Alcaldía Sala de Prensa Noticias El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando

El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando

Contenido asociado a:

Pertenece a las secretarías:

Secretaría de Inclusión Social Familia y Derechos Humanos

Foto: El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando. Fotógrafo: Foto Alcaldía de Medellín 2022-04-18 El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando Por: Alonso Velásquez Jar...

Compartir en:
  • Foto: El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando.

    Fotógrafo: Foto Alcaldía de Medellín

    2022-04-18

    El dulce amor de Eva Tulia y Luis Fernando

    Por: Alonso Velásquez Jaramillo – Editor: Fredi Arboleda.

    Se conocieron en 2003 y desde entonces andan juntos sin que nadie perturbe su relación. Son Eva y Luis, dos personas mayores que disfrutan y se profesan un amor que a muchos les daría envidia.

    Nos conocimos en el Centro, él embolando zapatos y yo vendiendo cigarrillos. Nos enamoramos y nos fuimos a vivir juntos”.  Fue flechazo a primera vista.  Sin rodeos. De eso hace 19 años y nada ni nadie los separa.

    Al contar la historia se ríen como si fueran dos adolescentes luego de haber hecho una pilatuna. Y se miran, y de nuevo se ríen, sabiendo que su historia de amor es hasta el final de sus días. Ella más alegre y más espontánea.  Él, más serio, más callado.  Pero en ambos fluye el amor, y se les nota. 

    Eva Tulia Cifuentes Ramírez tiene 65 años y desde muy chiquita dejó su natal San Francisco, en el Oriente de Antioquia, en donde solo alcanzó a cursar hasta segundo de primaria y se vino para Medellín a probar suerte. 

    Por su parte, Luis Fernando Luján, está en los 64, es oriundo de Medellín y no tuvo educación, y aunque ninguno de los dos posee títulos profesionales, saben que esto no es necesario para ser felices con el amor que se profesan.

    Los dos viven muy contentos en el barrio Prado, donde funciona una sede del Centro de Protección Social al Adulto Mayor, perteneciente al programa de Larga Estancia de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos.

    Siempre juntos

    Ellos vivían y dormían en la calle, pero un día los acogieron en Centro Día, donde estuvieron dos años y medio, y luego fueron trasladados a este sitio, que se convirtió en su nido de amor. 

    Este es un hogar muy lindo y hermoso”, dicen casi en coro.  Y a renglón seguido resaltan la buena atención y lo bien acompañados que se sienten por el equipo de profesionales que labora allí.

    Luis solo tiene palabras de amor para ella y el pensamiento en su amada: “Yo la quiero mucho y le pido a mi Dios que me dé salud para estar a su lado siempre.  Me enamoré de ella y con ella voy hasta el final”.

    Siempre juntos, aunque con un espíritu independiente, participan en las actividades que en este hogar se programan para los 81 beneficiarios que allí conviven.  Juegan parqués o dominó, ven televisión y dibujan, entre otras ocupaciones.

    Viven en habitaciones diferentes. Su día a día siempre está en función del otro y comparten sus corazones, aunque reconocen que no son muy sociables.  En la mañana -a eso de las 5- se levantan a organizarse, toman su desayuno, pasan un buen rato juntos, luego el almuerzo y después salen a caminar, solos, sin ninguna compañía que les incomode sus retozos amorosos, van hasta el Centro a vender confites y vuelven al caer la tarde al Centro de Protección.

    Somos un par de novios todavía y no falta quien en la calle nos mire y nos admire”, afirman a dos voces.

    Sueños comunes hasta el fin

    El sueño de Eva es seguir adelante en el hogar y, además, “que me vaya bien con la venta de confites, para comer otras cosas diferentes”, dice en medio de risas, y su amado, Luis, la secunda de inmediato, porque comen de todo.

    Y el sueño de Luis es siempre con la mira puesta en su amada.

    Que Dios me dé licencia y salud para ver por ella.  Hay cosas muy bonitas para ayudarle y para comprenderla”, dice sin ahorrar sentimientos, y agrega: “Empleo mi tiempo en lo que sea necesario para que se sienta orgullosa de mí y yo orgulloso de ella”.

    Eva y Luis son dos almas gemelas y nobles que se encontraron en el camino de la vida y que decidieron unir sus corazones, sus pensamientos y sus deseos para tener un grande, bello e indisoluble amor.

    Nosotros somos felices y contentos, y así seguiremos hasta que la muerte nos separe”, dice Eva, y de inmediato Luis lo corrobora.

    Lo único que nos va a separar a nosotros es la muerte”, concluye.

    Compartir en:


    Acércate a la Alcaldía de Medellín

    Ir al contenido