El Jardín Cementerio Universal sigue construyendo memoria y verdad

En la esquina noroccidental de la calle 84 con carrera 65, está ubicado este lugar, en donde aparte de un patrimonio cultural implícito en las obras del Maestro Pedro Nel Gómez instaladas allí, también se encuentran depositados los cuerpos de cientos de personas que han llegado a este sitio a cumplir su último y eterno reposo.

Su diseño fue obra del maestro Pedro Nel Gómez. Tiene una extensión de 55 mil metros cuadrados, se inauguró en el año 1943, está ubicado en el barrio Caribe y desde siempre, el Jardín Cementerio Universal ha atendido las necesidades exequiales de la población de escasos recursos de Medellín.

La subsecretaria de Derechos Humanos, Alexandra Virviescas Castro, nos compartió acerca del trabajo que realiza allí la Administración Municipal con el fin de mantener vigente este espacio.

De acuerdo con ella, la importancia de este lugar “radica en el hecho de que es una institución pública que ha orientado sus servicios de inhumación, preservación y exhumación de cuerpos de personas fallecidas desde criterios de universalidad, dignificación e inclusión. Durante sus años de servicio se ha caracterizado por albergar los cuerpos de personas sin distingo de clase, afiliación política, preferencias sexuales o credo religioso, cumpliendo un importante papel en la preservación de la dignidad de los fallecidos y de sus familias, quienes veían restringido el uso de servicios funerarios en cementerios privados o de la iglesia, en virtud de esos criterios”.

Nos explica que este Jardín Cementerio es un escenario multifuncional que incluye en el cumplimiento de sus funciones misionales e institucionales la atención prioritaria a las personas fallecidas carentes de recursos económicos y en muchas ocasiones, sin entorno familiar conocido, pero que les permite acceder con dignidad a su última morada, gracias a los programas y proyectos que desde la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos se impulsan en este sentido.

La resignificación del cementerio

El Universal carga una especie de estigma y para muchos el sitio es considerado como un camposanto donde no se conocen los nombres de la mayoría de las personas que están allí sepultadas, pero para ello se trabaja en procesos de memoria. “Lo principal ha sido el criterio de ‘resignificación’ del lugar y el enaltecimiento de su condición de espacio patrimonial de Medellín. Para ello se ha desplegado todo un ejercicio de sensibilización y formación sobre las características históricas, de memoria y patrimoniales asociadas al cementerio, pero de igual manera, el trabajo permanente con diversos públicos en la socialización de la herramienta ‘Ruta Urgente de Búsqueda’. Todo ello ha permitido, por ejemplo, que el JCU sea incluido como miembro activo de la Red Colombiana de Lugares de Memoria, en la que se están dinamizando iniciativas como la de posicionar el lugar de los cementerios frente a la construcción de la memoria y la verdad. De igual manera los ejercicios desde la memoria han procurado acercar al cementerio desde rutas y recorridos internos, los cuales se activan con los diversos públicos según las necesidades temáticas”, afirma la subsecretaria.

Como parte de este proceso de memoria, se realiza allí un trabajo social con las familias de las personas que creen tener allí o que tienen allí a sus seres queridos. “Se realiza un acompañamiento permanente a los familiares de las personas que un día estuvieron como desaparecidas y que en el presente sus restos descansan plenamente identificados en el mausoleo ‘Ausencias que se Nombran’, a través de asesorías jurídicas, acompañamiento psicosocial y periódicas activaciones de memoria en el JCU. Se realizan diferentes encuentros con estas familias donde se abordan temas de interés que se construyen con las mismas familias, esto como una forma de resignificar su dolor y posibilitar que puedan elaborar sus duelos”, expresa.

Un nuevo mausoleo y otras intervenciones

Alexandra Virviescas nos manifiesta que además de estas labores que se ejecutan con las familias y con la comunidad, también se tienen proyectadas algunas intervenciones físicas, para la conservación de este lugar. “Se han realizado trabajos de cerramiento perimetral, mantenimiento general de los mausoleos, construcción del templete y de las bodegas, que son espacios indispensables para el almacenamiento de insumos y materiales. Así mismo, se tiene programado la construcción de un nuevo mausoleo para poder responder adecuadamente a la demanda en los procesos de inhumaciones y se proyectan trabajos de adecuación y ampliación a la sede administrativa en aras a brindar un mejor servicio”.

Sobre el futuro del Jardín Cementerio Universal, la subsecretaria considera que “el Jardín Cementerio Universal, atendiendo las funciones que tiene a su cargo, se proyecta hacia el futuro como una entidad  pública indispensable que impacta positivamente a la comunidad en general no solo en lo que tiene que ver con la salubridad pública y la efectividad en los derechos de las personas vulnerables después de sus días, sino en la trascendencia de ser considerado como patrimonio y referente histórico-cultural de la ciudad que coordina y articula a la vez su trabajo con otras entidades para afrontar y apoyar muchos eventos de alcances considerables”.

Allí, junto a las esculturas del Maestro Pedro Nel, seguirán reposando cientos de cuerpos de personas, que luego de su paso por este mundo encontraron allí el solaz y el descanso, luego de su paso por esta vida, tan fugaz, tan efímera, pero tan llena de alegrías y satisfacciones.