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Diego Antonio Londoño Londoño, silletero

El orgullo de ser silletero

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Por: Sandra Milena Olarte - Editor: Alonso Velásquez Jaramillo |

Ya se siente el aroma de la Feria de las Flores y de su magno evento, el Desfile de Silleteros que vuelve a su recorrido por las calles aledañas al río Medellín.  Par...

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  • Ya se siente el aroma de la Feria de las Flores y de su magno evento, el Desfile de Silleteros que vuelve a su recorrido por las calles aledañas al río Medellín.  Para ellos esta celebración tiene un significado especial.

    Diego Antonio Londoño Londoño

    Cumple 49 años el próximo 15 de agosto, el mismo día del Desfile de Silleteros.

    Pertenece a la familia Londoño Londoño de la vereda Barro Blanco y por cumplir años el día del desfile, siente una motivación especial. “Soy silletero desde el vientre de mi madre”. En el año de 1973, cuando su progenitora estaba en embarazo, el 7 de agosto desfiló con él en su vientre y a los 8 días nació. Por eso se considera silletero desde antes de nacer.

    Para mí ser silletero es realmente un orgullo, es un privilegio que tenemos muy pocas personas y eso lo tenemos nosotros: los silleteros. Además, es lo más representativo que tiene nuestra ciudad” afirma.

    Diego Antonio Londoño Londoño, silletero

    Diego Antonio Londoño Londoño, silletero – Foto Sandra Milena Olarte

    Para los Londoño la Feria es la mejor época del año, porque es el momento en el que más unidos están como familia. Todos los integrantes están en pos de hacerle la atención a las personas que los visitan, quienes se lleven una experiencia significativa de su finca. “Es gratificante que puedan esas personas venir y compartir y nosotros poder contarles anécdotas, historias y expresarles lo bonito que es para nosotros que nos visiten, el orgullo que sentimos, la pasión que le ponemos a la construcción de las silletas y el esmero que le ponemos para hacer una buena atención a nuestros visitantes”.

    Yo empecé a desfilar oficialmente desde el año 2006. Mi mamá participó 47 años en el desfile y por temas de salud el médico le dijo que era recomendable no seguir desfilando para que no le fuera a dar ‘un yeyo’ como decimos en paisa”.

    A raíz de esto, Diego heredó el legado de su mamá. Desfila desde el 2006 y en el 2009 fue Ganador Absoluto de la categoría Emblemática con una silleta que decía: “un niño que toca un instrumento, jamás empuñará un arma”. En el 2018 repitió triunfo en la misma categoría con una silleta que tenía como frase: “en paz, así queremos conocer el mundo”.

    Luz Elena Patiño Grisales

    Es silletera hace 30 años porque heredó el contrato de su papá quien desfiló cerca de 25 o 30 años.

    Ser silletera significa un gran orgullo para nosotros y para mí, eso lo llevamos en el alma y en el corazón, porque es un arte muy hermoso y como que nacemos con él. Es algo divino, maravilloso”.

    Luz Elena Patiño Grisales, silletera

    Luz Elena Patiño Grisales, silletera – Foto Sandra Milena Olarte

    Sobre la Feria de las Flores opina que: “representa mucha alegría la posibilidad de atender a toda la gente que va llegando a conocernos, a ver todos los diseños y el arte que hacemos; entonces para nosotros ese es un gran orgullo poderles demostrar a ellos nuestra tradición”.

    Hilda Nora Atehortúa Grisales

    Tiene 62 años y se llena de emoción al hablar de ser silletera. “Significa un orgullo, una emoción. Uno no ve la hora que sea la feria porque se siente uno como en ese calor, en esa…¡No sé! ¡No lo sé describir! pero yo me siento muy orgullosa de ser silletera”.

    No ha tenido la oportunidad de ser ganadora, pero su papá -que dejó de desfilar hace 5 años- sí y desde ese tiempo ella hace parte del desfile.

    La Feria de las Flores es nacional e internacional y cuando se acerca la fecha, uno es cada año con la emoción de que ya va a llegar, ya va a llegar. Es como cuando era el traído del Niño Dios; así es la feria para mí”, manifiesta.

    Hilda Nora Atehortúa Grisales, silletera

    Hilda Nora Atehortúa Grisales, silletera – Foto Sandra Milena Olarte

    Miguel Ángel Atehortúa Zapata

    Tiene 14 hijos y 99 años de edad.  Toda una institución en la cultura silletera.

    Nací el 24 de febrero de 1923. Fui de los fundadores del desfile. Entonces, con los años, cuando ya me puse tan enfermo y estaba mal, le cedí el contrato a la hija mía”, afirma con una memoria inobjetable.

    Para él, que siempre desfiló con silleta tradicional, ser silletero significa lo más bien que podía vivir de cuenta de las silletas.  De eso vivía. “Cultivé mucho, pero el motivo de uno era tener el mercadito de flores cada ocho días y con eso se acostumbraba uno a vivir tranquilo toda la semana porque no le faltaba nada. Si uno iba a conseguir plata, pues le tocaba abrirse con otra cosa, pero con eso vivía uno sin mucho malestar”.

    Para Miguel la Feria de las Flores representa progreso para Santa Elena y para los silleteros “porque eso solo es exclusivo de los jardineros de Santa Elena”.

    Hoy, Don Miguel, ya retirado se dedica a estar tranquilo, en su parcela, con su familia; a rememorar viejos y buenos momentos y a gozar viendo desfilar a su descendencia, la nueva sangre silletera.

    Miguel Ángel Atehortúa Zapata, silletero

    Miguel Ángel Atehortúa Zapata, silletero – Foto Sandra Milena Olarte

    Son palabras sencillas de seres humanos de diferentes generaciones, que le han dado lustre y grandeza a nuestra ciudad, a través de una tradición y una cultura silletera que cada año llena de inocultable orgullo a quienes viven en medio de este valle de montañas.


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