Vestuario de la Feria de las Flores y su influencia cultural

Cada prenda y accesorio de la indumentaria que lucen los silleteros en el desfile tiene un valor cultural y simbólico, que remite a la historia de pujanza, coraje y valentía de los antioqueños e inspira a seguir abriendo caminos de desarrollo y sostenibilidad. 

Por la huella que han marcado en la historia de Medellín y Antioquia, desde finales del siglo XIX, los silleteros son los protagonistas en la Feria de las Flores; un legado que alrededor de 500 familias, que habitan el corregimiento Santa Elena, mantienen vivo por cultivar la cultura silletera con juicio, orgullo y amor, la cual desde 2015 es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Nación, no solo por ser una expresión artística alrededor de las flores y la silleta, sino por sus prácticas campesinas y comerciales, y sus dinámicas de la vida cotidiana.

Debido al carácter emblemático y patrimonial de esta manifestación cultural, que representa un activo social del departamento antioqueño, los silleteros se han convertido en embajadores de Colombia y de la capital antioqueña ante el mundo.

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

Porque “cuando pasa un silletero es Antioquia la que pasa”, miles de personas asisten como espectadores al Desfile de Silleteros, el evento central de la feria y la fecha más importante para las más de 500 familias silleteras, para sonreír, aplaudir y enaltecer esa cultura viva y el espíritu de coraje y pujanza que transmiten, y con el que los antioqueños se identifican y recuerdan a sus ancestros.

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

Más allá de un sentido estético, los accesorios y el vestuario habla de las raíces, formas de vida y costumbres de los antioqueños.

Vestuario tradicional: símbolos de identidad en la Feria de las Flores

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

Por ser el vestuario de los silleteros una expresión cultural de la identidad de los antioqueños, sus prendas y accesorios siguen estando vigentes, algunos con modificaciones por las tendencias de moda. Y dado su valor tradicional, práctico y estético, los accesorios son portados y adquiridos por los visitantes para obsequiar o tener un recuerdo.

Es común ver a los campesinos, habitantes de los corregimientos y veredas con pantalones en liencillo crudo (tejido plano mezcla de algodón y poliéster) y camisa de manga larga o corta. Mientras que la ruana, que es una manta de cuatro puntas con agujero para la cabeza, es usada en las regiones frías o cuando el clima la amerita; incluso, se usa como cobija, alfombra o para decorar el sofá.

Dentro de los complementos tradicionales y que son de uso habitual en la cotidianidad y en la Feria de las Flores, se encuentra:

• El sombrero aguadeño. Es fabricado artesanalmente con la fibra de la palma de iraca, cuya copa es plana o con un pliegue cóncavo, y lleva una cinta negra.
• El poncho. Es de la misma forma de la ruana, pero de un material suave y liviano, el cual le servía a los campesinos y arrieros para cubrirse del frío y el sol, incluso para secar el sudor de la frente y arriar el ganado.
• El carriel. Es muy querido por los antioqueños y, por el sentido de pertenencia que se le tiene, es un Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional.

Asegura el crítico cultural Pedro Adrián Zuluaga, que se le reconoce como “una manifestación material del ingenio antioqueño, porque era usado por arrieros, guaqueros, mineros, agricultores y ganadores, y expresa la capacidad que todos ellos tuvieron para encontrar soluciones eficaces a desafíos concretos de la supervivencia” (Razón Pública, 2020).

Es un tipo de bolso de cuero con numerosos bolsillos y compartimientos que, en los tiempos de la colonia, era de uso masculino para cargar toda clase de elementos.

 

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Vestidos y trajes típicos en el Desfile de Silleteros

La indumentaria expresa la historia y tradición de los campesinos, quienes para contar con ingresos económicos y acceder a otros productos como los del mercado, desde el siglo XIX bajaban a pie abriéndose camino entre las montañas, por un trayecto que les tomaba hasta cuatro horas, desde el corregimiento Santa Elena y las veredas de Guarne, Envigado y Rionegro, para transportar personas (especialmente enfermos), productos del bosque combustibles, herramientas, materiales, insumos para las huertas, ropa por parte de las lavanderas y productos agrícolas y flores, para venderlos en los centros poblados de Medellín, como la Plaza de Cisneros, en donde hoy queda actualmente la Plaza de las Luces.

Por tanto, la manifestación cultura silletera se conoce como un activo social, que “se asocia históricamente con un medio de transporte (…), el cual pervivió en el territorio de Santa Elena a lo largo del tiempo y se ha transformado al punto de coexistir en la actualidad el uso campesino, funcional y cotidiano con otros usos artísticos y expositivos”. (Ministerio de Cultura, 2015).

Desde un sentido práctico y estético, las prendas y accesorios de vestir que los silleteros usaban en la época eran acordes con su actividad, recorrido y lugar de destino, Medellín.

Federico Alzate Zapata, silletero y presidente de la Cosse.

El presidente de la Corporación de Silleteros de Santa Elena (Cosse) y quien desde el año 1996 participa en el Desfile de Silleteros, Federico Alzate Zapata, cuenta que por ser la ciudad el destino, los ancestros optaban por la ropa buena que tenían:

“Los hombres usaban camisa y pantalón de dril, ruana, poncho, sombrero, carriel y el tapa pinches, un delantal de tela con bolsillos -que en ese entonces- era de tela y les servía de monedera para devolverle a la gente y de protector para no ensuciarse. Muchos bajaban descalzos, porque en ese tiempo no había zapatos. De tanto caminar, ellos adquirían unos callos en los pies que les permitían caminar por cualquier parte. Y las mujeres, todas de falda y pañoleta, y de pronto llevaban una mochilita”.

Foto Biblioteca Pública Piloto.

Desde 1950, año en el que se originó el Desfile de Silleteros, pasando por 1957, año en el que se institucionalizó, los campesinos del territorio de Santa Elena asistían con las prendas y accesorios que usaban en su cotidianidad, para exhibir los arreglos florales en las silletas a cuestas, con la pujanza que aún los caracteriza.

“Es un desfile que, en su esencia, le hace memoria y le rinde honor al campesino”, destaca el silletero Federico Alzate.

Cerca del año 2005 empezaron a usar un vestuario, cuya confección corrió por cuenta de la comunidad silletera. Para los hombres comprendía un pantalón negro en poliéster, camisa blanca de manga larga con cuello, alpargatas blancas, sombrero aguadeño, ruana o poncho y la cubierta del machete.

Mientras que el de las mujeres constaba de una falda con boleros, negra con flores pintadas o bordadas por ellas mismas; camisa blanca cerrada, de mangas cortas y bombachas, y decorada en el cuello con flores pintadas o bordadas; pañoleta fondo entero, blanca o con flores, delantal blanco, y cotizas blancas.

La evolución del vestuario en el Desfile de Silleteros

Foto Biblioteca Pública Piloto.

Con base en la investigación sobre la cultura silletera que lideró la Universidad Eafit y la Alcaldía de Medellín, a los silleteros de Santa Elena se les diseñó un nuevo vestuario con las prendas auténticas que los campesinos antioqueños utilizaban a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el cual lucen desde 2015 en el Desfile de Silleteros.

El atuendo expresa la labor y el sentir de los campesinos de la época, quienes “seleccionaban la mejor ropa que tenían para bajar a Medellín a vender las flores en el Centro”, según relata el silletero y presidente de la Corporación de Silleteros de Santa Elena (Cosse), Federico Alzate Zapata.

Para contribuir con la preservación de la cultura silletera y del Desfile de Silleteros, en el Acuerdo Municipal # 035 de 2017 se establece el vestuario como uno de los ítems que los jurados evalúan para premiar a los participantes del desfile en cada una de las categorías de las silletas.

Es un traje que, por sus telas y diseño, es cómodo, fresco y elástico, para facilitar el recorrido de los silleteros en el desfile.

“El trabajo de los diseñadores no solo consideró la estética de cada prenda, acorde con lo hallado en la investigación, sino también la consecución de textiles disponibles, la producción y la comodidad de los silleteros al usarlas”, explicó el ex rector de la Universidad Eafit, Juan Luis Mejía Arango, quien participó en el comité interdisciplinario que adelantó la investigación para determinar el nuevo vestuario.  (Caracol Radio Medellín, 2015)

Accesorios, complementos y vestuario del silletero

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

• Camisa. Elaborada en algodón. Es de color crudo y tiene cuello de banda o artesano, que hoy se conoce como tipo Nehru o Mao, y botonadura escondida, cubierta con una tapa perilla que lleva unas presillas, para no dejar ver los botones. Solo resalta el botón de la parte superior, de color dorado –así la usaban los artesanos hace un siglo; el botón podía ser un metal precioso que destacaba su labor-.
• Pantalón. Elaborado en dril, tiene un estilo clásico y es en tono azul verdoso oscuro, y posee bolsillos laterales, para que se ajuste a las necesidades utilitarias de los silleteros.
• Sombrero aguadeño. Muy tradicional en Colombia, especialmente en Antioquia y el Eje Cafetero, también representa la cultura de los arrieros y es fabricado de palma de iraca.

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de MedellínVestuario de la Feria de las Flores

• Ruana. De acuerdo con el diseñador del traje, Camilo Álvarez, a quien el comité interdisciplinario que llevó a cabo la investigación le presentó la idea. Esta prenda “es un desarrollo artesanal de la ruana de Sonsón y fue fabricada en Boyacá: bicolor porque el rojo y el negro era muy común, y tenía muchos símbolos y usos; negro para el luto y rojo para las fiestas”, (Vivir en El Poblado, 2015).
• Carriel. Artesanía colombiana con más de un siglo de historia. Es un tipo de bolso de cuero con bolsillos interiores, usado tradicionalmente por los hombres de Antioquia desde la época colonial.

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

• Paruma o tapa pinches. Viene de la indumentaria del arriero y es una especie de delantal grueso de cuero o lona, utilizado para proteger el pantalón y cubrir el “pinche” o pene, que usualmente se encontraba fuera de sus pantalones para orinar fácilmente en sus recorridos. Se sujeta en la cintura, en el caso de los silleteros “se ata hacia adelante y tiene tapa para cubrir el amarre, para que el nudo no estorbe en la espalda al cargar la silleta”, (Vivir en El Poblado, 2015). Cae a la rodilla y suele ser blanco, sin adornos y con un bolsillo central.
• Funda del machete. Accesorio típico de la indumentaria del campesino antioqueño para portar el machete, herramienta que los campesinos usan todavía en las actividades de la tierra y el campo, desde finales del siglo XVIII y con mayor auge en los inicios del siglo XIX, la cual fue clave para abrir los caminos al desarrollo y la industrialización del departamento de Antioquia.

La funda que usan los silleteros en el desfile es más colorida, en comparación con los años anteriores a 2015.

• Calzado. Cotizas o alpargatas con mayor soporte que brindan más comodidad, y de color crudo con suelas blancas o negras.

Accesorios, complementos y vestuario de la silletera

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

• Camisa. Es de color crudo, elaborada en algodón con elastano, para brindar mayor comodidad. Se cambió el cuello de bandeja por un cuello de banda o artesanal; es cerrada y de botones, de mangas cortas y embombadas con boleros, y va decorada arriba del pecho con dos pasas cintas en línea, las cuales son en tono azul claro.

Algunos de los referentes encontrados en la investigación tenían boleros en la espalda, pero en este traje no se tuvieron en cuenta, para facilitar la carga de la silleta.

• Falda. Elaborada en algodón; es del mismo tono azul verdoso oscuro de los pantalones masculinos.

Tiene dos bolsillos internos y boleros en la parte inferior, mientras que en la cintura posee un efecto “bolsa de papel”, otra especie de bolero que remite a la forma en que se amarraban la falda hace un siglo, que hacía ver la tela recogida. Este efecto se logró con un elástico, para que sea más cómoda.

• Chumbe. Faja que puede medir de cinco a diez centímetros de ancho, por cuatro o cinco metros de largo, usada por mujeres de algunas etnias de Colombia para sostener su falda.

Tradicionalmente es tejida por las mujeres con hilos de lana de varios colores, el de las silleteras es amarillo quemado pálido.

• Delantal. Elaborado en algodón y, al igual que la camisa, es de color crudo; se amarra al frente y no atrás, justamente para evitar que talle con la silleta. Lleva una tapa para ocultar el nudo y conservar mejor el diseño al lucirlo, y posee un mini bolero en la parte inferior.
• Pañuelo para la cabeza. Del mismo material y color de la camisa y su uso es para tener comodidad porque evita que el pelo cubra la cara de las silleteras.

Vestuario de la Feria de las Flores – Foto: Alcaldía de Medellín

• Mantola. De color rojo y con flecos, y se lleva sobre los hombros para protegerse del frío. Es una prenda heredada de la indumentaria española.
• Calzado. Cotizas o alpargatas con mayor soporte que brindan más comodidad y de color crudo con suelas blancas o negras.

El proceso de confección y elaboración del vestuario para la Feria de las Flores

El traje que actualmente lucen en el Desfile de Silleteros, en cuyo diseño también participaron los silleteros, se desarrolló a articulación institucional. Fabricato contribuyó con las telas y el Grupo Éxito se encargó de la confección de las prendas.

Según el silletero y presidente de la Corporación de Silleteros de Santa Elena, Federico Alzate Zapata, cuando se requiere reponer alguna de las prendas, estas las elaboran dos modistas que viven en el corregimiento Santa Elena y en cuanto a los accesorios, la Corporación de Silleteros tiene identificados los proveedores que se ajustan a los originales.

Una de las modistas es Claudia Elena Soto Grajales, quien es habitante del corregimiento Santa Elena y es silletera desde hace siete años, junto con su hermana.

Ella manifiesta que desde 2016 elabora las prendas que los silleteros, tras revisar el estado de la indumentaria, le encargan para sus hijos que van a participar por primera vez en el desfile, o cuando no les sirve la talla, se les deterioran o destiñen, para lo cual se acoge a las características originales del traje, como la tela, los colores y el diseño.

“Para coser, en el caso de los hombres, la pieza que más me piden hacer es la camisa, y la falda para las mujeres”.

 

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Fuentes consultadas

Arango, L. y González, D. (2013). Prácticas y significados asociados al machete en el suroeste de Antioquia. UPB. https://repository.upb.edu.co/bitstream/handle/20.500.11912/1419/monografiafinal.pdf?sequence=1

(2015). Así lucirán los silleteros en el Desfile del domingo 9 de agosto. Caracol Radio Medellín. https://caracol.com.co/radio/2015/08/06/regional/1438831560_882696.html

Zuluaga, P. (2020). El carriel antioqueño ¿patrimonio cultural de la Nación? Razón Pública. https://razonpublica.com/carriel-antioqueno-patrimonio-cultural-la-nacion/#:~:text=El%20carriel%20fue%20usado%20por,manifestaci%C3%B3n%20material%20del%20ingenio%20antioque%C3%B1o.

(2015). Vestuario tradicional del silletero. Vivir en El Poblado. https://vivirenelpoblado.com/silleteros-estrenan-vestuario-en-el-desfile-dominguero/

(2015). Resolución 1843 de 2015. República de Colombia Ministerio de Cultura. https://patrimonio.mincultura.gov.co/legislacion/Documents/RESOLUCI%C3%93N%201843%20de%202015.pdf

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