Las claves de la Decana, Verónica Botero, para una educación no sexista

Verónica Botero Fernández es la primera mujer, en 131 años, que ocupa la Decanatura de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, sede Medellín. En su infancia era muy curiosa y se interesaba por saber cómo funcionan las cosas, hoy es un referente en geociencias y promueve desde todos los ámbitos la educación no sexista.   

En su carrera de ingeniería civil encontró mayormente hombres como profesores y compañeros de clase, tuvo una profesora en toda la carrera y en su foto de grado solo aparecen 4 mujeres, frente a cerca de 20 hombres. Empezó a observar que, así como funcionaban las cosas, estaba mal y que las mujeres estaban teniendo menor participación en muchos espacios. 

Mientras estudiaba la ingeniería descubrió la geología, “me di cuenta que uno no sabe dónde está parado, entonces explorando las áreas que más me iban apasionando encontré las geociencias y me enamoré” dice. Realizó una maestría en cartografía geológica en la que aprendió a usar sensores remotos, imágenes de satélite, GPS, mapas digitales y sistemas de información geográfica; luego hizo un doctorado en geografía. 

Está convencida de la importancia de una educación para la igualdad en la que hombres y mujeres participen plenamente, reconociendo que somos diferentes, pero compartiendo la vida en igualdad. Tiene 3 acciones clave para transformar la educación en este sentido: 

Poniendo ejemplos de mujeres que han decidido dedicarse a profesiones u oficios que antes estaban reservadas a los hombres, como el de una empleada de servicios generales que fue contratada en su universidad para hacer aseo y pidió que le permitieran hacer trabajos de jardinería, habla de hacer visibles estos casos hasta que nos parezca normal. “Siempre he dicho que hay que hacer visibles las cosas para que existan y empiecen a existir en el imaginario de los que nunca lo habíamos percibido como posible y en el de los niños y niñas con una posibilidad infinita, eso es lo primero, que conozcan historias de mujeres destacadas en todas las áreas” 

La segunda clave es tener información que permita medir realidades, recoger datos para empezar a revelar patrones que nos muestren esas barreras invisibles, dónde están esos obstáculos para las mujeres. “Recoger datos discriminados por sexo, donde se pueda y de lo que sea, de todo lo que se haga preguntarse todo el tiempo, mirar todo con enfoque de género, con esas gafas violeta”, agrega. 

Y la tercera clave es crear ambientes amables, de convivencia y solución de conflictos, “bajarle a la hostilidad, trabajar el tema de acoso, visibilizar los micromachismos y empezar a decirle a nuestros colegas hombres que esto también es un tema de ellos, que con igualdad van a encontrar un lugar compartido donde hay más posibilidades, que un mundo más diverso es un mundo más rico”. 

Le parece preocupante que, según estudios, las niñas hasta los 6 años se creen igual de buenas que los niños, su desempeño escolar es igual; a partir de los 6 años empiezan empeorar. “Algo está pasando en nuestra cultura en la forma en que educamos, creo que ahí es donde está el reto, les invito a que repiensen currículum, contenidos, formas pedagógicas y piensen qué se puede cambiar, de manera que interesemos más a las niñas a participar en las áreas STEM”. 

Con la Decana, Verónica Botero, coincidimos en el propósito que tiene la Secretaría de las Mujeres de promover acciones que acerquen las niñas y adolescentes a la ciencia para pensar en la posibilidad de cerrar esa brecha en un futuro, tal como lo expresa la Secretaria Juliana Martínez, “Queremos que las niñas y adolescentes sean autónomas y libres para elegir su futuro, que crean en sus capacidades y no tengan temor para decidirse por carreras como las ciencias, las matemáticas, las ingenierías y las tecnologías”. 

Para Verónica es fundamental la reflexión constante sobre el tema, invita a que hombres y mujeres “miremos retrospectivamente nuestro comportamiento, ideas, entornos, si son espacios muy masculinizados o no, examinemos dónde estamos perpetuando estereotipos y empecemos a romperlos”.