Vivir el presente y preparar el futuro: lo que debes saber sobre Sostenibilidad

“Los llamaban desde Machu Picchu.
Allí fue donde soñaron restaurar el reino perdido.
Fue la Ciudad de la Esperanza.
Construyeron en esas alturas una ciudad ideal.
Arquetípica.
En una ciudad concentrando todo el imperio inca.
Todo Tahuantinsuyo.
Estuvo escondida por siglos.
La ciudad del silencio.
En cuatro siglos ningún indio habló.
Ni el inca Garcilaso supo de esta ciudad.
Ha sido el secreto mejor guardado del mundo”.
Ernesto Cardenal Martínez, EL SECRETO DE MACHU-PICCHU.

Medellín sostenible

El mundo de hoy se interconecta a una velocidad impresionante. No hay palmo en el orbe que esté exento de georreferenciación, mapeo o nombre –topónimo-. Todo el planeta en tanto “aldea global”, se logra percibir a estas alturas de la historia humana, como una unidad en la que una mínima acción en la Polinesia, repercute en toda Groenlandia, Suráfrica o América Latina.

Un nexo causal (causa-efecto) nos invita a pensar detenidamente y, así mismo, sentir que con cada acción individual o colectiva estamos determinando un rumbo, generando una consecuencia. Y allí viene un concepto en clave de futuro y esperanza: sostenibilidad.

Medellín sostenible

La sostenibilidad implica algunas categorías que nos ayudan a entenderla en su dimensionalidad y condiciones: empoderamiento, resiliencia, inclusión, creación de oportunidades y protección ambiental/social, tal como lo indica Aarthi Sivaraman desde su destacado papel en el Banco Mundial.

Dice la UNAM, siguiendo la definición de la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas (1987) que “La sostenibilidad es una característica del desarrollo que permite la continuidad de la satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales, sin menoscabar la capacidad de que las generaciones futuras satisfagan sus propias necesidades”, acotando que aunque desde la antigüedad ha sido una idea conocida por numerosas comunidades indígenas del mundo, su concepto es joven en el mundo occidental y alude ante todo a la preservación de nuestro medio natural.

A su vez, la ONU señala que “El desarrollo sostenible requiere un enfoque integral que tome en consideración las preocupaciones ambientales junto con el desarrollo económico”, que coincide exactamente con lo que propone el Banco Mundial en términos de lograr eliminar las barreras al desarrollo y centralizar esfuerzos en aquellas personas que han sido excluidas de las oportunidades económicas, sociales y ambientales.

John Fredy Salazar también es Negociador Internacional de la Universidad EAFIT de Medellín (Colombia), con especialización en Economía de la Universidad de los Andes de Bogotá (Colombia). Consultor en desarrollo estratégico y asesor de cooperación internacional del Departamento Administrativo de Planeación del Distrito de Medellín.

Una idea clave es la de resiliencia, pues se conecta directamente con la sostenibilidad. “Una ciudad resiliente planifica y se prepara para responder a amenazas naturales y de origen humano, con el fin de proteger y mejorar las vidas de las personas, asegurando el desarrollo, fomentando un entorno de inversión y estimulando una transformación positiva hacia la sostenibilidad”, nos plantea Fredy Salazar, consultor en desarrollo estratégico y asesor de cooperación internacional del Departamento Administrativo de Planeación del Distrito de Medellín.

Medellín sostenible

Pero volviendo a la UNAM y a la provocadora y hermosa imagen que teje sobre la sostenibilidad como vieja conocida en el mundo indígena, vale la pena profundizar en la metáfora precolombina anudada a los elementos que ya mencionábamos: empoderamiento, resiliencia, inclusión, creación de oportunidades y protección ambiental/social.

La Arcadia Perdida

En Sudamérica destacamos un antiguo y evocador semblante de la sostenibilidad, conocido como la Arcadia Perdida. Las coordenadas nos sitúan en Paraguay, país que aglutina elementos mestizos, europeo-americanos y la realización de un régimen de dulzura y paz, desdibujado cuando llega el lujo, pero en un misterioso equilibrio.

Una colonia ‘diferente’ a las demás colonias. La República Guaraní: una democracia económica, sin la degradación del humano o de su entorno, una utopía en Suramérica o “una utopía en la selva” impregnada de belleza, juventud risueña, arquitectura pletórica, música, avenidas de naranjos, máquinas, jardines en las oscuras selvas, y para más, con un ejército no dedicado a la conquista.

“Las plantaciones se perdían de vista hasta el horizonte. / Trabajaban con cantos. / (No con llantos como en las otras colonias)” decía el poeta Ernesto Cardenal Martínez en una serie de retratos trabajados pacientemente, describiendo acciones y elaboraciones de la ingeniería civil, además de los talleres de todos los oficios que componían este espectáculo en la tierra.

Es un fresco que muestra “El único estado industrial en América. / en media selva”. Habitantes virtuosos en la interpretación de toda clase de instrumentos, en la imprenta de libros en alemán; las cosas se conseguían sin el uso del dinero, el comercio privado fuera de alcance; los bienes colectivos, la labranza y las cosechas: de Todos. “¡A salvo de los encomenderos! / <Un pueblo coral>, se les llamó”.

El elogio pasa además por la “espiritualidad económica” con la que el sistema disponía de amplia igualdad en todo. “Parece que se inspiraron en la Utopía de Tomás Moro / pero también en la <Civitas Solis> de Campanella / y en el modelo del Estado Ideal de Platón / y en la <New Atlantis> de Bacon / y tal vez en la <Arcadia> de Sidney y / en la sociedad incaica”.

Medellín sostenible

Con la evocación cedemos a nociones concisas: empoderamiento real de la población en términos de equidad social y acceso a los alimentos, resiliencia como virtud pública, inclusión en la que todos se benefician eficazmente y son protagonistas con instrumentos efectivos, creación de oportunidades en conciliación con las artes o las letras y finalmente una homeostasis o equilibrio ambiental y social…

¿Es posible la Utopía?

Cinco ejemplos prácticos

“Una ciudad sostenible como su nombre lo indica, es aquella que emprende acciones, iniciativas o proyectos que sean sostenibles en el tiempo sin poner en riesgo sus recursos. Una ciudad sostenible ofrece calidad de vida a sus habitantes y un menor impacto ambiental mediante la planificación y la gestión urbana”, enfatiza el experto Fredy Salazar.

ZUAP – Zona Urbana de Aire Protegido Medellín

En ese sentido: Copenhague, Berlín, Oslo, Estocolmo y Tokio, fungen como cinco casos específicos de una sociedad comprometida con la utopía y la sostenibilidad, engendrados en la mente y corazón de la propia sociedad civil (Ver: Arcadis/Repsol).

El impulso de la economía circular, la movilidad sostenible, el uso de energías limpias y renovables, espacios verdes, entre otros indicios, configuran comunidades en la que la sostenibilidad está en primer plano, con modalidades de consumo y producción en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la ONU.

Ello se traduce en estrategias que mejoran la calidad de vida ciudadana con industrias y servicios a partir de energías renovables y categorías de economía circular tales como reducción, reciclaje y reutilización.

Oslo, por ejemplo, ha creado una ciudad ecológica, sostenible, innovadora y activa culturalmente. En materia de transporte, la ciudad se considera como la capital mundial del vehículo eléctrico y su transporte público funciona con biogás.

Medellín sostenible

Estocolmo fue galardonada en 2010 como la Capital Verde de Europa y ha sido así mismo rankeada como ciudad inteligente por su estrategia para ofrecer una mejor calidad de vida a sus ciudadanos a través de la conectividad con redes inteligentes por todo el centro urbano.

En Tokio funciona la iniciativa nacional “Sociedad 5.0”, cuyo objetivo es lograr una sociedad basada en datos, centrada en el ser humano y con herramientas como la inteligencia artificial y el IoT (internet de las cosas) al servicio de valores humanistas, rompiendo la brecha digital de la ciudad.

Copenhague, por su parte, espera convertirse en 2025 en la primera zona liberada de contaminación o con huella de carbono cero. Su plan se activa en áreas como el consumo y producción de energía, la movilidad verde y administración inteligente de la ciudad.

Medellín sostenible

Finalmente, Berlín incentiva decididamente la economía circular, pretende ser climáticamente neutra en 2050 y ha instalado cientos de espacios verdes (cerca de tres mil) y numerosos carriles para bici-usuarios en coordinación con estrategias masivas de transporte público.

Para subrayar estos ejemplos, nos apoyamos en el estudio Arcadis (2022), sin desconocer el índice de IESE Cities in Motion (ICIM), que en un ranking diferente sitúa a Londres en la primera posición, secundada por Nueva York, París y Tokio.

Medellín sostenible

La ciudad ideal, arquetípica y la ciudad de la esperanza, pueden confluir perfectamente en nuestro valle, en nuestra ciudad, a esto aspira Medellín. A una ciudad inteligente, conectada y con valores humanistas, ecológicos, democráticos en el horizonte. Un equilibrio armónico entre naturaleza y ser humano, una integración orgánica entre Bios y Zoé, en la mirada griega.

Una ciudad que tenga en cuenta las necesidades básicas y apremiantes de la población en términos de empleo, participación real, empoderamiento y derechos…Una población capaz de recuperar el agua de su río, resiliente biológica y socialmente, tecnológicamente a la vanguardia.

Medellín sostenible

Podemos decir que Medellín, sigue construyendo su futuro en torno a la resiliencia y la sostenibilidad, tal y como lo entiende John Salazar: “La resiliencia de una ciudad se puede entender como la capacidad de reacción de esta y de sus habitantes para superar los problemas, y gestionar adecuadamente los riesgos (Choques y Estreses) y adaptarse positivamente a los nuevos retos globales como el cambio climático”.

Medellín se plantea su Utopía positiva y convierte su discurso paulatinamente, en un espacio de sostenibilidad, armonía, equilibrio y tenacidad, gracias a la participación decidida de todos sus ciudadanos en los espacios de debate y en las soluciones colectivas que el mundo de hoy nos demanda de manera urgente.

Alto de San Miguel – Foto Alcaldía de Medellín

Este será el secreto mejor guardado de Medellín, acogiendo el culto sereno a la bella Machu Picchu y a la Arcadia Perdida.