Un recorrido hacia el futuro

Sin importar el calor del 1 de enero y la resaca propia de fin de año, los rostros inquietos se comenzaron a congregar desde muy temprano en el Parque de las Banderas, del barrio Tricentenario, al norte de la ciudad, para estar cerca y saludar al nuevo alcalde Daniel Quintero Calle. Muchos de ellos lo conocieron cuando era un niño que corría por aquellas calles y fueron testigos de sus recorridos a pie hasta la Universidad de Antioquia, donde, con constante sacrificio, pudo alcanzar su título como ingeniero electrónico. 

En el ambiente, todavía se sentía el aroma de los sancochos tradicionales de la época y en los balcones se veían los adornos navideños, en el ocaso de su temporada decorativa.

Allí, entre el público, estaba doña Luz Fanny Castro Jaramillo, quien, sin importar su brazo en cabestrillo, salió de su casa para acompañar a Daniel, porque, en sus palabras, “le dio el mejor regalo al Tricentenario”.

A las 4:15 p.m. llegó Daniel y, antes de emprender el recorrido, se tomó unos minutos para saludar a doña Fanny y a las personas que desde temprano se encontraron en este lugar. De viva voz les dio las gracias por estar allí y ponerse los tenis en este recorrido hacia la UdeA. Un trayecto para recordar, porque, como él mismo lo expresó, muchas personas olvidan de dónde vienen.

“Este recorrido tiene un carácter simbólico y espiritual”, afirmó Daniel, ahora alcalde electo de la ciudad, y con estas palabras inició la marcha, que se dirigió hacia la Avenida Regional, para seguir por el llamado Puente del Mico y buscar la Avenida del Ferrocarril. 

Desde balcones y ventanas comenzaron a aparecer rostros curiosos. Los aplausos se escucharon al paso de la comitiva y las manos se agitaron en frenéticos saludos. Otras personas suspendieron la preparación del sancocho y unos más, con platos en mano, interrumpieron el bocado para dar un cálido apretón de manos a su nuevo alcalde.

Doña Fanny, en medio de la comitiva, afirmó sin titubeos que “Daniel siempre fue muy aberracaíto para estudiar”, y con sus ojos llenos de orgullo reforzó cada una de estas palabras. Por eso, en medio de una alegría desbordada, comenzó a corear: “Eo, eo, eo…¡Daniel Quintero ya llegó!”.

Los pasos fueron avanzando y, poco antes de aparecer a un costado el Parque Norte, la música y el color llenaron el recorrido. La chirimía de la banda Tropical Dance se unió a esta fiesta, que convocó también a quienes miraban atónitos desde las aceras. El sol empezó a caer y los tonos amarillos, azules y fucsia, que vestían músicos y zanqueros, contagiaron de alegría a los marchantes.

A eso de las 5:30 p.m., este grupo de ciudadanos y su nuevo alcalde llegaron al lugar escogido para la posesión, entre la Calle Barranquilla y la Avenida Ferrocarril, donde Ruta N y la Universidad de Antioquia, se integran como símbolo de transformación.

De esta manera, paso a paso, este 1 de enero se comenzó a escribir la historia de la Medellín del futuro. Una ciudad que cree en el encuentro pacífico de sus ciudadanos en el espacio público y que le apuesta a la educación y la tecnología como motor de la transformación.