¡28 de mayo, Día Internacional por la Salud de las Mujeres!

La conmemoración de este día, pone de manifiesto la importancia de que las mujeres cuenten con salud integral y que no tengan que enfrentar barreras para acceder a los servicios que brindan atención médica y psicológica, sobre todo, en este contexto de la COVID-19 donde las mujeres se ven más afectadas por la dinámica de la contingencia y necesitan de un enfoque diferencial que garantice el goce pleno de sus derechos. ¡La salud también debe mirarse con lentes de género! 

“En 1987, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, hizo la propuesta de instaurar un día de acción global a favor de la salud de las mujeres, y en 1988 se conmemoró el primer 28 de Mayo con el lanzamiento de la Campaña para la Prevención de la Morbilidad y Mortalidad Materna, coordinada por la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos, RMMDR, y la Red de Salud”. (Fuente: www.rosario.gob) 

La defensa de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, cobra gran relevancia dentro de esta conmemoración en lo que respecta a la atención que se les brinda a las mujeres en este campo, y a la autodeterminación sexual y reproductiva para tomar decisiones al respecto. 

Todas las mujeres tienen derecho a elegir a qué edad, en qué momento, cuántos y con quién tener hijos (as) o no tenerlos. De igual manera, tienen derecho a obtener información sobre asuntos relacionados con la salud reproductiva sin sufrir ningún tipo de discriminación, coacciones ni violencia. 

El Estado colombiano garantiza el derecho a una maternidad segura y sin riesgos, que permita la realización de los derechos reproductivos. Además promueve la anticoncepción moderna y garantiza el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en las causales que contempla la sentencia C-355 del 2006 de la Corte Constitucional. 

Según la OMS “El derecho a la salud implica gozar del más óptimo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o malestar”, es decir que el análisis de la salud de las mujeres trasciende lo biológico y está relacionado con sus roles en la sociedad, con la forma en que acceden a los recursos, con la educación, el trabajo y el acceso a las oportunidades. 

Con relación a la salud mental, la ONU advierte un “aumento masivo” de las enfermedades mentales por la pandemia y extiende el llamado a la designación de recursos para atender los casos que se generan por razones como: el aislamiento, miedo al contagio, duplicación de las labores de cuidado para las mujeres y el incremento de las violencias basadas en género. 

Al respecto, la psicóloga Yurani Muñoz Marín explica que es fundamental que las instituciones y entidades vinculadas con el área de la salud, promuevan la sensibilización de sus funcionarias y funcionarios “para generar espacios de escucha para las mujeres, con empatía, sin separar en sus diagnósticos el cuerpo biológico del cuerpo emocional”. 

Agrega que privilegiar estos espacios, posibilita el conocimiento de las historias de vida y esto permite que pueda comprenderse porque se están viendo afectadas las dinámicas familiares. 

A las mujeres de Medellín la profesional les recomienda: “mantener las redes de apoyo, hay que continuar en contacto con familiares y amigas (os), conocer las rutas de prevención y atención de violencias, usar las líneas institucionales que brindan asesoría psicológica, y apostarle a la coeducación para comprender que las labores de cuidado deben ser compartidas, distribuidas de forma equitativa porque la casa es de todos”. 

A través de las gestoras de igualdad, continuamos con la distribución de kits para el autocuidado y la prevención de violencias, que contienen implementos para la higiene menstrual, la salud sexual y la salud reproductiva, así como información y formación sobre derechos. Hasta el momento han sido entregados más de 1600.