Cerro de las Tres Cruces

Este cerro, con un área de 103.8 hectáreas, se encuentra ubicado en el suroeste del municipio de Medellín en el corregimiento de Altavista, vereda San José del Manzanillo. Su importancia radica en su localización y cercanía al área urbana, siendo una parte estructural del Cinturón Verde y un oferente de servicios ecosistémicos.

La Alcaldía de Medellín inició en junio de 2019, junto al Área Metropolitana del Valle de Aburrá y con una inversión de 26 mil millones, la adquisición de los trece predios donde se encuentra ubicado este cerro. Con esta compra se busca transformarlo en un parque ambiental, con procesos de protección y recuperación de la cobertura boscosa a través de siembras de especies nativas como balso, algarrobo, nogal, casco de vaca y guayacán amarillo. Gracias a la siembra de estas especies arbóreas, se generarán nuevos hábitats para la fauna y flora silvestre del cerro, se ayudará a la regulación del clima, la mitigación del ruido y al mejoramiento de la calidad del aire en Medellín.

Además, la Secretaría de Medio Ambiente ha instalado amoblamiento urbano como gimnasios, bancas, pasamanos, pérgolas de descanso, puntos limpios para la recolección de residuos sólidos y un módulo educativo ambiental para el desarrollo de actividades de apropiación social. También se implementó un sistema de recolección de agua ubicado en la cima, que permite obtener, en temporada de lluvia, parte del suministro de agua necesario para el riego de las plantas ornamentales sembradas en este lugar. Así se garantiza su vida y la atracción de otras especies como son las mariposas.

Biodiversidad del Cerro de las Tres Cruces

La Secretaría de Medio Ambiente construyó la línea base de biodiversidad para reconocer la fauna que habita el cerro e identificar las especies que retornan gracias a los procesos de reforestación y conservación de espacios verdes. Con este análisis se detectaron 95 especies distribuidas así:

83 corresponden a aves como el carpintero cariblanco (Colaptes rubiginosus), la tángara flamígera (Ramphocelus flammigerus), el bienparado (Nyctibius griseus), guacamaya gonzala (Ara ararauna), sirirí común (Tyrannus melancholicus), golondrina blanquiazul (Pygochelidon cyanoleuca), picogordo degollado (Pheuticus ludovicianu).
Dos reptiles, como la cazadora (Dendrophidion bivittatus) y el gecko enlutado (Lepidodactylus lugubris).
Cuatro especies de ranas, las Pristimantis achatinus, Pristimantis taeniatus, Pristimantis penelopus y Dendropsophus bogerti.
6 mamíferos como kinkajú (Potos flavus), zorro perro (Cerdocyon thous), armadillo (Dasypus novemcinctus), zarigüeya (Didelphis marsupialis).

En la ciudad confluye una gran variedad de especies, la protección de esta es en gran parte responsabilidad de las acciones implementadas como sociedad. La invitación es a respetar los espacios de la fauna y no atacarlos bajo ninguna medida.