No hacemos parte del problema, somos la solución’: Luis Arias, reciclador

A las 5.30 a. m., Luis Eduardo Arias se levanta para llevar a su hija al colegio y luego dirigirse a la universidad, donde cursa octavo semestre de Ingeniería Civil, uno de sus más grandes sueños.

Sobre el mediodía llega al barrio Las Estancias, en Villahermosa, donde visita el Cerro Los Valores, lugar que renació en medio del conflicto para recibir a algunos desmovilizados, quienes trabajan como recicladores por la protección del medio ambiente.

“Cuando comencé a ser reciclador, me proyectaba como un empresario del aprovechamiento y hoy vivo enamorado de este tema”, afirma.

Luis es el Fundador de la Corporación Campo Santo. Hace 16 años, en este lugar trabaja por la sostenibilidad, visitando puerta a puerta a las familias de la comuna 8 para enseñarles cómo separar latas, botellas de plástico, vidrio y cajas, de otro tipo de elementos como papel metalizado y residuos de comida.

“Esto se ha convertido en una nueva oportunidad en mi vida, además de generar alternativas para mis amigos y quienes necesitan de un proceso como este para salir adelante”, expresa Luis.

Inclusión, desarrollo sostenible y protección ambiental son las palabras con las que describe esta labor. “Todo este proceso me ha permitido valorar más a mi familia, a motivarme todos los días para mostrarle al mundo que sí se puede cambiar sin necesitar de una cárcel, y que, a través de las buenas acciones, podemos hacer cosas que incluyan a todos”, indica este joven recuperador.

Hasta ahora ha logrado la sensibilización de 2.500 hogares. Espera que las personas reflexionen acerca del cuidado ambiental y del papel del reciclador para que al momento de desechar algo, piensen que puede ser la fuente de ingreso para alguien más.

“Que la sociedad nos vea como parte del círculo económico y social que permite la sostenibilidad del planeta, porque hoy somos parte de la solución”, concluye.

A sus 35 años, lo sigue motivando el trabajo, la familia, su carrera y poder ayudar a otros, no solo en la separación de residuos, sino en el proceso de reciclar mentes.

El reconocimiento del reciclador debe ser día a día, porque gracias a sus acciones sostenibles ayudan a consolidar a Medellín como una Ecociudad.