Lideresa universitaria

Fueron muy agitados los años cincuenta del siglo pasado en Colombia. Las revueltas campesinas y estudiantiles eran el pan de cada día en las calles, y el presidente de la época, el autonombrado Gustavo Rojas Pinilla, general de las fuerzas armadas, no se andaba con remilgos a la hora de frenar las trifulcas.

Entre 1954 y 1957, cientos de miles de estudiantes de todo el país marcharon por las calles para conmemorar el Día del Estudiante Caído y protestar por la falta de espacios de participación democrática. Todo eso derivó en la muerte de varios estudiantes, 11 en 1954 y otros tantos en 1957, que llevaron al gobierno a militarizar las calles y, por supuesto, las universidades.

En ese convulsionado escenario nace Ascun, Asociación Colombiana de Universidades, públicas y privadas, fundada por los directivos Ricardo Hinestroza Daza, rector de la U. Externado de Colombia; Monseñor José Vicente Castro Silva, rector de la U. Colegio Mayor del Rosario; Padre Carlos Ortiz Restrepo, rector de la Pontificia Universidad Javeriana; Jaime Posada, rector de la Universidad de América.

La idea original era ayudar al restablecimiento del orden democrático en el país, a través de la academia y, claro, convocando a los estudiantes y maestros.

No había nacido Daryeny Parada Giraldo cuando se presentaron esas revueltas y se fundó Ascun, entidad que hoy preside después de muchos años como gestora cultural y del bienestar universitario.

“Actualmente soy la representante principal de Ascun y también soy directora de Extensión en el Tecnológico de Antioquia. Pero antes fui directora de Bienestar Universitario en la Universidad de Antioquia. En la Universidad de Antioquia también fui líder del Nodo noroccidental, acompañando el desarrollo de la política de bienestar de 27 universidades”, cuenta Daryeny, una mujer que, además de preocuparse por la vida digna de los estudiantes, también se preocupa por el arte, más concretamente por el teatro.

“He acompañado la gestión y la formación teatral. Los estudiantes me valoran, también, por la gestión de recursos y beneficios para su bienestar. He logrado, por ejemplo, recursos para acceder a matrículas, para alcanzar y terminar las carreras, para el acceso a empleos dignos, de calidad”, resume Daryeny.

Por si fuera poco, actualmente trabaja con el CUE, Comité Universidad, Empresa, Estado, cuyos retos en el nuevo milenio son empresariales y de inserción a la vida laboral de los estudiantes. Y es que ella, antes de que todo, es una gestora.

Daryeny es delegada por Ascun al Concejo Municipal de Participación Ciudadana, espacio que valora, ante todo, porque “es muy importante que la gente se informe, consulte y controle lo público; que sea veedora y participe en el desarrollo de los territorios. El Concejo Municipal de Participación permite eso, que la sociedad civil se involucre, tome decisiones para un desarrollo con enfoque de género”, asegura.

Daryeny, como quienes fundaron Ascun, también busca abrir espacios para la democracia y la participación ciudadana, promoviendo capacitaciones, gestionando becas y préstamos para educación, garantizando, en últimas, el bienestar de los estudiantes universitarios.

“Por eso es importante el control social, la veeduría. Porque es necesario tomar decisiones informadas”, expresa.

Mucho de lo que ha logrado, hasta ahora, tiene mucho que ver con el buen uso del Presupuesto Participativo, y claro, gracias a las buenas relaciones que tiene con la Alcaldía de Medellín y las organizaciones comunitarias.

“Es importante la articulación de los actores sociales que están en la base y que, desde diferentes frentes, trabajen por el desarrollo de los territorios, desde un enfoque de género”, concluye.