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Ante la creciente masificación del turismo en el mundo, es una responsabilidad social y de todos los actores vincularse a la tendencia de turismo sostenible; una necesidad apremiante por los efectos negativos que genera en el componente económico, medioambiental y sociocultural de los destinos.
De no llevarse a cabo, el turismo no puede ser sostenible en el tiempo. Es clave el compromiso y la responsabilidad de los gobiernos, autoridades y sectores de la industria turística para avanzar en esta vía, ya que un turismo desestructurado genera pérdidas. Es aprovechar las oportunidades socioeconómicas que genera el turismo para procurar un mayor bienestar y facilitar el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por ejemplo, recientemente en la ciudad de Medellín, la Administración Distrital volcó la oferta institucional para la recuperación integral de la reconocida zona Parque Lleras. Una intervención que ha generado un impacto favorable en las ventas de los comerciantes y una experiencia satisfactoria para los turistas y la población local. Teniendo en cuenta sus cifras a nivel de turismo: crecimiento de más del 45 % en el número de pasajeros desde el 2019 y la cifra histórica de 1.400.000 visitantes en el 2022.
De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo sostenible se enmarca en fomentar de manera constante un turismo respetuoso con el medioambiente, la protección de la cultura local y que económicamente contribuya a la generación de ingresos y empleo para la comunidad receptora.
Su espíritu radica en la implementación de un conjunto de prácticas para reducir los efectos perjudiciales que viajar y la afluencia de personas originan, con las que se busca un desarrollo sostenible, en donde ganan los visitantes, la industria, el entorno y las comunidades.
Por lo tanto, es clave que los actores del sistema turístico, las autoridades y la población local sumen esfuerzos en aras del desarrollo y la potencialización de los lugares de interés y, a su vez, con sus acciones y ofertas inspiren a los visitantes a asumir un comportamiento de respeto y cuidado.
Gestionar el turismo sostenible es propender que la industria turística se mantenga en el tiempo, teniendo en cuenta su crecimiento en los últimos años. De no gestionarse, se llegaría a un límite por sus efectos negativos, como el daño a la cultura local, el consumo excesivo de recursos, las altas emisiones de gases de efecto invernadero y el desplazamiento de la vida silvestre.
Existen los principios del turismo sostenible relacionados con los ámbitos medioambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico. Si estos se asumen como prácticas de gestión se logra reducir los impactos negativos y maximizar los beneficios. Según la OMT, una gestión turística basada en la sostenibilidad debe:
Siendo la OMT un organismo de las Naciones Unidas “encargado de la promoción de un turismo responsable, sostenible y accesible para todos”, claramente, estos principios que promulga, contribuyen, directa o indirectamente, a la consecución de todos los ODS, con los que se propende acabar la pobreza y la desigualdad.
“Concretamente, el turismo se ha incluido en algunas de las metas de los objetivos 8, 12 y 14, relacionados, respectivamente, con el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el consumo y la producción sostenibles, y el uso sostenible de los océanos y los recursos marinos”, señala la OMT.
Por ser el turismo un motor de crecimiento económico y de desarrollo, su impacto desde una gestión sostenible genera apreciables rendimientos en los ámbitos económico, ambiental y sociocultural.
Beneficios en la comunidad local. “El turismo sostenible se basa en el respeto de las sociedades locales y fomenta que el turismo que se genera sea a partir de lo que caracteriza a la sociedad anfitriona”, señala la entidad financiera BBVA. Al adoptar buenas prácticas en esta línea se producen estos beneficios:
De acuerdo con el banco BBVA, en 2005, la OMT y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente establecieron doce objetivos que constituyen un modelo para la construcción y el mantenimiento del desarrollo turístico sostenible, el cual está diseñado para:
1. Mejorar la calidad de vida de la población local y de las personas que trabajan y viven en el destino turístico.
2. Proveer mayor calidad de la experiencia para el visitante.
3. Mantener la calidad del medioambiente, de la que depende tanto la población local como los visitantes.
4. Conseguir mayores niveles de rentabilidad económica de la actividad turística para los residentes.
5. Asegurar la obtención de beneficios para los empresarios turísticos.
La consciencia de gestar un turismo sostenible data de la década de los noventa, al evidenciar los efectos socioeconómicos del turismo. A partir de entonces, distintos organismos e instituciones definieron unas recomendaciones que abogan por un turismo respetuoso con el medio ambiente.
La tendencia es que se está convirtiendo en una bola de nieve porque en algunos casos no necesariamente esta gestión la asume todo un país al tiempo, sino que de manera autónoma algunos lugares como restaurantes, hoteles, ciudades, islas y empresas de transporte, entre otros, implementan acciones e iniciativas marcadas por ese espíritu sostenible. Estos son algunos ejemplos:
1. Eslovenia
En 2016, Eslovenia fue reconocida por Green Destinations como el primer destino ecológico del mundo ya que, de acuerdo con Good Travel Guide, cuenta con una gran cantidad de bosques, con una cobertura forestal del 60 % y más de un tercio del territorio es protegido para la conservación de la naturaleza.
Entre sus buenas prácticas sobresale Eslovenia Green, una herramienta que promueve el turismo sostenible en el país. “Para ello, se ofrece a los distintos eslabones del turismo nacional, numerosas propuestas para conseguir que alojamientos, parques de atracciones, restaurantes… consigan formar parte de la red sostenible”, señalan desde el área de turismo de Eslovenia.
Los más de 100 sitios que tienen el sello Slovenia Green significa que contribuyen a un tipo de turismo que no agrede al planeta y que ayuda a que este país siga siendo verde.
2. Gijón/Xixón
La ciudad española es un destino sostenible; certificada en el año 2013 como «Biosphere World Urban Destination» por el Instituto de Turismo Sostenible (ITR) y la UNESCO; lo que se traduce en que sus hoteles, restaurantes, empresas de actividades e instituciones ofrecen alternativas sostenibles para una estancia «eco».
3. Biohotel
Es un hotel ubicado en Bogotá, la capital colombiana, el cual cuenta con una infraestructura totalmente sostenible y tiene la certificación LEED. Ofrece alojamiento, lugar de celebración de eventos, bares, restaurante, lavandería y aparcamiento.
4. Copenhague
La capital danesa, siempre en primera línea de la innovación y la investigación en favor de un futuro más verde, aspira a ser una ciudad Carbon Neutral en 2025. Por esta razón, se le reconoce entre los mejores destinos de turismo sostenible del mundo.
Actualmente, es considerada la ciudad más sostenible y limpia de Europa, gracias a que la mitad de su población usa la bicicleta como principal medio de transporte. Igualmente, se le reconoce por su alta tasa de reciclaje y la implantación de sistemas de generación de energía.
5. Werfenweng
Es un municipio de Austria en el cual la movilidad es sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Ofrece las opciones de realizar los desplazamientos en vehículos eléctricos o de bajas emisiones y en carros de caballos.
6. Pontevedra
Conocida como una ciudad de personas por su voluntad de convertirse en un gran destino de turismo sostenible. Según la fundación Aquae, “la capital de las Rías Baixas ha pasado en apenas veinte años de ser una pequeña capital de provincia a ser un referente de modelo urbanístico para otras ciudades de tamaño similar e incluso mayor. Las reformas se han encaminado a devolver la ciudad a las personas y sacar el tráfico rodado del Centro”.
Determinación que le aseguró, en 2015, el premio ONU-Hábitat al modelo urbano y el galardón a la Excelencia en Movilidad, ya que ha logrado, en 14 años, una reducción del 66 % de emisiones en el casco urbano y la construcción de 40 kilómetros de sendas peatonales y ciclísticas cerca de la ría y los ríos.
7. Botsuana
Con base en estimaciones de la fundación Aquae, el turismo en este país africano “representa alrededor del 5 % de la economía nacional y se estima que dentro de unos años dependerán de ese sector el 10 % del PIB, y casi el 11 % de los empleos. Las autoridades se han ocupado de proteger su futuro. La quinta parte del territorio de este país es espacio protegido”.
Se destaca porque tiene una legislación fuerte que favorece la consonancia entre el turismo y las necesidades locales, lo cual “permite que las comunidades tribales sean copartícipes del negocio, otorgándoles beneficios y una voz sobre los proyectos –fundamentalmente safaris– acometidos en sus tierras ancestrales”, explica la fundación.
8. Santa Fe
La ciudad de Santa Fe, en Estados Unidos, es reconocida por preservar su patrimonio y carácter histórico, por su alto compromiso de cuidar las vistas a la montaña, mediante la restricción en la construcción de edificios de más de tres pisos y que cambien la estructura arquitectónica de la ciudad.
9. Bután
Bután, en el sur de Asia, tiene estrictos requisitos de entrada y cobra una tarifa diaria, de la cual una porción se destina a esfuerzos de conservación e inversión en la infraestructura, la cultura y los servicios públicos del país.
10. Restaurante ‘Azurmendi’
Es un restaurante de Bilbao, España, que ha sido galardonado con tres estrellas Michelin, lo que destaca la calidad general de su comida. En su enfoque sostenible, se destaca el uso de energía geotérmica y solar para alimentar el restaurante y el uso de los vegetales de su propia huerta en la preparación de los platos, y gran parte de los desechos orgánicos del restaurante se convierten en compost.
La responsabilidad de los turistas es básica para garantizar la sostenibilidad de la industria del turismo y la atención de las necesidades de las generaciones futuras; es la forma en que interactúan con los destinos que visitan lo que hace la diferencia, ya que su comportamiento determina el impacto que genera en la economía, el medio ambiente y en el componente sociocultural.
Su participación en el turismo sostenible se traduce en acciones como estas:
Como es una modalidad que va en crecimiento, las instituciones, los gobiernos y las autoridades turísticas tienen la oportunidad de educar y generar consciencia para que todos los actores conozcan la importancia, el saber hacer y las garantías u oportunidades con las que cuentan para adoptar políticas y buenas prácticas en función del turismo sostenible.
Al respecto, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, señala unas consideraciones que dan luces para la toma de decisiones: «Medir el turismo sostenible es fundamental para mejorar la acción política para el desarrollo sostenible y promover un lenguaje estadístico común, que pueda compararse entre países y diferentes sectores económicos, y hacer que se escuche la voz del turismo al abordar decisiones clave«.
Además, porque su contribución es mayúscula en favor del alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En la industria turística participan empresas de diferentes subsectores que hacen parte de la cadena de valor de la experiencia turística, tales como transporte, alojamiento, alimentos y bebidas, entretenimiento, servicios financieros y operadores turísticos. Como tal, su papel es crucial en la gestión, promoción y generación de una cultura de turismo sostenible, ya que son los actores dinamizadores y quienes tienen el contacto directo con los visitantes.
Por ello, la comunión entre las acciones de sostenibilidad, sensibilidad social y respeto hacia el medioambiente que implementen, y la experiencia satisfactoria que ofrezcan a los visitantes, permiten mayores adeptos hacia un enfoque de turismo sostenible.
Por ejemplo, hay empresas que, conscientes del cuidado del medio ambiente, utilizan el marketing de contenidos para promocionar esta modalidad de turismo.
Con el propósito de que el turismo sostenible cada vez gane terreno, existen certificaciones y programas de evaluación a las que pueden acceder desde pequeñas empresas a grandes industrias. Estas son algunas de las más conocidas:
Fuentes consultadas
Desarrollo sostenible. UNWTO. https://www.unwto.org/es/desarrollo-sostenible
Destino sostenible. Gijón. https://www.gijon.es/es/turismo/gijonxixon-sostenible
Evaluación de Destino GSTC. GSTC. https://www.gstcouncil.org/para-destinos/evaluacion-destino/?lang=es
Guhl, N. (2021). 8 consejos para hacer turismo sostenible y ser un viajero responsable. Howlanders Blog. https://www.howlanders.com/blog/consejos-viajeros/turismo-sostenible/
Los 10 destinos sostenibles que respetan el planeta. AQUAE FUNDACIÓN. https://www.fundacionaquae.org/wiki/10-destinos-sostenibles-para-el-verano/
¿Qué es el turismo sostenible? Un modelo respetuoso con el planeta. BBVA. https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-el-turismo-sostenible/
(2021). Retos y oportunidades del turismo sostenible. Turijobs. https://www.turijobs.com/blog/retos-y-oportunidades-del-turismo-sostenible/
Rojas, Hannia. (2021). Certificaciones de turismo sustentable: 5 ejemplos. Entorno Turístico. https://www.entornoturistico.com/certificaciones-de-turismo-sustentable-5-ejemplos/
Sánchez, J. (2023). Cómo hacer turismo sostenible. Ecología Verde. https://www.ecologiaverde.com/como-hacer-turismo-sostenible-1216.html
Sustainable Tourism Guide: what, why, how and top examples. Revfine. https://www.revfine.com/es/el-turismo-sostenible/
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