¡Una mujer con las botas bien puestas!

.: En Medellín la participación de las mujeres en obras de construcción es del 11 % y entre el 2020 y el 2021 más del 15 % de los empleos generados en esta área, fueron ocupados por mujeres.

A las cuatro de la mañana en el barrio Robledo, empieza la rutina para Claudia Elena González, una mujer obrera de 35 años y mamá de dos hijos.

Las botas, el casco, el chaleco y un buen protector solar, la acompañan a diario en su oficina: la obra del intercambio vial de la 80.

“Yo llevo trabajando acá un año. Entré por mi hermano porque él también trabaja en la obra y cuando me contó que necesitaban una ayudante, yo le entregué mi hoja de vida. Me gusta mucho la construcción, siempre quise ser ingeniera, pero como quedé en embarazo a tan temprana edad, no lo logré”, afirma González.

Sus tareas van desde estar pendiente de la planilla de llegada de los trabajadores, hasta realizar pequeñas piezas de concreto que ayudan a nivelar estructuras. “Yo llego a las siete de la mañana y empiezo a recorrer toda la obra para saber si los trabajadores necesitan cosas del almacén, permisos o incapacidades”.

Antes de trabajar como asistente de esta obra, realizaba aseo en casas de familia, porque sacar a sus hijos adelante es su prioridad. “Yo no le digo que no a un trabajo digno. Llevo en la obra un año y me gusta mucho estar acá porque siento que mi trabajo es muy importante, me gusta ayudar a los muchachos y ver el proceso que hay detrás de estructuras tan grandes y tan importantes”, dice.

Cuando Claudia llegó a la obra, el miedo a las alturas le dificultó un poco su trabajo, pero, gracias a la ayuda de sus compañeros y teniendo la verraquera que la caracteriza, ese miedo se esfumó y ahora, subir y bajar gradas temporales hechas con madera o andamios, ya no es un reto.

El respeto y el cariño que le tienen en el trabajo se lo ganó a pulso, es llamada “la tía” porque siempre está pendiente del bienestar de sus compañeros y ese apodo lo recibe con amor y gratitud.

“Yo le digo a todas las mujeres que luchen por sus sueños, por sus hijos y más sin son madres solteras. No estamos solas y si la vida nos pone en una obra pues agradezcamos porque lo que aprendemos en este espacio es mucho”.

Junto a Claudia hay 18 mujeres en la obra que trabajan a la par con los hombres para sacar adelante este importante proyecto por y para la ciudad.

En un futuro no muy lejano, cuando sus hijos salgan del colegio, quiere estudiar Ingeniería Ambiental para ayudar a mitigar los posibles daños ambientales en las obras. Por ahora ella deja lo mejor de sí en su trabajo que tantas vivencias le deja a diario y espera ver terminado pronto el puente, que le mostrará a sus hijos con mucho orgullo.