“La pandemia debe habernos enseñado solidaridad”

Avanza la vacunación contra el coronavirus en Colombia y en Medellín y las personas se siguen haciendo preguntas frente a este tema. Para resolver algunas dudas sobre esto, conversamos con Rita Almanza Payares, epidemióloga con certificación internacional en manejo de epidemias, quien presta sus servicios en esta área de salud pública desde el año 2007 en la Secretaría de Salud de Medellín.

¿Por qué la gente se debe vacunar?

“La vacunación es la oportunidad que tenemos para entrenar a nuestro cuerpo en su lucha contra los microorganismos que nos pueden enfermar y llevarnos incluso a la muerte.  Vacunarnos nos da la ventaja de estar preparados en caso de que nos encontremos con uno de estos virus, entre ellos el COVID-19”.

¿Qué problemas pueden padecer y ocasionar las personas que no se vacunan?

“Se espera que, si la vacunación pasa del 70 por ciento, se disminuye la probabilidad de que el virus circule y bajamos el riesgo de enfermarnos. No podemos dejar que la decisión de vacunarnos dependa de otras personas, porque si no me vacuno estoy dejando que alguien ajeno decida por mí y estoy poniendo en riesgo a otros. Quienes no se vacunen van a encontrarse con el virus, se van a infectar y pueden tener hospitalizaciones serias, terminar en unidades de cuidados intensivos, ponen en peligro su vida y la salud de los demás”.

¿Qué es la inmunidad de rebaño y cómo se logra?

“Es la inmunidad que logra una comunidad porque una gran mayoría tiene defensas para esa enfermedad.  Con esto se disminuye la posibilidad de que los virus como el COVID-19 circulen, ya que él puede vivir por varios días en diferentes superficies, pero necesita un organismo vivo para multiplicarse.   Si la persona está vacunada, el microorganismo no encuentra donde ingresar para sobrevivir.  La inmunidad de rebaño se logra cuando siete de cada diez personas están protegidas mediante la vacunación.  Esos tres individuos que faltan para completar la decena disminuyen el riesgo, porque es más difícil que el germen los encuentre y se contagien, aunque el virus no se elimine”.

¿Lograr la inmunidad de rebaño implica que ya la gente puede relajarse?

“No. El caso más real es Chile, en donde a pesar de tener buenos niveles de vacunación, la gente se sigue infectando porque se relajaron en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad. Con la primera dosis el organismo genera defensas, pero no todas las que necesita, por eso hay que seguir teniendo estas medidas de prevención y solo se pueden desmontar cuando se haya logrado vacunar al número de personas adecuadas para alcanzar la inmunidad de rebaño.  Por eso, no es suficiente la primera vacuna.  Hay que aplicarse las dos dosis”.

¿Qué sigue después de este proceso?

“Los microorganismos como el COVID 19 quedan circulando de manera endémica, es decir, que nosotros tenemos que mantener siempre aprendizajes de cómo comportarnos cuando tenemos síntomas respiratorios, de usar el tapabocas cuando estemos enfermos, de mantener esquemas de vacunación y de aprender de esto para controlar los otros virus.  No se deben desmontar las medidas. Estas son enseñanzas que nos deben quedar para siempre”.

¿Hasta cuándo debe cuidarse la gente?

“La prevención debe ser permanente. La gente debe cuidarse del coronavirus hasta tanto se apliquen las dos dosis de la vacuna y posterior a esto debemos adoptar las medidas de protección, que aplican igual para todos los virus, como por ejemplo no trabajar si estamos enfermos, lavarnos las manos frecuentemente y usar siempre el tapabocas.  Hay que seguirse cuidando, el virus no desaparece”.

¿El COVID-19 se va a extinguir?

“El único virus erradicado en el mundo es el de la viruela. Eliminar el coronavirus es muy difícil, porque el objetivo puede lograrse en un territorio, pero puede volver a llegar importado de otras regiones o países. Para exterminarlo se necesitan acciones conjuntas a nivel mundial y esta coordinación es difícil por los diferentes niveles de respuesta al tratamiento de los virus en cada país. Tampoco sabemos en este momento hasta cuando nos da inmunidad la vacuna por lo que es posible que nos debamos seguir vacunando periódicamente, aunque se supere la crisis de pandemia”.

¿Qué enseñanza deja esta pandemia?

“A valorar la vida, el trabajo de nuestros profesionales de la salud en todos los niveles y a ser solidarios. Este es uno de los mayores valores para contener la epidemia: si pienso solidariamente en protegerme para proteger a los demás, manteniendo las medidas de bioseguridad como el uso del tapabocas, el lavado de manos, el distanciamiento social y aprovecho esta gran oportunidad de aplicarme una vacuna que es gratis y segura, tendremos mejores resultados y evitaremos tantas hospitalizaciones, incapacidades y muertes. La pandemia tiene que habernos enseñado solidaridad. Pensemos en la vacuna como un camino de esperanza para volver a la normalidad que tanto anhelamos”.