir experiencias, darse cuenta de que no están solos y construir un mundo diferente basado en el amor y en la inclusión.

Juan Carlos seguirá luchando por todas las personas que viven y conviven con VIH, les ayudará a enfrentar su proceso de aceptación, a conocer su estado y les recordará que tener el diagnóstico no significa la muerte, pues hoy en día existen diversos tratamientos que les permiten llevar una vida tranquila al lado de las personas que aman.