Un nuevo Cielo para Moravia: la historia de una gestora cultural

Estudió y se capacitó para desde la cultura servir a su comunidad de Moravia. El barrio donde creció y aprendió que apoyar a su gente era su propósito de vida. Cielo Holguín, es un ejemplo del empoderamiento de las mujeres en su propio territorio.

Hay personas que nacen con un destino tan marcado, que nadie puede imaginárselas en otro. Es el caso de Cielo Holguín, cuyo nombre no es más que un resumen de su vocación: un verdadero cielo para la educación y la cultura en Moravia.

Desde que Cielo comenzó a hablar, su personalidad servicial no tardó en asomarse. Tan solo ante la primera pregunta abandonó la entrevista para responderle a un niño que pasaba cerca: “Esos sonidos tan lindos son bullerengue, mire esos tambores”. En definitiva, la comunidad siempre ha sido lo más importante para ella y la conversación pasaba a un segundo plano.

Cielo vive en el sector El Bosque del barrio Moravia, un lugar que ha recorrido por 44 años sin descanso. Tiene una hermana gemela que la ha reemplazado en algunas fotografías, pero esto no le importa mucho, porque al fin y al cabo es parte de su familia. Esta mujer es profesional en Desarrollo Familiar de la Universidad Católica Luis Amigó y cuenta con una maestría en Procesos Urbanos y Ambientales de EAFIT, cuya tesis recibió los máximos honores.

“Cuando yo tenía 19 años, el ICBF desarrolló un proyecto llamado ‘Educadores Familiares’. Yo participé en ese proceso porque nos iban a formar con trabajo en comunidad y nos daban una bonificación económica. Ahí vi que yo tenía como un don para el servicio comunitario, sentí la pasión y la capacidad”, comenta Cielo Holguín, gestora educativa y cultural de Moravia.

Su madre fue determinante a la hora de estudiar

Su educación fue impulsada por su madre, quien le insistió que, antes de trabajar, debía estudiar. “Yo no pensaba ir a la universidad ni pensaba estudiar porque vengo de una familia de 10 hermanos, éramos una familia muy humilde. Cuando me preguntaban si quería ir a la universidad yo decía que no. Mi mamá era la que me decía que primero el estudio”.

Este impulso fue determinante para su carrera profesional y para devolverle a Moravia las semillas que el barrio plantó en ella, tal como lo reiteró en la conversación. Y es que Cielo es cofundadora de la fundación Oasis Urbano que busca la creación de espacios comunes habitables y la promoción de la arquitectura sostenible y el urbanismo cultural en Moravia.

Ecoparque Oasis Tropical. Foto: oasisurbano.org

Sin embargo, su espíritu comunitario no descansó allí. Desde diciembre del 2022 comenzó un proyecto de escuela popular que servía de vacaciones para los niños, niñas y adolescentes del barrio. Fue tal la acogida que Cielo decidió mantener esta dinámica y desde enero del 2023, la escuela se realiza los sábados y domingos de 9 a. m. a 12 p. m.

“Crear la fundación Oasis Urbano es lo más satisfactorio que he hecho en pro de la comunidad; que una líder comunitaria pueda tener voz en otros espacios. Además, la fundación es creada entre alemanes y colombianos y ser yo la directora, es maravilloso. Esto habla del empoderamiento del femenino que tenemos las mujeres en el territorio”.

Aliada con el Centro Cultural Moravia

Cielo conoce muy bien el barrio en el que vive. De esquina a esquina ha caminado y habitado las calles una infinidad de veces. Por esta razón, fue que decidió amplificar sus labores a través del Centro Cultural Moravia.

Por medio de esta alianza, los niños y niñas reciben clases de malabares para el desarrollo creativo; además, todos los domingos a las 11 a. m., Cielo lleva a su grupo al Centro Cultural para disfrutar de una película. Así mismo, se desarrollan talleres de títeres, de cuidado y protección del medio ambiente y otros con temáticas tan variadas como el stop motion.

“Pienso que el arte y la cultura son nuestros grandes baluartes, nuestros valores más grandes acá en Moravia. Son mecanismos que nos han ayudado a salvar nuestras vidas y las de la comunidad: son ese medio de escape que han tenido los jóvenes. Es aquello que permite entender que la vida no está limitada a una condición económica”.

Y es que Moravia es un barrio que se ha transformado gracias a los procesos artísticos y culturales vividos en el territorio. La música, la literatura, la danza, el muralismo y demás son tan solo unas de las pocas manifestaciones de arte que se destacan en el barrio y que el Centro Cultural Moravia y personas como Cielo están ayudando a catapultar.

Sus sueños 

Ella no quiso despedirse sin antes contar un poco de sus sueños, entre los que, por supuesto, destaca la consolidación de su escuela popular: “Quiero crecer más con mi fundación, aprender otros dos idiomas porque ya sé inglés y mejorar mi escuela popular. Pero, también, quiero una casa grande con ventanas para ver el amanecer”.

Lo que no sabe ella es que ese cielo que quiere ver, ya está en Moravia y lo lleva en su nombre y en su generosidad.