“Totó es música, Totó es Colombia”

Con esta expresión define su hijo mayor Marcos a Totó la Momposina, quien hizo el show de cierre en la primera noche de conciertos en el Escenario Conexión de la Feria de las Flores, ubicado en el parque de los Deseos, en donde fue homenajeada por su trayectoria musical.   Allí se realizó el Festival de Etnias, con la presencia de varios artistas y ella, con su equipo de artistas que la acompañan encantó al público con su presencia.

A las 12 y 14 minutos -ya en la madrugada del miércoles 10 de agosto-  subió al escenario dispuesto en el parque de los Deseos. El público la recibió con aplausos. Algunos coreando su nombre: “Totó, Totó”.   El escenario estaba atiborrado de hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales, provenientes de distintas latitudes.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Alcaldía de Medellín

Un minuto después, la presentadora dijo: “Nos preparamos para el momento que todos hemos estado esperando:  el homenaje a Totó la Momposina quien se ha dedicado a la representación de la música caribeña de Colombia, como cantante, bailarina y maestra que encarna ese lugar fértil, donde las culturas africanas de nuestro país, las culturas indígenas y españolas se mezclan para crear una tradición musical única.  Ella no es solo su mayor intérprete, sino también una innovadora inquieta”.

Acto seguido, el Secretario de Cultura Ciudadana de la ciudad, Álvaro Narváez, en nombre de la Administración Distrital le hizo el homenaje que se le tenía preparado, entregándole la máxima distinción que otorga la ciudad: la Medalla Alcaldía de Medellín, Categoría Oro a Totó, reconociendo como gracias a ella “las músicas indígenas, afros, autóctonas y ancestrales de nuestro país han viajado por el mundo”.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Alcaldía de Medellín

Luego, ella -a pesar de algunas dificultades que le dejó la pandemia- tomó el micrófono y con sus 82 años de vida gritó a todo pulmón “¡Viva Colombia!” en señal de gratitud.  Le entregaron el decreto respectivo, le impusieron la medalla y se dispusieron a cantar.

Siete minutos duró este homenaje oficial a una de las grandes de Colombia, que durante años enteros ha paseado nuestra cultura por diferentes lugares del mundo.  el resto de la noche, el tributo lo hizo el público con sus aplausos. Allí, en el Parque de los Deseos, habitantes de Medellín y turistas con sus pintas clásicas de extranjeros estaban ávidos de escuchar la voz de esta mujer y de su grupo que han llevado la música folclórica del caribe colombiano a los más encopetados estrados en múltiples países, en donde ha sido aplaudida, laureada y reconocida.

Su origen

Si hablamos de Sonia Bazanta Vides, tal vez solo sus amigos cercanos, su familia y personas metidas en el mundo de la cultura y la música saben de quien se trata, porque para la mayoría, este nombre de seguro no les dice mucho. Pero si usted dice que esa Sonia es la misma Totó la Momposina, de inmediato la gente reconoce a una de las máximas exponentes del folclore de Colombia a lo largo de la historia.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Alcaldía de Medellín

Su venida al mundo fue el 1 de agosto de 1940 en Talaigua Nuevo -un municipio poco mencionado del departamento de Bolívar- en la costa norte de Colombia, ubicado en la llamada depresión momposina, de donde proviene su nombre artístico.  El Totó le surgió porque de pequeña le decían Toto en su casa, que derivó en Totó por asuntos de buscarle un nombre artístico, cuenta una de sus hijas Ángela María Oyaga.

La Momposina hace parte de la cuarta generación de una familia que ha estado dedicada a la música.  Su padre era percusionista, su madre cantante y bailarina y ella desde muy pequeña aprendió a bailar y a cantar.

No la tuvo fácil ya que desde que era muy niña su familia sufrió los rigores de la violencia partidista en el país.  Primero se fueron a vivir a Barrancabermeja, luego se fueron para Villavicencio y de allí se trasladaron a Bogotá, donde empezaron a estabilizarse.

Algunos de sus logros

En 1964, junto con sus padres -Daniel y Livia- además de sus hermanos, conformó su primer grupo. Estudió música en el conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia y comenzó sus giras musicales por diferentes países del mundo, siendo Francia una de sus estaciones favoritas y el lugar que la llevó a ser reconocida internacionalmente. Allí grabó su primera producción en el año 1982, el mismo en el que tuvo el honor de ser parte de la comitiva que acompañó a nuestro Nobel de literatura Gabriel García Márquez a recibir su permio en Estocolmo.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Carlos Vidal

Aparte de sus estudios en la Universidad Nacional, también pasó por la Universidad de La Sorbona en París y por Instituciones de Santiago de Cuba y La Habana.

Ha estado presente en diferentes festivales como el Cervantino de Guanajuato y el de música del Caribe de Cancún, en México; trabajó con la fundación del cantante Peter Gabriel para la cual grabó y representó a Colombia en la Feria Mundial de Sevilla, en España, en el año 1992, entre otros logros.

En el año 2002 fue nominada a los premios Grammy Latinos al mejor álbum tropical tradicional por Gaitas y Tambores y ha hecho colaboraciones con artistas de la talla de Vox Dei, Calle 13, Pablo Milanés, Lila Downs, Celso Piña y Jorge Celedón.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Carlos Vidal

En dos ocasiones ganó El Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla, en los años 1999 y 2009 y en el 2017 fue reconocida por la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia con el título de Doctora Honoris Causa en Educación.

Todo un palmarés, del cual quedan faltando muchos logros difíciles de resumir en estas líneas, pero que habla por sí solo del recorrido musical, de la importancia y la trayectoria que ha tenido esta canta autora caribeña en el panorama cultural colombiano.

Totó es Colombia

Medellín tuvo el gusto de gozar con su presencia, acompañada de su grupo de artistas, de su música, de sus tambores y de ese estilo único que le ha ganado la admiración y el respeto de su público y de quienes están vinculados al arte musical.

Mientras los artistas hacían su presentación, sembrando semillas de alegría en el corazón de los asistentes, muchos en el público trataban de cantarlas y bailarlas.  Algunos -en especial los de esta parte del mundo- bailaban y cantaban cadenciosamente moviendo sus caderas tratando de seguir el ritmo; otros -en particular los extranjeros que nos visitan de otras partes- a su manera intentaban seguir los acordes musicales caribeños, con movimientos no tan cadenciosos y armoniosos, pero al fin y al cabo felices de gozarse las notas de Totó y su conjunto y de disfrutar de esta Feria de Flores que se vive en Medellín.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Carlos Vidal

Ángela María -su hija- manifiesta lo contenta que se sienten todos los del grupo acá en nuestra capital “La ciudad siempre la ha acogido muy bien en las universidades y en los eventos culturales.  Medellín entero conoce la trayectoria de ella como cantadora”.

Frente al significado de su mamá en la música colombiana afirma que: “El folclor todavía sigue reinando porque es lo que nos identifica como país, como raza, como esencia, como fruto de un pueblo, porque debemos preservar las raíces”.

Para Marco Vinicio Oyaga, el hijo mayor de La Momposina y director musical de la agrupación desde hace más de 40 años, “estar acá es una alegría porque Medellín siempre nos ha recibido con todo el cariño y su gente es muy receptiva y amorosa con el trabajo que hacen ella y su agrupación”.

De su madre opina que “Totó es música, es Colombia, Es una mujer que va a trascender los tiempos y se convertirá en leyenda”.  Señala que su legado continuará con los músicos del grupo, porque no se trata de reemplazarla. “Hay muchas personas que cantan, pero queremos que se sumen al proyecto continuando con la línea de la música tradicional y bajo esa premisa seguimos. Caben cantadores y cantadoras de todas partes”, aclara.

El adiós

Siendo un poco más de la una de la noche, ya en miércoles, los tambores y los músicos callaron su voz.  Cesó el cantar y se les dijo adiós a los asistentes a este concierto -que puede ser el último de su carrera en territorio paisa- en medio de una lluvia de aplausos porque ya ella comenzó a despedirse de los escenarios.

Escenario Conexión – Festival de Étnias. Homenaje a «Toto La Momposina». Foto Carlos Vidal

Esos mismos que la vieron crecer artísticamente propagando la música folclórica caribeña de nuestro país en cuanto rincón del mundo se presentó.  Esos escenarios y ese público que van a extrañar sus canciones ricas en ritmos alegres impregnados de sabor y nostalgia. Esos “bailes cantaos” y ese estilo musical único, que no se volverán a escuchar en su voz y que hicieron grande a esta mujer, a nuestra muy colombiana y querida Sonia Bazanta Vides, la inigualable Totó la Momposina.