El Distrito de Medellín posibilitó la certificación en básica primaria y secundaria de víctimas del conflicto, pospenados y firmantes de paz

• El Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación -Cepar hace parte de la Secretaría de la No-Violencia y se establece como un modelo de educación para la paz.
• 40 usuarios recibieron certificación en grado quinto y noveno para continuar con sus estudios académicos.
• Esta actividad se desarrolla dentro de la agenda de paz de la Semana de la No-Violencia.

El Distrito, en su compromiso por la construcción de paz territorial, brindó oportunidades para que 40 usuarios del Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación -Cepar, certificaran sus estudios académicos: 13 en básica primaria y 27 en básica secundaria; entre ellos hay  personas en proceso de reintegración y reincorporación, víctimas del conflicto armado, pospenados, y niños, niñas, adolescentes y jóvenes que están en riesgo de instrumentalización, quienes hicieron parte de procesos educativos con equidad, de acuerdo con sus necesidades y habilidades, bajo un modelo de educación para la paz  y un enfoque de Justicia Restaurativa.

“Este es un evento maravilloso, he venido a darles ese saludo de felicitación y a invitarlos a que sigan adelante. Han obtenido este logro, pero es mucho más lo que sigue en un camino que ustedes pueden construir, de la mano obviamente la Secretaría de No Violencia, de la mano de la familia. La Alcaldía Distrital está comprometida con la paz, con la No Violencia. Lo que ha hecho el centro de formación, la Alcaldía y la Secretaría de La No-Violencia es servirle a unos jóvenes, a unos adultos que están buscando oportunidades, que están tejiendo sueños y que hoy, con orgullo, alcanzan este grado. Yo lo que quiero es que sigan adelante. Este es un paso gigante, pero hay muchos más pasos que dar”, dijo el alcalde encargado, Óscar Hurtado. 

El Cepar es un centro de formación que tiene como objetivo la búsqueda y construcción de habilidades para la gestión creativa de los conflictos y les brinda a los usuarios alternativas distintas a la violencia, ante cualquier confrontación o acción que puedan enfrentar en su vida cotidiana, mientras validan sus estudios básicos, para continuar con procesos académicos que les permitan hacer realidad sus proyectos de vida y reincorporarse a la sociedad.

Certificación simbólica Cepar – Foto: Alcaldía de Medellín

“La educación es una herramienta transformadora que cambia vidas, que permite alcanzar muchos logros, que permite finalmente crear una sociedad en la que la empatía y la posibilidad de resolver conflictos de formas no-violentas se convierte, también, en el horizonte. La secretaría, con diferentes procesos y con el Cepar, ha establecido una apuesta y una agenda de ciudad por la construcción de paz territorial”, dijo el secretario de la No-Violencia, Cristian Aguirre. 

En este lugar para la paz se ha logrado atender con servicios formativos a cerca de 1.000 personas, de las cuales se ha certificado a 240 en niveles de básica primaria. Las aulas de clase han propiciado la unión y el encuentro de actores que en algún momento se consideraron contrarios o irreconciliables y que hoy le apuestan a  la paz, el perdón, la reconciliación y la no repetición. 

“Esta es una experiencia excelente. Gratitud ante los profesores, hay unos excelentes compañeros. Estoy agradecida por este logro, por la experiencia que me han brindado en el Cepar, y espero poder seguir adelante. Estoy terminando décimo y espero seguir con la universidad”, agregó Estefanía Chinchía, usuaria del Cepar. 

Este componente de la Secretaría de la No-Violencia también creó la exposición itinerante denominada Cátedra de Paz, la cual aportó un modelo de caracterización de usuarios del Cepar, diseñó una ruta de gestión y atención integral para estas poblaciones, y construyó sus propios lineamientos pedagógicos con base en las experiencias de sus poblaciones. Adicionalmente, desde el Cepar se ha logrado tener en funcionamiento el ‘Ceparcito’ como una herramienta de cuidado para niños y niñas, mientras sus acudientes permanecen en la jornada de nivelación de estudios. 

Con este trabajo, el Distrito continúa transformando la vida de personas que hicieron parte del conflicto y que hoy apuestan a la construcción de paz, y confían en la posibilidad de nuevas oportunidades para el desarrollo y la transformación de sus proyectos de vida.