En Medellín, la Red de Músicas inspira a niños, niñas y jóvenes de la ciudad

Ha pensado alguna vez ¿qué habría sido de su vida si hubiera podido desarrollar esos talentos que de niño tenía? ¿Cuántos músicos, bailarines, o artistas habrían podido emerger si hubiéramos contado con el acompañamiento o la formación adecuada? La música es en muchos casos la respuesta para potenciar talentos, abrir nuevas perspectivas de vida y tal vez dibujar un futuro lleno de posibilidades.

Tatiana Pérez es egresada de la Red de Escuelas de Música de Medellín -hoy Red de Músicas-, quien encontró en ese arte, no solo la forma de “hacerle el quite” a un futuro violento y sin posibilidades, si no, el medio para destacarse profesionalmente a nivel nacional e internacional. Hoy ella es una brillante directora de orquesta, afamada y reconocida en muchos lugares del mundo.

La música como apuesta para que muchos niños, niñas y jóvenes se alejen de la amenaza de las armas y se entreguen al ‘peligro’ de las artes

La música envuelve constantemente nuestro entorno. Si nos fijamos bien, podemos encontrarla en todas partes: en el viento o en nuestra propia voz, incluso en el vientre materno se pueden escuchar acompasados los latidos del corazón. En la naturaleza es bien reconocido el canto de las aves y hasta el de las ballenas. Todo nuestro mundo comienza a dibujarse a través de los sonidos. Muchos estudios han demostrado a lo largo de los años que la música contribuye de manera notable en todas sus formas desde una edad temprana, ya que permite expresar diferentes estados de ánimo y crea, además, un ambiente rico que fomenta la autoestima y promueve el desarrollo intelectual, emocional y social.

Red de Músicas de Medellín

La Medellín de 1996, que muchos pueden recordar, se remonta a la ciudad que intentaba resurgir de las cenizas luego de pasar por una de las etapas de violencia más dolorosas que se recuerde. Nuestra capital era en aquella época una urbe golpeada fuertemente por la violencia, pero que empezaba a construirse con ojos de futuro. En este contexto de búsqueda de alternativas de una ciudad mejor, con cultura, educación y sana diversión nació la Red de Escuelas de Música de Medellín, un proyecto que planteó una nueva dinámica de convivencia para todos, buscando en el arte el camino de la reconciliación.

Pensando en alimentar, cultivar y acompañar esos talentos innatos que podrían desarrollarse desde el arte, fue fortaleciéndose esta apuesta como una iniciativa para formar en música a niños, niñas y jóvenes de la ciudad, que contribuyera firmemente a la reconstrucción del tejido social perdido durante una de las épocas más complejas que vivimos.

El arte como alternativa para desarrollar el talento

Dentro de todas las manifestaciones artísticas se reconoce que el carácter colectivo de la música es por esencia un acto de trascendencia, en donde cada una de las partes que componen el acto de cocreación trasciende la individualidad del ser para formar parte de una muestra más universal. Desde esta mirada, una agrupación, orquesta o coro entiende su aporte como una pieza del engranaje de ese universo común. Así, los valores interiorizados en la agrupación trascienden el espacio personal impactando en la vida familiar, social y, en definitiva, en el conjunto de la comunidad a la que pertenece el niño, niña o joven que forma parte de ella. De esta manera la música conecta a la gente de regiones, países, culturas y edades diferentes en un mismo mundo, una melodía común y compartida basada en el respeto, la igualdad y la cooperación.

Red de Escuelas de Música

Con esta mirada nació hace 28 años la Red de Escuelas de Música, hoy Red de Músicas de Medellín, RMM, que en la actualidad cuenta con 27 Escuelas de Música:  12 de cuerdas frotadas, 10 de vientos y percusión, una escuela con formato sinfónico, una escuela de tango, una escuela de cuerdas pulsadas y percusión, una escuela de los litorales del pacífico y el atlántico y una escuela de músicas populares bailables, donde participan 6300 niños, niñas, adolescentes y jóvenes con edades entre los 3 y los 24 años.

Incidencia de los procesos de formación de los participantes

La Red de Músicas hace parte de la Red de Prácticas Artísticas y Culturales, programa de la Alcaldía de Medellín que fomenta la articulación entre las Redes de formación artística en Músicas, Artes Plásticas, Danzas, Artes Escénicas, Audiovisuales e Iniciación Artística, formando seres humanos integrales desde la práctica musical y fortaleciendo procesos de transformación ciudadana para niñas, niños, jóvenes y sus familias.

Red de Músicas de Medellín

Además de los beneficios cognitivos, es indiscutible que la música genera efectos muy positivos en el comportamiento humano porque estimula la inteligencia emocional. No cabe duda de que los niños, niñas y jóvenes socializan y se expresan mejor cuando crecen impactados por ambientes artísticos o musicales. Algo clave especialmente en etapas vitales de cambio como la adolescencia, en donde la música ayuda a entender los propios sentimientos, manejar la frustración y autorregular las emociones. El adolescente y el niño necesitan su espacio personal, que su privacidad sea respetada y en la música encuentran ese lugar de desarrollo y autorrealización.

La RMM funciona a través de procesos de formación colectiva en primera infancia, neurodiversidad, iniciación musical e instrumental, lenguaje musical, expresión corporal, técnica instrumental, práctica coral y conjunto instrumental, desde donde se da la conformación de agrupaciones que enriquecen los procesos culturales y artísticos de la ciudad.

Las Escuelas de Música y las Agrupaciones Integradas, son entornos musicales para el encuentro con el otro; escenarios de construcción colectiva, participativa e incluyente a partir de la reflexión, la interpretación, la investigación y la creación; donde niños, niñas, adolescentes y jóvenes disfrutan de formación musical, mientras se reconocen como actores activos desde una perspectiva crítica y transformadora de sus contextos.

Procesos que dan frutos

Inmerso en las empinadas laderas de la comuna 4 de Medellín se encuentra el barrio Aranjuez, localizado en la zona noroccidental de la ciudad. Fue por muchas razones una de las zonas de la ciudad que más sufrió los embates de la fuerte violencia del narcotráfico, de los años ochenta y noventa.

Entre algunos de los personajes ilustres que nacieron o vivieron en Aranjuez se reconocen: la familia Longas, Horacio, artista; Carlos Arturo, arquitecto; Tartarín Moreira, músico; Pedro Nel Gómez, ingeniero, arquitecto y artista; Epifanio Mejía, autor del Himno de Antioquia, María Cano, primera mujer líder en Colombia que luchó por los derechos civiles de la población y de los trabajadores; León Vargas, constructor; Alba del Castillo, soprano y Juan José Hoyos, docente universitario, periodista y escritor.

Tatiana Pérez Hernández. Foto: @tati.perezh

Aparte de ello, gracias a la labor del Liceo Gilberto Alzate Avendaño, Aranjuez es cuna de varios trovadores como Germán Carvajal y artistas más recientes como la agrupación de Rap Alcolyricoz y a la sombra de estos célebres personajes creció Tatiana Pérez, (T.P.H.) una joven de una familia de clase media tradicional, que acostumbraba a recorrer las empinadas laderas de su barrio cuando la situación de orden público se lo permitía. Así se la pasaba por las calles caminando desde su casa, hasta la sede de la Red de Escuelas. Allí encontró una salida alternativa al ambiente conflictivo de su entorno, pero especialmente lo que se apareció para ella fue la pasión que encaminaría su destino para siempre.

Hablamos con ella para conocer algo de su historia.

Tatiana Pérez Hernández. Foto: @tati.perezh

¿Quién es Tatiana Pérez Hernández?

R/ T.P.H.: “Actualmente soy directora de la Orquesta Intermedia de la Red de Escuelas de Música y directora asociada del Estudio Polifónico de Medellín”.

Tatiana Pérez Hernández. Foto: @tati.perezh

¿Cómo fueron sus inicios en la música?

R/ T.P.H.: “Inicié como estudiante de la Red de Escuelas de Aranjuez y del Inem José Félix de Restrepo. Ingresé a la REMM en el año 2003 y estuve hasta el 2011. Estuve siempre en Aranjuez, en la Escuela de Cuerdas. Siendo apenas una estudiante tuve la oportunidad de realizar varios viajes. El primero de ellos fue a Bogotá, luego a Popayán, y así, a varias ciudades del país. Fue una época que me marcó mucho y que me dejó varios amigos, entre ellos algunos que me acompañaron hasta la universidad y hoy se destacan como músicos importantes de la ciudad. Los viajes con la Red me marcaron demasiado, la primera salida a Bogotá fue a acompañar un concierto de Armando Manzanero, aquello era un verdadero sueño. También recuerdo con mucho cariño los encuentros que hacíamos con los profesores venezolanos que llegaron a Medellín, fue bastante bonita esa época, en momentos muy complicados de la ciudad. La Red fue esa ventana a otro mundo, en donde la violencia y el miedo no tenían cabida en la vida de los niños que asistíamos a la escuela de música. Solo existía nuestro instrumento, y para mí, estar allí fue la promesa de quedarme para siempre con el violonchelo como compañero de vida”.

Tatiana Pérez Hernández. Foto: @tati.perezh

¿Qué recuerdos tienes de la REMM?

R/ T.P.H.: “Nada de esto que hoy estoy viviendo hubiera sido posible sin la formación que recibí en la Red y sin la disciplina que me inculcaron, además de la suma de voluntades de entidades como Ibereracademy, por ejemplo, que buscan chicos talentosos de la ciudad y les otorgan becas y experiencias internacionales que posibilitan una formación mucho más integral”.

¿Qué logros puedes mencionar de tu vida en la música?

R/ T.P.H.: “Logros: como violonchelista: Muchos viajes, aprendizajes y experiencias grandiosas. Ahora como directora de orquesta aún más viajes y participación en cantidad de festivales. Durante el mes de marzo de este año estuve dirigiendo en México, hace poco llegué de París de participar en un concurso en el que logré llegar hasta las semifinales. Ahora mismo estoy en Miami para cumplir con una audición. La próxima semana voy a Ginebra, Suiza. Gracias a mi formación, uno se vuelve un músico muy importante del país y eso sin duda brinda una gran cantidad de oportunidades, es algo demasiado bueno y la primera semillita la puso la Red de Escuelas”.

 

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¿Qué piensa del trabajo que hace la Red de Músicas de Medellín?

R/ T.P.H.: “El trabajo que hacen en la ciudad con la Red es una joya, es de lo mejor que existe a nivel de programas formativos y, sobre todo, teniendo en cuenta el contexto de lo que pasó en la ciudad a finales de los años 80 y de los 90 con todo ese episodio de violencia por el que pasamos y luego saber que los chicos de los barrios y las comunas tuviéramos la oportunidad de enfocar nuestros esfuerzos y aprovechar nuestro tiempo libre en desarrollarnos artísticamente, en podernos expresar a través de la música, creo que eso es muy importante. La apuesta que ha hecho el municipio, ahora Distrito, a través de estos 28 años es invaluable, eso no se podría medir. ¡Yo soy testigo del cambio de una vida! También lo he hablado con muchos amigos, cómo nos ha cambiado la vida y nos ha abierto las perspectivas y las oportunidades, porque muchas veces nuestros padres no tenían la oportunidad de darnos una educación muy completa por razones económicas, pero por ejemplo en mi caso, gracias a lo que aprendí en la Red pude acceder a oportunidades que nunca hubiera imaginado, como los viajes. En mi caso la formación que recibí me hizo merecedora de becas. Gracias a ello toda la universidad la hice becada: mi pregrado y mis dos maestrías siempre fueron gracias a las becas, todos los viajes que he tenido han sido gracias a eso. Hoy he podido ganarme concursos, giras y convocatorias, y todo esto gracias a la Red. ¡La Red debería ser eterna!”.

¿Qué consejo les darías a los chicos que están iniciando en la formación artística o musical?

R/ T.P.H.: “Que lo hagan con mucha pasión, independientemente de si lo van a hacer de manera profesional o no, las enseñanzas que te deja la música son para toda la vida. Te enseña a ser disciplinado, paciente, a trabajar en equipo, te deja muchos amigos, muchos de ellos para toda la vida y esos aprendizajes son invaluables. La verdad, esos momentos que pasé en mi formación son momentos que voy a atesorar para toda la vida. Hay que disfrutar el proceso y tomárselo muy en serio”.

¿Qué haces ahora en el mundo de la música?

R/ T.P.H.: Ahora estoy dedicada a la dirección, dejé un poco de lado el violonchelo, dirijo en una de las orquestas de la Red de Músicas de Medellín y también en el Estudio Polifónico de la ciudad, entidad con 58 años de fundada. A nivel internacional estoy dirigiendo algunas orquestas. El año pasado estuve dando clases en la Universidad Nacional, este año me vinculé también al Instituto Bellas Artes. Me gusta mucho la enseñanza, la pedagogía, creo que estaré por siempre vinculada a la música, y esta es una enseñanza que por siempre le agradeceré a mi formación en la Red de Escuelas. Ojalá todos los niños de la ciudad pudieran vivir esta experiencia, estoy segura de que mejorará significativamente su futuro”.

Datos que transforman vidas

Red de Músicas de Medellín

La Red de Músicas cuenta con 27 Escuelas, 11 Agrupaciones Integradas y 5 Laboratorios de exploración musical y creación sonora, la Red de Músicas impacta a alrededor de 6300 niños, niñas y jóvenes de Medellín y en sus 28 años de historia, la Red ha transformado la vida de más de 140 000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes a través de sus escuelas, agrupaciones integradas y laboratorios como escenarios de aprendizaje musical e intercambio de saberes que llevan música a los territorios.

Igualmente, la Red de Músicas ha participado en grandes escenarios de ciudad como los festivales Altavoz y Miradas y la Feria de las Flores, entre otros. También, ha explorado en nuevos géneros musicales como el rap y el rock sinfónico. En este 2024 vendrán nuevas exploraciones y nuevos escenarios de proyección.

Es importante destacar que este tipo de proyectos de vocación social posibilitan de paso un alcance familiar y comunitario transformador, ya que prácticas como estas se insertan en la base de las manifestaciones musicales más íntimas de las sociedades y de paso, sirven como semillero de grandes talentos que con el apoyo y la formación adecuada serán sin duda los músicos profesionales del futuro.

Finalmente, alcanzar como sociedad un desarrollo musical elevado y una mejor valoración de este tipo de manifestaciones culturales augura vitalidad y sostenibilidad al quehacer musical, al tiempo que le da sentido, arraigo y pertenencia en la sociedad. Es reconocer la función y el aporte intangible pero innegable de la música, tan necesario en el desarrollo de la sociedad colombiana, en búsqueda de sensibilidad y valores que aporten a alcanzar la tan anhelada, como esquiva, convivencia en paz, pues finalmente la música es también una terapia de resiliencia.

Así como le ocurrió a Tatiana, cientos de niños, niñas y jóvenes han encontrado en esta Red de Músicas de Medellín un motivo de inspiración para cambiar sus vidas y las de sus familias, para cumplir sus sueños y para ser mejores personas ya que como dicen por ahí, “quien empuña un instrumento, jamás empuñará un arma”.