
La cobertura es la garantía del cupo para la atención integral del niño, la niña y de su permanencia. De allí que sea esta gestión permanente un acompañamiento a las familias, articulaciones y procesos de seguimiento que, aunque inician con la matrícula, deben permanecer durante todo el proceso de atención. Este componente incluye procesos relacionados con la focalización, la matrícula, el manejo del sistema de información, las transiciones y las articulaciones.